Asentamientos

La municipalidad de Gualeguaychú, nunca deberá bajar la guardia y estar siempre vigilante para que en los barrios periféricos de la ciudad se vuelvan a generar asentamientos en los terrenos baldíos. 

La detección temprana de estos enclaves, es fundamental para no volver a repetir la historia. Desde el 2008, comenzaron a proliferar asentamientos en distintos puntos de la ciudad e inexplicablemente se armaban ranchos con una rapidez asombrosa en Calle De las Tropas y Ayacucho y Bulevar Montana y 1°de Mayo.

Viviendas precarias siempre hubo en Gualeguaychú, pero no a una escala y concentración tan grande como sucedió la década pasada, generando condiciones de vidas paupérrimas y un sufrimiento indescriptible para los niños.

Llevó más de seis años poder relocalizar a más de 60 familias, cuando quedó inaugurado el barrio La Toto en noviembre del 2014, de inmediato el municipio como los antiguos moradores de los ranchos del asentamiento, comenzaron a desmantelar sus viviendas precarias y el municipio comenzó a realizar acopio de tierra para evitar que vuelvan a instalarse nuevas familias.

Pero lamentablemente esto no fue así en el terreno usurpado de Ayacucho y Calle De las  Tropas, los terrenos desocupados por familias que se trasladaron a otras conglomerados de viviendas sociales construidos por la provincia y el municipio con el fin de darle una respuesta habitacional, no fueron cercados para evitar que vuelvan a ocuparlo.  La existencia de los asentamientos requiere de algo más que un programa de erradicación, porque es evidente que la “demanda” supera a la “oferta” en esta materia, y los distintos predios son ocupados por familias que luego reclaman por una vivienda y esta manera de presionar a las autoridades es injusto para otras familias gualeguaychuenses que están anotadas desde hace más de diez años esperando una solución habitacional. Un sueño difícil de alcanzar para muchos.