Dacal: “los productores necesitan financiamiento para salir adelante”

l clima no les da tregua a los productores entrerrianos. En abril del 2016 llovieron 25 días, afectando la trama vial, inundando campos bajos y afectando a los cultivos.

El 2017 hubo algún respiro, pero la sequía comenzó en diciembre bajando los rindes de la cosecha fina.

“En 2018 comenzamos castigados por la cosecha fina, que fue bastante complicada para nosotros.

Las grandes lluvias que se registraron en 2017 afectaron los cultivos y hubo una pérdida muy grande, hubo productores que sacaron entre 80 a 140 quintales y no les alcanzó para hacer reservas y poder enfrentar los costos de implantación de la siembra de granos gruesos”, explicó Fernando Dacal.

“La cosecha gruesa también tuvo fuertes pérdidas. Hay lugares en la provincia que llovió aliviando un poco la situación, pero hay otras zonas que están devastadas. En la soja de primera están lenvantando entre 10 a 12 quintales.

Lo mismo sucede con el maíz, hay lugares en los que sacaron 15 quintales y en otros 5 toneladas por hectáreas.

Las lluvias en el sur fue por mangas, pero en el norte fue un desastre, y hubo productores que ni siquiera levantaron la cosecha y le terminaron echando animales al campo.

En lo referente al sector ganadero, Dacal comparó que “en este momento los campos están como si hubieran recibido las más fuertes heladas de invierno, prácticamente no tienen pasto, y si no se recupera en esta época, cuando llegue el invierno los campos van a estar pelados y no habrá reservas, porque las praderas se quemaron por tantos días de sequía.

Las pérdida en carne también va a ser alta en ganadería y el costo de los alimentos subirán si tenemos en cuenta la mala cosecha de maíz que hubo en la provincia, que es un alimento fundamental para los feedlot, la avicutura, el tambo y las granjas de cerdos” .

En cuanto a la emergencia agropecuaria, remarcó que “está mal planteada, porque de dónde van a sacar dinero los productores para pagar los impuestos en el mes de agosto.

Ya venimos golpeados por la inundación del 2016, donde todos los campos bajos estuvieron inundados durante meses y encima ahora estamos pasando por la sequía más importante de los últimos tiempos, esto imposibilitó que salgan novillos gordos de los campos y los sistemas de riegos son muy caros, como tampoco hay créditos blandos para todo este tipo de cosas.

Si no tenemos refinanciación para poder sembrar, para poder aliviar un poco la presión del productor y a los dueños de los campos no le aflojan en el pago de los impuestos inmobiliarios el campo tardará en arrancar. Sabemos que la provincia vive de lo que recauda de los impuestos del campo, pero hay gente que no lo va a poder pagar.

Hay un circulo vicioso que se comienza a ver en el sector, desde personas que comienzan a vender los campos, contratistas que quieren desprenderse de sus maquinaria, pero será difícil que la pueda vender porque son pocos los que la van a necesitar pues no habrá cosecha que levantar”.

En esta línea agregó: “tenemos que sacar la cuenta, que con lo poco que los productores hayan podido cosechar, tienen que afrontar los costos de los fletes para llevar los granos a puerto y ese costo es alto, el gasoil es caro y levantar una cosecha es caro.

Hace dos años, se estaban vendiendo terneros a mejor precio de lo que se están vendiendo hoy, porque con la sequía hay una sobreoferta de ganado en los remates, ya que los ganaderos no tienen como aguantarlo, y esto baja el precio del animal en pie.

Lo mismo sucede con los campos, hoy la hectárea de un campo agrícola no vale más de 5 mil dólares, cuando años atrás estamos en 6 mil a 7 mil dólares la hectárea. Hoy es imposible alcanzar esos valores”.

 

 

“En la provincia de Entre Ríos se van a perder entre 11 mil a 15 mil millones de pesos solo en el sector agrícola, sin contar las pérdidas en la ganadería, que las pérdidas se van a profundizar en el invierno al no haber reservas forrajeras, ni siquiera se pudo implantar una pradera porque no hubo lluvia”, dijo.

“Estamos con un déficit hídrico cada vez más importante, y a su vez los costos que tenemos son cada vez mayores y terminan afectando cada vez más la recuperación productiva”.

En tanto señaló que: “si no hay una ayuda del Gobierno para los productores, el año que viene no habrá una recuperación del sector agropecuario y esto se sentirá en la economía y en los recursos de los estados municipales, porque el fondo federal solidario por la soja, va a tener menos dinero y habrá menos para repartir a los municipios, que la utilizan para obra pública.

Pero si no se diseña un financiamiento para poder ayudar al sistema productivo, con bajas tasas, será difícil. Esto es uno de los problemas, los créditos disponibles son muy caros, no podemos pagar créditos a una tasa al 30 por ciento en pesos y al 15 por ciento anual en dólares, no podemos pagar eso porque tampoco podemos producirlo.

Sin embargo; con créditos baratos desde el exterior se podría financiar el sistema productivo para mejorar su eficiencia”.

Y agregó: “el productor necesita financiamiento barato para poder salir adelante, este país vive de la producción y se debe evitar que sigan saliendo productores de la actividad, va a ser difícil para la provincia.

El productor necesita ayuda ya, porque están pasando por un estrés muy importante producto de que el clima no acompañó, y de seguir así los pequeños y medianos productores van a ir desapareciendo, abriéndole el paso a los grandes capitales”, concluyó.