Macri firmó acuerdos y China accedió a equilibrar la balanza comercial

En el principal encuentro de su gira por Asia, el mandatario se llevó la promesa del líder comunista de activar los mecanismos para importar más productos argentinos, para así nivelar el intercambio entre ambos países que en 2016 tuvo un rojo de 6.042 millones de dólares para la Casa Rosada.
"Usted planteó que la Argentina deje de ser el granero del mundo para convertirse en el supermercado y China quiere importar productos argentinos competitivos con valor agregado de ese supermercado para achicar el déficit comercial", manifestó el jefe de Estado anfitrión.
Durante la reunión bilateral llevada a cabo en el Gran Palacio del Pueblo, en la ciudad de Beijing, el líder del PRO propuso aumentar la presencia argentina en el mercado alimentario del gigante asiático que cuenta con 1.373 millones de habitantes.
Como primer objetivo, Macri planteó "alcanzar ventas por al menos 2.000 millones de dólares" y, para ello, pidió "ser creativos" para achicar el déficit comercial.
"Hoy China adquiere alimentos por 10.000 millones de dólares y a la Argentina sólo le compra 330 millones", precisó el argentino, quien solicitó que China apruebe la inspección de casi 40 frigoríficos que están en condiciones de exportar y propuso que para "acortar los tiempos" que requieren esos trámites podrían hacerlos a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Puntualmente, según cifras de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), en 2016 la Argentina exportó hacia China productos por un total de 4.425 millones de dólares, mientras que importó bienes por 10.467 millones de dólares, lo que arrojó un déficit comercial de 6.042 millones de dólares.
Entre los productos que la Argentina busca exportar hacia China se encuentran "carne congelada, pollo, arveja, arándanos y otros artículos requeridos por el pueblo chino", precisó Macri.
Además, las comitivas de ambos países firmaron 16 acuerdos por alrededor de 17 mil millones de dólares, entre los que se destacan la construcción de dos centrales nucleares en Buenos Aires y Río Negro; una planta solar en Jujuy; la ampliación del tren San Martín y el Belgrano Cargas, entre otros.
En ese listado de iniciativas, también figuran las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner sobre el Río Santa Cruz, en la provincia homónima.
Al respecto, Macri se comprometió a "subsanar" las dificultades que surgieron en cuestiones legales y ambientales para la construcción de las centrales hidroeléctricas que realizará la empresa china Gezhouba Group Corporation con las argentinas Hidrocuyo SA y Electroingeniería SA.
"Esperamos que la Justicia dé el visto bueno para poder arrancar la obra cuando termine el invierno. Y respecto de las centrales nucleares, construirlas en 2018 y 2020", puntualizó.
Tras rubricar los acuerdos, el oriental resaltó que frente al hecho de que "la situación el mundo es cambiante y presenta enormes dudas", China y la Argentina "tienen que aumentar su integración".
"Quiero que confirmemos nuestros consensos y para eso tenemos que consolidar la confianza mutua, que es la base de lazos duraderos. Todas las reformas son bienvenidas y tenemos un gran potencial aún por explorar", agregó.
Por su parte, el titular de la Casa Rosada remarcó que su visita de Estado responde a su intención de que el vínculo entre ambos países "se transforme en una relación estratégica estructural, basada en la confianza".
Antes de partir hacia la ciudad de Shanghai, el líder del PRO se reunió con el primer ministro de China, Li Keqiang, quien se manifestó en el mismo sentido que Xi: "Vamos a sumar productos agrícolas y estamos abiertos y activos para buscar un mayor equilibrio en la balanza comercial entre ambos países", sostuvo.
El próximo jueves el Presidente mantendrá una reunión con el alcalde de Shanghai, Ying Yong, y almorzará con los futbolistas Carlos Tévez y Ezequiel Lavezzi, que se desempeñan en el Shanghái Shenhua y el Hebei Fortune de la Superliga China, respectivamente.
Por la tarde, en tanto, se trasladará hacia Tokio para volver a encontrarse con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien había visitado la Casa Rosada en noviembre pasado.