A plantar y cuidar

Y toma fuerza porque durante la primavera es cuando pensamos no sólo en qué plantar en casa, sino también, bajo qué sombra habremos de guarecernos cuando el sol nos queme -literalmente- en la calle.

Porque en Gualeguaychú hay muchas cuadras que se han quedado sin arbolado a causa de los daños que éste ha ocasionado en las veredas, también hay zonas de reciente urbanización a las que el arbolado público no ha llegado y no olvidemos que las calles Urquiza y 25 de Mayo carecen -con honrosas excepciones- de los árboles que supieron tener por causa de una decisión tomada porque las ramazones ocasionaban problemas al cableado y además, porque se intentó darles un aire de avanzada a estas cuadras, privilegiando las vidrieras comerciales.

Como puede entenderse, la quita del arbolado, de la mano de estos fundamentos, son anacrónicos por donde se los analice.

Pero hubo una época -hace años, por suerte- en que no se tenía idea de lo que es un árbol, y menos aún, de cómo y cuánto los seres vivos necesitamos de ellos.

Por eso hoy resulta reparador este proyecto particular, que se propone plantar doce árboles por cuadra y en el que trabaja un grupo de voluntarios que se reúnen todos los sábados por la mañana.

Las tareas pueden ser recoger semillas autóctonas, limpiarlas, hacer almácigos, reciclar sachets para usarlos de macetas hasta el trasplante y la plantación misma.

Estos voluntarios, que tienen diferentes edades, son personas interesadas en la propuesta y requieren el apoyo comunitario para el cuidado de estos ejemplares.

Como ha dicho su impulsor: “Es necesario que el vecino haga propio el proyecto, que se sume a cuidar los árboles que en definitiva van a redundar en una mejor calidad de vida para todos nosotros y, sobre todo, para las generaciones que vienen”.