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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Policiales

Cómo controlan al cura Ilarraz a través de la tobillera electrónica

Cómo controlan al cura Ilarraz a  través de la tobillera electrónica

Tras ser condenado en primera instancia por abuso y corrupción de menores, al cura Justo José Ilarraz se le dictó también la prisión domiciliaria hasta que la sentencia quede firme. Y para ello se dispuso que se le coloque una tobillera electrónica para su control y monitoreo que está a cargo del Servicio Penitenciario.


 

Ilarraz fue condenado el lunes pasado a la pena de 25 años de prisión tras ser encontrado culpable por promoción a la corrupción de menores y abuso deshonesto, ambos delitos agravados por ser encargado de la educación cuando se desempeñaba como prefecto en el Seminario de Paraná, entre los años 1985 y 1993, publicó EL ARGENTINO en su edición de ayer.

Según lo dispuso la jueza Alicia Vivian durante la lectura del adelanto de la sentencia, el cura permanecerá bajo arresto domiciliario en calle Corrientes 328 6º A de Paraná, vivienda de la que no podrá salir, sin el apercibimiento de revocarse el beneficio en caso de incumplimiento. Además, la jueza dictaminó la colocación de una tobillera electrónica para monitorear el cumplimiento de la pena, consignó Elonce TV.

Al respecto, desde el Servicio Penitenciario de Entre Ríos confirmó que en la tarde del lunes “se procedió a la colocación del sistema y hoy está bajo nuestra orbita su supervisión y control de la vigilancia por medio de una tobillera electrónica”, expresó el director del Servicio Penitenciario, Marcelo Sánchez.

 

¿Cómo funciona?

 

“El control y supervisión es constante, durante las 24 horas, a través de un sistema de monitoreo satelital. Y la colocación de la tobillera no modifica su vida, excepto para la parte ambulatoria y el traslado”, explicó Sánchez respecto del funcionamiento de la tobillera electrónica que le fue colocada al cura acusado de abuso de menores.

El sistema de tobillera electrónica consta de dos partes: un transmisor y un receptor.

“El transmisor envía una serie de mensaje al sistema de monitoreo en la que nos indica si se movió o si sale del rango establecido respecto de la distancia que tiene el interno del equipo que lo monitorea, para su control y supervisión. Esto se hace a través de señal GPRS, por radiofrecuencias entre la tobillera y el receptor”, detalló Pablo Ojeda, responsable del monitoreo del cura.

“Podemos saber si está en movimiento por la presión de su corazón, si suben o bajan la cantidad de latidos, y si está dentro de la casa o salió a la vereda, o fuera del rango establecido”, agregó al respecto en declaraciones formuladas al sitio Elonce TV. En ese marco se aclaró que cuando se produce un corte de electricidad, el sistema no se interrumpe y tiene una autonomía para 72 horas.

Según explicó Ojeda, el sistema cuenta con un teléfono al que se lo puede llamar desde el centro de monitoreo del Servicio Penitenciario para controlar por qué salió de la casa.

“Primero se lo llama, porque pudo acontecer una emergencia, y en caso que no podamos comunicarnos con él, lo hacemos con el familiar que quedó a su cargo. Si tampoco podemos establecer contacto, se activan los protocolos de la Policía”, advirtió.

En la actualidad, en la provincia hay 28 personas bajo este sistema de control con tobillera electrónica durante su arresto domiciliario.

 


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