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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Bahillo: cincuenta años haciendo cosas ricas

   Bahillo: cincuenta años haciendo cosas ricas

 El 9 de octubre pasado la empresa Bahillo cumplió 50 años. Y lo celebró el viernes 7, para favorecer la asistencia de las familias  a las que  se deben y por eso, debían ser las participantes especiales.


Estuvieron los cinco hijos de  Alberto y Matilde: Tomás, Alicia, Ana, Juan José y Julieta y cada uno a su tiempo tuvo participación en la fiesta. 
 EL ARGENTINO charló con Julieta, la socia gerente de la empresa, de la que su hermano mayor dijo en la ceremonia que para su padre, fue su pasión y por eso es su legado.
¿Cómo es llevar adelante un legado así?, preguntamos.
“Para mí es un legado pero también ha sido mi vida. Nací dentro de esta empresa, con un  papá que ya era “esto”. Obviamente es un legado porque este es su sueño, su idea, su visión, su empuje, su conocimiento, porque trabajó de chico para luego ser el empresario independiente que fue. Nosotros  crecimos mamando esa empresa que nos rodeó”.
Julieta asumió la gerencia cuando su hermano Juan José se abocó a la política y en este tiempo, como en el anterior, si bien Alberto no estaba literalmente al frente de la empresa, sí era el respaldo para la consulta constante “sobre todo en la producción, la creación de sabores, recetas, productos, porque era su fuerte”.
Hoy no están Alberto y Matilde, ¿cómo es esto de ser la gerente de la empresa de cinco hermanos?, pregunto EL ARGENTINO.
“Cada uno hizo su camino independiente y yo tomé la posta. Trabajo con libertad  y sé que tengo el respaldo de todos ellos si me va bien o mal”.
 De los productos a los que fue apostando Alberto Bahillo hoy se mantienen los helados (cincuenta sabores, que varían de acuerdo a  los cambios en el gusto de los consumidores), alfajores, bombones, postres helados, tortas de repostería, madalenas y palitos helados.
“La línea se ha mantenido; se renuevan recetas, se modernizan, pero se mantiene”, dijo Julieta.
Y esta línea de productos da trabajo a 105 personas, distribuidas entre las dos fábricas y locales de Gualeguaychú, las casas de Paraná, Colón y Concepción del Uruguay.
“Estamos bien, peleándola”, comentó,  para hacer un reconocimiento “a la gente que ha trabajado y la que está ahora y a  los clientes que nos han acompañado durante 50 años. Ojalá cumplamos cien”, se entusiasmó.


# Travesuras con gusto a helado
 Alberto Bahillo comenzó en 1966 en la costanera, alquilando la esquina que hoy es propia. 
No había nada. No se manejaba el concepto “actividad turística”. Pero él creyó que podía instalar allí la fábrica de masas y la heladería. Y se dio cuenta que había que ofrecer una diversión a los chicos, así que a los dos años montó la calesita. Y como esos chicos que peleaban por la sortija y se cambiaban de lugar mientras la rueda giraba, tenían a sus padres, tíos o abuelos (o todos juntos) allí cerquita, al tiempo vino el órgano para que los mayores también pudieran tener lo suyo.
 Antes eran los únicos, hoy no. ¿Cómo la llevan?
“Nos vamos adaptando a  los cambios en el mercado,  de consumo.  Hoy hay mucha oferta, así que cada uno elige dónde comprar. Hemos tenido golpes, sobre todo con los helados, de una competencia fuerte y en algunos momentos desleal. Pero seguimos,     manteniendo los valores, la calidad, anteponiendo la identidad Bahillo”.  
Y en esto de la identidad, para el homenaje “elegimos una placa no tradicional, con una caricatura de papá en la calesita,  con un cucurucho en la mano y una estela de música envolviéndolo. Y elegimos esto porque el helado, la calesita, el órgano  tienen que ver con el paseo, la alegría, con todo lo que quedó grabado de la infancia de mucha gente de Gualeguaychú”. 

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