Un verano sangriento
Pocas veces tuvimos un verano tan sangriento como el que estamos transitando actualmente, en la que nuestra ciudad fue noticia a nivel nacional por el horrendo crimen de Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre.
El 24 de enero, Fabricio Arrúa de 20 años casi muere tras ser apuñalado y recibir una herida en el abdomen en Perito Moreno y San José.
Febrero comenzó con la muerte por un tiro en la cabeza, del sargento de policía Froilán Pedroza tras un allanamiento en el marco de una causa por trata de personas. Hora después murió el delincuente que se atrincheró en el domicilio y quien disparó al policía.
En apenas un mes y medio murieron tres personas, por hechos violentos en la ciudad, y todo indica que es tiempo de que se cree un organismo de debate local para discutir seriamente políticas de seguridad ciudadana.
Los vecinos del barrio Molinari se quejan por la manera en que los “kioscos” de droga proliferan en el barrio y la violencia que esta práctica delictiva trae en la zona. Tendremos que acostumbrarnos a este nivel de violencia, a tener que seguir lamentando la muerte de jóvenes y policías, para por fin entender que nuestra ciudad necesita con urgencia poder discutir una política criminal.
El proyecto de Ordenanza del Consejo de Seguridad presentado por las instituciones de nuestra ciudad, es un espacio para comenzar a trabajar en el diseño y abordaje de las distintas problemáticas barriales, mediante un debate serio y la participación de expertos en la materia. La mejor manera de combatir el delito es la prevención y evitar que los “dealers” sigan envenenando a nuestros jóvenes o cooptarlos para las organizaciones delictivas.
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