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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
La Mujer

Mujeres que hacen cosas....

Valeria Martinelli: ser docente es tomar las cosas y hacerse cargo

Valeria Martinelli: ser docente es tomar las cosas y hacerse cargo

Por Silvina Esnaola EL ARGENTINO


En la entrevista se entristeció al recordar el robo del fin de semana pasado -el tercer ingreso desde que comenzó el año- en el Centro de Educación Física N° 6 “Profesor Domingo Antonio Giusto” y se emocionó al punto de no poder seguir hablando cuando se refirió a la calidad del trabajo y la dedicación de los docentes del lugar.

Valeria Martinelli es docente desde 1991, profesora de educación física y a esto le suma su inclinación por el trabajo social. Todo lo que puede canalizar como directora “del mal llamado polideportivo”, como se ocupó de corregir.

“Comencé a trabajar en la escuela Manuel Belgrano, de educación para adultos, que funciona de noche en la Escuela Rocamora. “Cuando rendí el concurso de oposición docente lo hice buscando la titularidad de esta escuela, que no logré. Entonces comencé en el Centro de educación física, porque me gusta la parte social”, nos dijo.

El trabajo social es bueno y rinde frutos cuando se trabaja en equipo, en red, le dijimos. Y vos en el Centro Giusto combinás tu profesión con esta inquietud por el trabajo social. ¿Qué tan necesario es para la comunidad tener un espacio como el “Profesor Domingo Antonio Giusto?

“Es muy imortante porque no todos los padres pueden pagar clases de actividad física a sus hijos y nosotros los recibimos en forma gratuita. Obviamente, al no haber un ingreso económico importante, a veces los materiales no son los mejores, pero la calidad docente es muy buena. Cuando asumí, lo primero que hice fue hablar con los profesores y preguntarles qué es lo que más les gustaba, convencida que si trabajás en tu especialidad, en lo que te gusta, lo hacés con entusiasmo y amor”.

“Así comenzamos a ofrecer patín recreativo, a propuesta de un profesor que después le agregó el hockey sobre patín. Iniciamos este deporte y los chicos se entusiasmaron”. “Antes comprábamos patines y palos usados, pero empezamos a ver que ellos comenzaron a preocuparse por tener sus elementos propios y a cuidarlos. Es una construcción de hormigas, pero es un ejemplo visible”, dijo con satisfacción.

“Y nos vamos superando año a año. Este año dos chicos fueron elegidos para la selección de Gualeguaychú de hockey sobre patín y en atletismo, han participado de muchos torneos obteniendo buenos puestos y clasificando a nivel nacional...”

Pero hay más disciplinas para aprender, porque Valeria detalló “en este momento enseñamos gimnasia artística, atletismo de iniciación a través de juegos, para luego llevarlos al atletismo de competencia, atletismo para los chicos integrados, también actividades físicas específicas para ellos; los jueves recibimos a los 4º, 5º y 6º grados de las escuelas primarias, porque hay chicos que no conocen un club. Y de esta forma, todos pueden ir a un predio deportivo y realizar actividades allí”.

Y como tenemos un convenio con la pileta del club Neptunia, también los sábados también se trabaja. Además, los profesores dedican los fines de semana cuando llevan a los chicos a competir, para lo que también aportan con su dinero para viajar. Esto habla de la pasión con la que se trabaja allí”.

Cuando se supo del robo del fin de semana pasado, Valeria dijo “es un desgaste tremendo. Volver a invertir en lo que se había invertido pensás “¿con qué me voy a encontrar hoy?”.

Sobre esto, ahora consideró “es un constante no poder desenchufarte. No poder cerrar la puerta de tu casa y decir “hasta mañana”, porque te pueden llamar en cualquier momento para decirte que cortaron la luz para entrar..., es más que full time. Y si bien cumplís tu turno, tenés que pasar, tenés que estar....”

-Tal vez porque el lugar no los favorece, arriesgamos.

“Según mi marido es porque tomo las cosas con mucha responsabilidad y yo le digo que ser docente es esto: tomar las cosas y hacerse cargo. Si no lo vas a hacer, no las tomes”.

En este punto vale decir que Valeria tiene tres hijos, Facundo (19) y las mellizas Sol y Paula (16).

Y si bien todos los establecimientos educativos tienen sus problemas, en este caso, se han dado tres ingresos al edificio, con destrozos y robos desde que comenzó este año.

-¿Cómo repercute tu responsabilidad allí en tu vida familiar?, quisimos saber y entonces Valeria compartió “a veces me dicen “mamá, acá estoy” y me dan un beso, porque me ven que sigo pensando en lo que tengo que hacer o solucionar...”

-Menos mal que hacen eso, porque si no, seguirías enchufadísima, repusimos...

“Es que el Centro es un lugar que tiene mucho trabajo hecho de a poco, también a pulmón y los docentes saben lo que implican los destrozos y robos”.

También, claro, saben que se vuelven referentes de los alumnos, que como dijo Valeria “hoy te dan un dolor de cabeza y después te deslumbran con lo que hacen”.

Cuando comenzó la entrevista, Valeria era una. Pero al rato de hablar de los chicos, del Centro, de sus hijos, su cara se fue iluminando.

-Indudablemente, lo tuyo es una pasión, le dijimos.

Volvió a emocionarse y cuando se repuso dijo “es así y me gustaría que el Centro sea mejor visto, porque nos sentimos gozosos hasta cuando plantamos un árbol. Está abierto a todo el mundo y tiene la característica de ser gratuito, porque ni siquiera cobramos la cuota de una cooperadora porque tenemos convenios con otras instituciones que nos permiten crecer.... Vamos logrando nuestros objetivos, algo que a veces no se ve. Y necesitamos que los padres se involucren acompañando las distintas instancias”.

-¿Ya repusieron lo afectado el fin de semana?

“Estamos en eso, tenemos que solucionar los cortes de los cables de luz. A esto nos vamos a dedicar para no tener otra sorpresa el fin de semana...”

Quizá la tenga y sea linda, al leerse en una entrevista este domingo por la mañana...


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