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Opinión

La violencia

La violencia

”La violencia es el último refugio del incompetente”… (Isaac Asimov) Por Guillermo Pellegrini (*)


 

La violencia es tratar de buscar imponer u obtener algo por la fuerza. Existen muchas formas de violencia que son castigadas como delitos por la ley. De todas formas es importante tener en cuenta que el concepto de violencia varía según la cultura y la época.
 
 
Hay sociedades donde, por ejemplo, las mujeres son obligadas a casarse con el hombre que las elije o las compra, algo que para los occidentales es considerado violencia de género. En algunos países la pena de muerte es aceptada, pero muchas asociaciones consideran que quitar la vida en forma legal viola los derechos humanos.
 
 
Cabe recordar que Mahatma Gandhi uno de los máximos exponentes de la no violencia, considera que no hay persona completamente libre de violencia ya que esta es inherente a la naturaleza humana.
 
 
La violencia puede ser emocional mediante ofensas o amenazas. Por eso puede causar tanto secuelas físicas como psicológicas. Hace tiempo que la misma debería estar totalmente erradicada de la sociedad, que se dice civilizada, en cambio vemos que unos pocos siguen gritando, rompiendo y amenazando como si fuera el único medio y el resto debemos aguantar…!
 
 
Internacionalmente los líderes de Hezbollah, ISIS, Hamas, Al Qaeda y demás grupos han seguido utilizando el terrorismo como manera de obtener concesiones en Europa. Un ingrediente de la violencia es la intolerancia, es la falta de tolerancia por el otro. También la discriminación dirigida a personas e instituciones de creencias diferentes es una forma de violencia.
 
 
Sería muy extenso clasificar acá los distintos tipos de violencia, algunos tienen a través de los siglos un efecto profundo en la mujer, abortos selectivos según el sexo. Niñas sometidas a la mutilación de sus genitales, golpeadas y vendidas; en épocas de guerra son tanto violadas por tropas enemigas como aliadas.
 
 
En nuestro país se percibe un sentido machista de superioridad que molesta, margina permanentemente en la familia, el trabajo, el estudio y en la sociedad.
Por supuesto que padre violento, familia violenta, engendra hijos violentos que se presentan en cualquier clase social.
 
 
Hemos comentado que se vende un modelo en nuestra sociedad de éxito fácil muchos sueñan con ello, cuando el conseguir un título desarrollar una profesión requiere esfuerzos y sacrificios que de no realizarlos puede fracasar, al sentirse frustrados algunos se deprimen y otros se vuelcan a la droga o el alcohol que a la larga los pone violentos, intolerantes y agresivos.
 
 
En todo esto además del desarrollo económico juega la educación y la formación del niño en la familia para que pueda desarrollar recursos internos y metas que le permitan avanzar.
 
 
Una persona que fue agredida, violada, secuestrada o presencio actos de violencia presenta de por vida, en mayor o menor grado, temor, culpa, desvalorización, odio, venganza, depresión, asco, aislamiento, ansiedad y sentido de ser diferente a los demás por lo que le ocurrió.
 
 
Hay que tratar de evitar la violencia, esto trae atraso, rencor y tragedia, evitar la espiralización de la furia.
 
 
Se debería gobernar sin violencia, compatibilizar los intereses de la población, del capital privado con las demandas de los asalariados, es saber administrar. La política es el manejo de lo probable en función del bien común.
 
 
Sabemos que la política desde los orígenes de la historia genera tensión, crispación, Aristóteles decía que la política es la mayor de las pasiones en el ser humano; por eso mismo se deben manejar y administrar los conflictos evitando la violencia.
 
 
Es la búsqueda de buenos acuerdos sobre todo en democracia, buscar las coincidencias y resolver las disidencias.
 
 
La buena política es la capacidad de entender y atender la dinámica social y sus complejidades, que con la globalización cada vez serán más.
 
 
Como dice Raymond Williams…” La tragedia no ocurre en tiempos de estabilidad o de conflicto, sino de cambio.”…
 
 
Por eso el cambio debe ser consensuado, sugerido, querido por la población, para que forme parte de un proyecto nacional, debe formar parte de su cultura de crecimiento. Es un acuerdo para evitar la violencia y la frustración, es acordar la conciencia cívica de los electores con el gobierno.
 
 
Sin intervención de organismos extranjeros, de grupos de presión, sindicales o de corporaciones económicas, más algunas de corte clerical que se suelen observar.
 
 
 
Ref.: E. Fidanza
*Guillermo Pellegrini es Maestro Normal y Lic. en Ciencia Política

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