El Dispensario de Lactantes se recupera para nuevas funciones
En la mañana de ayer se realizó el acto formal de inicio de las obras para la reparación y puesta en valor de la casa de calle San Martín 685, donde funcionó desde 1936, el Dispensario de Lactantes.
El trabajo se llevará a cabo con fondos municipales y con mano de obra de los integrantes de la Cooperativa de trabajo “Mate amargo”, que preside Horacio José Dalmón, firmante del convenio rubricado ayer.
En el lugar, el subsecretario de Planeamiento Urbano, Pablo Bugnone, explicó a EL ARGENTINO que la obra contemplará 300 metros cuadrados y se realizará una mejora generalizada del inmueble, tanto del frente como del fondo, con la construcción de cuatro consultorios nuevos.
“La estructura de la casa se mantendrá, ya que sólo se demolerá una habitación que está inutilizable en el patio del fondo”, señaló.
En la primera etapa de la recuperación de la casa, que tiene un plazo de obra de 120 días, se realizarán los desagües pluviales, la instalación de cloacas y red de agua, los contrapisos; se demolerá la mampostería que no se va usar, se realizará un sector de consultorios, se cambiarán techos y cielorrasos y se recuperarán todas las aberturas, marcó el funcionario que destacó “esta obra se realiza con fondos municipales y por un valor de más de medio millón de pesos”.
Traslado de la
Secretaría de salud
Secretario de Desarrollo Social y Salud, Martín Roberto Piaggio, adelantó que las dependencias de la secretaria de salud pasarán a ocupar este inmueble (actualmente se alquila para su funcionamiento la esquina de Bolívar y Tres de Febrero
“En 2015 una ordenanza aprobada estipula la donación de este lugar con la finalidad allí vuelva a funcionar un espacio con un uso similar al que tenía”, recordó, para agregar “en esa ordenanza establecimos -Piaggio era concejal en ese momento- la finalidad de este lugar, respetando su historia. Además, entendemos que a la Secretaría de salud municipal le hace falta un espacio central y propio, donde se sigan brindando servicios de vacunatorio, ecografías y electrocardiogramas, además de lo que se hace en los centros de salud”.
“También se va a generar el espacio para que funcione aquí una sala de situación de salud, para análisis de los determinantes sociales, ambientales y socioeconómicos de la salud de Gualeguaychú”, marcó.
Un antecedente de los CAPS
Al momento de hablar, el Intendente Martín Esteban Piaggio destacó el trabajo del Dispensario “en una etapa previa a la consolidación de la atención primaria de la salud”.
“Tuvo una importancia trascendental, porque se vacunaba a los chicos, los pediatras los controlaban, se desarrollaban acciones preventivas cuando la ciudad no tenía los centros de atención primaria de la salud que hoy tiene”.
“Ya en la gestión de Juan José Bahillo la idea era recuperarlo. Hoy firmaremos el contrato con la Cooperativa de trabajo que comenzará la obra para mí muy anhelada, no sólo por el rescate de este inmueble, donde se desarrolló una tarea pública muy importante, sino también para reflotar esa histórica función de vacunatorio en la zona céntrica y algunas otras tareas que nuestra dirección de salud ya realiza desde hace unos años”.
Piaggio destacó “En algún momento para Gualeguaychú este era, junto con el hospital, el único lugar para acceder a los servicios más esenciales en materia de prevención. Después, desde hace unos quince años hasta hoy, se dio un fenómeno muy fuerte de desarrollo territorial de la atención primaria de la salud. Con Martín Roberto (Piaggio, Secretario de Desarrollo Social y Salud) tenemos la particularidad de haberlo vivido en primera persona. Y nuestro Gobierno decidió rescatarlo porque es un inmueble municipal bajo nuestra responsabilidad y debemos ponerlo en condiciones y porque para nosotros es una necesidad estratégica tener estos dispositivos enclavados en el centro de la ciudad”.
“Todo esto nos decidió a encarar este proyecto -agregó- y si hoy tenemos alegría por poder comenzar a recuperar esta casa, mayor será cuando podamos volver a abrir sus puertas”.
Ayuda memoria
En el frente de la casa está la chapa enlozada (lo que da cuenta del momento en que fue hecha y colocada) que indica “Patronato de la Infancia” y más abajo, “Dispensario de lactantes”.
El Patronato de la Infancia fue una institución filantrópica de la República Argentina fundada en el año 1892, con el objetivo de dar auxilio a niños desamparados y en situaciones de riesgo y vulnerabilidad.
Nuestro Dispensario de lactantes se fundó en el año 1936, durante la intendencia de Don Pedro Jurado y a instancias del médico pediatra Luis “Patico” Daneri, conocedor del funcionamiento de estos dispensarios en Buenos Aires y asistente infatigable de la niñez humilde.
Por eso debajo de la chapa blanca, una de bronce recuerda a Luis Antonio Ladislao Daneri.
Pero él no estuvo solo ya que se recuerda que durante años fueron médicos voluntarios
Edgardo Castiglioni, Arturo Elgue, Jorge Portela, José Santarelli, quienes trabajaron junto a María Elisa Hermelo y Berta Giménez, acompañados por Dora Burlando, Teresa Devoto Forte, Graciana Harispe de García Posse, Ana Harispe (Chola) y Tita Chichizola de Carbone, entre muchas otras mujeres que cada mañana anotaban en las libretas de los pacientes las novedades del día.
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