Natalia Bazán: “voy a seguir luchando”
Natalia Bazán ocupó ayer el centro de atención de la reunión de comisiones conjuntas que desde que recibieron el proyecto del Ejecutivo municipal para prohibir el uso del plaguicida glifosato en el ejido de Gualeguaychú, están llevando adelante los concejales.
Mientras ella y su hijo Alexis estaban en el salón del Concejo Deliberante, un grupo (en su mayoría, mujeres y familia) esperaba en la Plaza Urquiza, identificadas con las remeras de la ONG “Anto González, ángel de la eternidad” y junto a un cartel en el que podía leerse “Por la vida. Paren de fumigar”.
En este grupo encontramos a Sofía y Daiana, (hermanas de Antonella González), Mary (abuela) Analía (tía), a Benjamín, Victoria, Celina, Laura, Keila, Santiago y Fernanda.
“Estamos apoyado a Natalia y luchando para que no fumiguen más, para que no haya mas chicos con cáncer”, nos dijeron.
A metros de allí, Natalia contaba a los concejales todo lo que debió padecer su hija.
Finalizado este encuentro, contó a EL ARGENTINO “me escucharon, me prestaron atención, incluso vi a concejales conmovidas, que se pusieron en mi lugar por ser mamás. También un varón. Les dije que como no los conozco, no sé quiénes están a favor y quiénes, en contra de esta ordenanza”.
“Esto lo percibí por el tipo de preguntas que hicieron -agregó, señalando “ellos no estuvieron adentro de un hospital dieciséis meses con su hija internada, como yo”. “Después de responder todo lo que me preguntaron, me dijeron que debía esperar porque estos encuentros van a continuar y que no abandone la lucha”
La enfermedad y muerte de Antonella dejaron a Natalia la lucha con dos objetivos bien claros: que cesen las actividades contaminantes, fumigaciones, y para que se instale en Argentina un laboratorio de tipificación genética, para que las muestras de los donantes de médula ósea sean analizadas en nuestro país.
Este contenido no está abierto a comentarios