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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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Nada se sabe del robo de un ecógrafo al hospital Centenario

Nada se sabe del robo de un ecógrafo al hospital Centenario

El 6 de diciembre la Dirección del hospital Centenario radicó a través del asesor legal de la institución, Juan Ignacio López, una denuncia en sede de fiscalía a cargo de Natalia Bartolo a raíz de la sustracción de un ecógrafo que pertenecía al Servicio de Rayos y Diagnósticos por Imágenes.


 

Desde entonces, nada se sabe sobre el avance de la investigación para esclarecer este grave delito contra bienes del Estado y que afectan a la salud pública.

 

Pero en otras jurisdicciones donde han tenido robos de similar naturaleza, se registraron avances significativos para su esclarecimiento. Este es el caso de los robos de equipos médicos que sufrieron en Concordia el Sanatorio Garat, la Clínica de Ojos Estevez y OSECAC.

 

El fiscal Juan Pablo De Giambattista, explicó a Diario Río Uruguay que “en enero se produjo la detención de una mujer y se realizó un allanamiento, donde se secuestraron elementos de informática que están siendo peritados”.

 

Aunque fue cauto a la hora de brindar detalles, el fiscal precisó que “existe el pedido de detención y captura internacional para cinco personas de nacionalidad colombiana”. Subrayando que “son tres hombres y dos mujeres”, aunque no descartó que podrían ser más.

 

Por último, resaltó que Concordia fue la más perjudicada en la cantidad de robos y en el monto de cada uno de los equipos.
 

 

El robo en el Centenario

 

El 6 de diciembre, una urgencia surgida minutos antes de las 8 en un consultorio externo del hospital Bicentenario, derivó en una solicitud al Servicio de Rayos del Centenario para utilizar el ecógrafo portátil.

 

Cuando lo fueron a buscar se dieron cuenta que faltaba de la Sala, que generalmente permanece con llave.

 

La fiscal Natalia Bartolo lleva adelante esta investigación, donde el propio hospital puso a disposición de la fiscalía el contenido de las cámaras de video seguridad.

 

Dentro del Servicio de Rayos no se cuenta con esa cobertura preventiva, pero sí se filman constantemente los pasillos y los accesos del hospital y una posibilidad que en su momento se barajó fue que esas imágenes pudieran mostrar cuándo y quién sustrajo el aparato.

 

Se trata de un ecógrafo portátil marca Mindray DP-100, adquirido en 2013, con un valor aproximado actual en el mercado de 7.500 dólares estadounidenses. Además, posee un monitor LED de unas 12 pulgadas y angulación de 30 grados. Y al ser portátil su peso es ligero y compacto, no superando los cinco kilos.

 

“De todos modos, si bien es un aparato pequeño no puede ser ocultado en una mochila sino más bien en un bolso grande”, explicó a EL ARGENTINO un conocedor del tema.

 

En diálogo con EL ARGENTINO, el doctor Juan Ignacio López aclaró en su momento que además de la denuncia en sede de fiscalía, se ordenó una instrucción sumaria interna, con el objetivo de determinar responsabilidades, en caso de existir.

 

Por otra parte, desde la Dirección del Hospital se aseguró a través de una comunicación oficial que “los servicios y turnos para ecografías están asegurados”, ya que se redistribuyeron de acuerdo a la disponibilidad de los pacientes y el servicio.

 

“Desde la Dirección lamentamos la situación generada y trabajamos para dar la solución necesaria a la cuestión”, se aclaró.

 

Quien se llevó el ecógrafo tenía conocimiento de su importancia y valor. No se trata de la faltante de un equipo al azar o al “boleo”. Estaba en una sala que tenía resguardo de seguridad, no era un espacio de ingreso al público abierto y generalmente la sala permanecía siempre bajo llave.

 

Por qué y en qué momento no se tuvo el resguardo de la cerradura es otro de los elementos que forman parte de la investigación para dilucidar responsabilidades.

 


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