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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Opinión

¿Cómo respetarlo?

 ¿Cómo respetarlo?

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Argentina, Lino Barañao, fue noticia toda la semana porque en la Asamblea del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología que se realzó en Tucumán, tuvo una frase que sintetiza su pensamiento y el de muchos: “La diferencia entre un ecólogo y un ecologista es la misma diferencia que hay entre un enólogo y un borracho”.


 

La información llega desde La Gaceta de Tucumán.

 

La publicación refleja no sólo la cita del ministro, presidente de ese cuerpo consultivo federal, sino también la de las autoridades de planificación científica de las provincias, con representación en el Consejo: “Tenemos que librar una batalla contra los fundamentalismos”.

 

Según manifestaron varios de los miembros presentes, esos “fundamentalismos” están encarnados principalmente por agrupaciones ambientalistas que en reiteradas ocasiones ponen trabas a sectores productivos, principalmente la minería y la agricultura según dicen, por la resistencia al uso de agroquímicos, con lo que favorecerían un atraso social y económico en comunidades puntuales.

 

Si al comienzo preguntamos cómo podemos respetar a un ministro que dice algo tan lamentable como lo que afirmó, ahora ampliamos y tomamos a los representantes provinciales en Cofecyt que han estado en sintonía con él.

 

Porque al menos en Gualeguaychú sabemos cómo trabajan los ambientalistas, cómo basan sus palabras en los científicos que consultan.
Tanto como han hecho los concejales, para tener el cimiento del conocimiento a la hora de hablar.

 

Barañao podría venir esta tarde a Gualeguaychú para escuchar los fundamentos que se darán en el debate del Concejo Deliberante por la prohibición del uso de glifosato.

 

También para ir, acompañado de los asambleístas, hasta el puente internacional General San Martín y cruzarlo, de manera de poder apreciar de qué hablamos cuando decimos contaminación.

 

Y de paso, ya que estamos, aprender un poco del respeto con el que nos tratamos en Gualeguaychú, la ciudad que el domingo 29 va a manifestarse contra Botnia y cualquier emprendimiento contaminante.

 

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