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La Mujer

De la colmena al aula y a la banca de concejal

De la colmena al aula y a la banca de concejal

Tiene 37 años, está casada con Leo y es mamá de Juan Martín, estudiante avanzada de abogacía, docente y concejal  en Larroque por el Frente para la Victoria.


Llegamos a ella como apicultora. Pero Socorro Fiorotto contó las muchas cosas que hace tras haber dejado la apicultura en un segundo plano.

Hija de un productor ganadero que incorporó la apicultura a una explotación en las islas de las Lechiguanas (del quechua lláchiwána: avispa que produce miel) conoció el mundo de la apicultura de manera empírica primero, y lo estudió después.

“Me fui a estudiar medicina a  La Plata, y por una cuestión personal, decidí dejar la carrera y volver, para dedicarme a la apicultura. Esta no fue una noticia agradable para mis padres, que siempre nos inculcaron que el estudio es muy importante”, contó.

 

“Esto fue en 2001, 2002;  comencé a trabajar con ellos y llegué a tener 700 colmenas propias, que compré con  un crédito”, agregó. 

 

- Sabías lo aprendido en casa...

 “Papá era un productor muy grande pero a su vez, en La Plata y a través de la Facultad de agronomía, hice un curso de apicultura, después en Mendoza, uno de inseminación instrumental de abejas, y en Santiago del Estero, uno sobre propóleo y otro de inspector sanitario apícola, porque si bien tenía conocimientos desde mi casa, siempre quise especializarme y estudiar”.

“Cuando me casé seguí en la actividad pero por una cuestión de mercado y como el campo era propio, se decidió invertir más en ganadería”.

“La apicultura tiene años muy buenos, como 2001 y 2002, que me permitieron crecer muchísimo, pero mercado y producción no son muy estables”, explicó.

 “Cuando se tomó esta decisión ya estaba casada, vivía en La Plata y venía a trabajar. Entonces decidimos con mi esposo instalarnos en Larroque. Presenté un proyecto ante el CGE para dar clases de apicultura y así empecé, en 2008,  con la docencia. Daba clases en Larroque, Carbó, Parera, Irazusta,  también hacíamos prácticas en el campo”.

“En 2012 empecé a estudiar abogacía”

 

- ¿Por qué te interesó esta carrera?

“Mi marido siempre ha sido militante del Partido Justicialista (llegó a la presidencia del PJ larroquense)  y yo lo acompañaba. Así empecé a participar. Y siempre me interesó el Derecho. Lo veo muy relacionado con la política. Y fue como que me quedó pendiente estudiar, con mis hermanas todas profesionales...”

 

-Y participando,  fuiste ingresando a la militancia...

“En mi casa, si bien no se militaba, siempre se habló de política. Y se escuchó a todos los presidentes, lo que hoy no ocurre. Me crié en un hogar donde no había esta intolerancia. Me acuerdo de las cadenas nacionales de Alfonsín, de Menem, era sagrado escucharlos.  Además, cada decisión política influye directamente en lo que hacés. Por eso en casa nunca escuché decir “no me interesa la política”.

“A mí me fue interesando, empecé a participar y se dio: desde el 10 de diciembre de 2015 soy  concejal por el Frente para la Victoria”.

 

 - ¿Cómo es la tarea legislativa en una comunidad en la que suponemos, se conocen todos y también los problemas, con esa cercanía que permiten las ciudades chicas?

“Larroque es una ciudad chica y no hay problemas de villas de emergencia  ni inseguridad, pero hay mucho para hacer en el área de la mujer. Aquí el trabajo de la mujer sigue siendo precario y el peor  pago. Hay docentes, muchas   han iniciado una pyme, hay tiendas, rotiserías, pero la oferta laboral  no es la mejor”.

“Y como todo pueblo relativamente joven, hay mucho para hacer respecto de cómo programar la ciudad a futuro”, continuó, marcando “lo primero que propuse en el Concejo fue una planificación, una proyección a futuro porque si miramos el ejido de la planta urbana, es muy irregular. Se van  desarrollando distintas zonas, y deben contar con los servicios. Y si no programamos con tiempo los espacios verdes,  habrá zonas que no los tendrán”.

“También hay que generar un parque industrial. Aquí hay un área de servicios industriales pero está pegada a la planta urbana. Entonces hay industrias que no pueden instalarse”.

“Si queremos que Larroque crezca no sólo necesitamos gente capacitada sino  programar un parque industrial en condiciones para no afectar la  salud de la comunidad”, dijo con seguridad.

 

Socorro ya terminó de cursar y en poco más de un mes, comenzará a rendir los finales.

Al finalizar su carrera les dará el gusto a sus padres, que siempre insistieron en la importancia de tener un título universitario.

Tiene una familia, sigue dando clases, ahora de auxiliar en gestión jurídica y en este tiempo, el receso legislativo le permite estar más tiempo con Juan Martín, aunque como dijo “siempre hay actividades   y el partido no cierra sus puertas”. 

La docencia y la política son dos pasiones “que no relego  por ser mamá, sino que trato de lograr  equilibrio. Ser mamá es  lo más importante, y quizá  suene fuerte pero es la verdad: me completo trabajando, siendo docente, concejal, estudiante. Hay mujeres que relegan y entiendo que es una entrega total. Pero la maternidad es temporal, si se quiere, porque los hijos crecen y se van...”

 “Y tener metas propias, ingresos propios, querer crecer, me completa”.


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