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Francisco: Si una oración no es valiente, no es cristiana

Francisco: Si una oración no es valiente, no es cristiana

“La fe en Jesús y el valor para ir más allá de las dificultades que muchos santos han hecho, esto caracteriza la oración cristiana”, destacó el papa Francisco al presidir la misa matinal en la capilla de la Casa Santa Marta.


 

El pontífice invitó a confiar, pero siempre con fe y poniéndose en juego. “Este es el coraje que tiene la oración cristiana. Si una oración no es valiente no es cristiana”, subrayó.

 

El pontífice reflexionó sobre los pasajes evangélicos de la curación del leproso y el paralítico, y detalló cómo es que los que rezan al Señor consiguen lo que piden.

 

En este sentido, precisó que ambos rezan para recibir, tanto lo hacen con fe: el leproso, subrayó el Papa, también desafió a Jesús con valor, que dice: "Si quieres me puedes purificar". Y la respuesta del Señor es inmediata: "Quiero".

 

Por lo tanto todo lo que es, como enseña el Evangelio, "es posible para aquellos que creen".

 

“Siempre, cuando nos acercamos al Señor para pedir algo, hay que partir de la fe y hacerlo con fe: ‘Tengo fe en que usted me puede curar, creo que se puede hacer esto’ y tener el valor de desafío, como el leproso y el paralítico. Orar con fe”, sostuvo.

 

Francisco consideró que el Evangelio nos lleva a preguntarnos sobre nuestra forma de rezar, por lo que sugirió: “No lo hagamos como ‘loros’ y sin ‘interés’ en lo que pedimos, en todo caso, rogamos al Señor que ‘ayudar a nuestra poca fe’, incluso en medio de las dificultades”.

 

“En efecto, son tantos los episodios del Evangelio en los que acercarse al Señor es difícil para quien tiene necesidad…

 

Y esto nos sirve de ejemplo”, afirmó, y recordó que el paralítico, en el Evangelio de hoy, incluso llega a ser bajado desde el techo para que su camilla alcance al Señor que está predicando a la multitud.

 

“La voluntad hace que se encuentre una solución”, hace que se vaya “más allá de las dificultades”, agregó.

 

“Coraje para luchar a fin de llegar al Señor. Coraje para tener fe desde el principio: ‘Si quieres que puedes curarme. Si tu quieres, yo creo'. Y coraje para acercarse al Señor, cuando hay dificultades.

 

Ese coraje… tantas veces, se necesita paciencia y saber esperar los tiempos, pero no abandonar, ir siempre adelante”, sostuvo.

 

“Pero si yo me acerco al Señor con fe y le digo: ‘Si tú quieres, puedes darme esta gracia’, y después, pero… dado que la gracia después de tres días no ha llegado, voy a otra cosa… y me olvido’”, advirtió.

 

El Papa destacó que Santa Mónica, la madre de Agustín, rezó y lloró mucho por la conversión de su hijo, y logró obtenerlo, al citarla entre los muchos santos que han tenido un gran coraje en su fe.

 

“Coraje para ‘desafiar al Señor’, el valor para ‘involucrarse’, incluso si no se recibe inmediatamente lo que se pide, porque en la ‘oración se juega fuerte’ y ‘si la oración no es valiente no es cristiana’”.

 

Asimismo, indicó que “la oración cristiana nace de la fe en Jesús y siempre va con fe más allá de las dificultades.

 

Una frase para llevar en nuestros corazones hoy nos ayudará, a nuestro padre Abraham, a quien se le prometió la herencia, es decir, tener un hijo a la edad de 100. El apóstol Pablo dice: ‘Crean’ y con esto fue justificado.

 

Fe ya ‘se establece’ en la fe y hacer todo lo posible para llegar a esa gracia que yo estoy pidiendo”.

 


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