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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Información General

Políticas contra la desigualdad provincial

 Políticas contra la desigualdad provincial

Por Gala Díaz Langou (*) y Javier Aragón (**) Esta semana el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el documento “Información para el Desarrollo Sostenible: Argentina y la Agenda 2030”, para el que se construyó el Índice de Desarrollo Sostenible Provincial (IDSP), que incluye variables económicas, sociales y ambientales de las 24 provincias argentinas. 


La publicación se inscribe en el marco de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, que establece 17 objetivos a alcanzar por todos los países y propone como principal objetivo la erradicación de la pobreza extrema, el hambre y la reducción de la desigualdad en el mundo, sin descuidar los recursos naturales.
La Agenda 2030 y la presentación del documento de PNUD proponen alcanzar los objetivos a partir de una apuesta integral, que trasciende la mirada sectorial y fragmentaria con la que en ocasiones se implementan las políticas públicas, conjugando las tres dimensiones que hacen al desarrollo sostenible: crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental. 
PNUD a través del IDSP establece un ranking del desarrollo alcanzado por las provincias argentinas. En la cima ubica la Ciudad de Buenos Aires. Por encima de la media nacional, las provincias de Chubut, Mendoza, San Luis y Neuquén. 
Por debajo del promedio nacional –según el PNUD– se encuentra un grupo numeroso de provincias: Santa Cruz, Entre Ríos, Río Negro, Buenos Aires, Santa Fe, Misiones, San Juan, Tierra del Fuego, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Tucumán, La Pampa, Jujuy, Corrientes y Salta. En este conjunto se observan composiciones diversas en la situación de las dimensiones de crecimiento, inclusión y sostenibilidad ambiental. Y en la base del ranking están Chaco y Santiago del Estero. 
El principal desafío es promover un mayor desarrollo nacional y elevar el de las provincias más rezagadas. Las diferencias en el desarrollo no sólo se observan entre provincias, sino también a su interior. Los indicadores económicos y sociales no presentan desempeños similares en contextos urbanos y rurales, y a su vez, al interior de las grandes urbes se manifiestan fuertes disparidades. 
Por ejemplo, la provincia de Buenos Aires concentra a casi el 40 por ciento de la población del país y presenta fuertes heterogeneidades entre sus partidos, incluso considerando las estadísticas más convencionales como tasas de pobreza, indigencia, desocupación e informalidad laboral. A su vez, esas disparidades entre partidos se registran entre las distintas localidades que los componen. Zonas en las que residen sectores de altos ingresos circundadas por barrios de emergencia, resultan una imagen muy frecuente del Gran Buenos Aires.
Las desigualdades en el desarrollo se explican en parte por la distribución que hace el Estado nacional de la coparticipación y de otros fondos federales, en los que el criterio de asignación de recursos no considera la cantidad de población, ni la situación social y económica de esas provincias. Es necesario que estos criterios primen en las decisiones del Gobierno nacional y que se introduzcan mecanismos de financiamiento en base a los resultados alcanzados por las administraciones provinciales. Para que no genere mayores disparidades, este mecanismo debe implementarse junto con un fuerte acompañamiento técnico, de aumento de las capacidades del personal y de apoyo tecnológico a los gobiernos provinciales.
(*) Directora del programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
(**) Coordinador del programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

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