La integración de millones de refugiados, el gran reto de Europa

 as constantes guerras y conflictos religiosos que se viven en la Europa del Este, y los países de Asia, generó una corriente migratoria masiva que generó un enorme reto para los países democráticos de la Unión Europea. 

Las constantes guerras en Afganistán, Irak, Siria, Egipto, los perseguidos políticos en Turquía y las constantes crisis de los países del Este que se independizaron de la Unión Soviética, generó a lo largo de varias décadas corrientes migratorias, de familias enteras en busca de nuevas oportunidades en las prósperas naciones de Europa central.

El año pasado Alemania recibió a 1,2 millones de personas que hoy están en campos de refugiados. Berlín gastó 20.000 millones en acogida, integración y ayuda a los países de origen.

“En este tiempo hubo 2,5 millones de personas que inmigraron a Europa cruzando los Balcanes, llegando a las islas griegas que están a unos 5 Km de la costa turca, pero hubo algunos naufragios y muertes.  Una vez en Grecia se dirigían a otros países de Europa”, explicó a EL ARGENTINO el empresario argentino-austríaco Carlos Harden, que desde el 2002 vive en Grecia, la puerta de ingreso de la ola de refugiados al viejo continente.

“Se sabe que los alemanes y los escandinavos, son muy generosos para recibir a la gente con necesidades, sobre todo lo hacen por su historia de políticas socialistas, y es por eso que ayudan a la gente sin importar su raza y religión.

Los beneficios para la gente que debió salir de su país en guerra, son mayores para aquellos que lograron llegar a las naciones europeas con más recursos.  

No todos van a Alemania, Francia no recibe refugiados, pero si los países Bajos, Luxemburgo, los países nórdicos, Austria, y Grecia que ya tiene 60 mil refugiados”, mencionó Harden.

Alemania recibió 1,2 millones de migrantes en un año, y al ser un país de 82 millones de habitantes, cuenta con mayores recursos e infraestructura, además de tener una población que no aumenta su números de habitantes por la poca tasa de crecimiento de la natalidad.

“Para los alemanes es muy desagradable ver cuando hay un atentado en su país, porque a una familia de refugiados de cuatro integrantes, el Estado le proporciona un subsidio de 1425 euros, que es el equivalente al costo mínimo de vida, se le da una vivienda en la que solo tiene que pagar la energía, el agua, y la recolección de residuos.

Los niños están obligados a ir a la escuela, los adultos deben aprender la lengua alemana y se les brinda capacitación laboral. Luego cada familia es investigada en cuanto a su procedencia, si perteneció a un grupo terrorista o tiene algún tipo de prontuario.

Muchos están indocumentados, a veces lo hacen a propósito para no revelar su verdadera identidad. Esto sucede con los turcos que son buscados por algún motivo en su país, pero se hacen pasar por sirios o iraquíes.

Hasta que la persona no tenga los papeles en regla no puede salir del centro de refugiados para asentarse en otro punto del país”, dijo.

Luego de este paso podrá formar parte de la comunidad e iniciar el largo proceso para obtener la ciudadanía.

 

El costo de la seguridad

social para los refugiados

 

Harden se refirió a que Alemania puede hacer frente a esta masa de refugiados, simplemente porque es uno de los países con la economía más sólida de Europa.

“El ciudadano alemán paga con sus impuestos 2 millones de seguro médicos, cursos de idioma alemán, más los empleados administrativos que se tuvieron que contratar para hacer el papeleo y la capacitación laboral para reinsertarlos.

El año pasado ingresaron 1,2 millones de refugiados. Cómo hicieron los alemanes, para poder atender a tanta gente que llegó a caminar hasta 2 mil kilómetros en un mes, y en el trayecto la gente le brinda agua caliente y alimentos como sucede en Grecia y Austria. Los europeos no los cargan por temor a que el Estado los acuse de ser traficante de personas.   

Esto solo lo puede soportar un país como Alemania que tiene un superávit en la balanza comercial de 200 mil millones de euros anuales, y no es tan grave para sus finanzas para un Estado que tiene 20 mil millones de euros de superávit fiscal.

El sector que más se resiste a esta ola de migrantes, es la Alemania del Este que no estaban acostumbrados a tener tantos extranjeros, y algunos le molesta tener centros de refugiados en ciudades como Dresde.

Algunos ciudadanos se sienten invadidos cuando pasan las columnas de refugiados y se ve a las mujeres musulmanas con largas túnicas caminando detrás de los hombres. A veces esto genera algunos incidentes pero Europa intenta sobrellevar esta crisis humanitaria”, concretó.

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