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Opinión

El PJ va por Vidal y Larreta

El PJ va por Vidal y Larreta

Por Pablo Sieira Especial NA


El llamado del presidente Mauricio Macri a un "gran acuerdo nacional" le ofreció al peronismo federal la posibilidad de discutir los "privilegios" de las Buenos Aires, Provincia y Ciudad, y de paso meter en el barro a dos rivales centrales como son María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

A diferencia de aquel que impulsó el dictador Agustín Lanusse en 1971, este "gran acuerdo nacional" no pretende ser más que un entendimiento para bajar el déficit con un recorte que deberá plasmarse en el Presupuesto 2019, el cual empezará a tratar el Congreso en septiembre.

Los gobernadores peronistas, que como los buenos ajedrecistas suelen ver la jugada más allá de la movida que toca en turno, aprovechan ese debate para confrontar con Vidal y Rodríguez Larreta, dama y torre de Macri.

Los ponen en una situación incómoda al plantearles que para ayudar a la Nación y, en definitiva, a su líder político, se hagan cargo de las distribuidoras energéticas de sus distritos (Edenor y Edesur), como ellos hacen en los suyos, en lugar de seguir permitiendo que el dinero salga de las urgidas arcas nacionales.

Cuando haya que puntear el gran acuerdo, cuando el Presupuesto 2019 se abra al debate, esta propuesta estará flotando sobre cada recorte que afecte a una provincia peronista.

Lo que buscan los gobernadores, en primer lugar, es que los recortes los afecten lo menos posible a ellos y que la responsabilidad recaiga principalmente en la Nación, la Provincia y la Ciudad, que además es el tridente del poder oficialista.

"Como han convocado a un acuerdo para bajar el déficit, estamos elaborando una propuesta que puede ser muy importante, que (de) Edenor, Edesur y Aysa se hagan cargo la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Lo dejamos planteado", expresó esta semana el jefe de los senadores peronistas, Miguel Pichetto, en una reunión abierta y muy concurrida.

Detrás de la sugerencia están los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta), que a través de Pichetto remarcaron que mientras cada provincia negocia por su parte con las distribuidoras locales y sus habitantes vienen pagando hace años la tarifa plena o casi, los dos territorios más ricos del país son ayudados por los fondos nacionales.

Además, plantean que la Nación tiene un déficit de 6% del PBI mientras que las provincias tienen en promedio el 0,5%; según Urtubey, el déficit de todas las provincias sumado no llega a ser ni el 10%.

Schiaretti y Urtubey, mesa chica del peronismo federal, afirman ante el resto de los mandatarios que si la Nación quiere reducir el déficit debe terminar con los "privilegios" de Vidal y Rodríguez Larreta, mesa chica de Cambiemos.

Que se ensucien los pulcros

Un operador parlamentario del peronismo afirmó ante NA que se trató de un planteo político, más que una propuesta comprometida con el interés nacional o una reivindicación del tan proclamado federalismo.

Desprenderse de esas distribuidoras ciertamente aliviaría las cuentas de la Nación pero al mismo tiempo afectaría significativamente a las administraciones de Vidal y Rodríguez Larreta y, peor para ellos, en un año electoral.

Vidal y Larreta siempre tienen mayor imagen positiva que Macri y constituyen el arquetipo del dirigente blindado, impermeable, pero al meterlos en esta discusión sobre el gran acuerdo para bajar el déficit los gobernadores peronistas los arrastran al barro de la política.

De paso, tiran una semilla de discordia a los pies del Presidente y dos de sus posibles herederos, para ver qué pasa.

No solo gobiernan dos de los principales distritos del país en términos políticos sino que además tanto Vidal como Larreta son rivales para el peronismo por tratarse de potenciales sucesores de Macri.

A la gobernadora todos le ponen ese traje, confeccionado por el triunfo en el bastión histórico del peronismo y por las encuestas que la dan como la dirigente con mejor imagen el país.

El jefe de Gobierno, en tanto, no se lanzará todavía pero quienes lo conocen bien dentro del PRO aseguran que la Presidencia de la Nación es su sueño de toda la vida, casi una obsesión.

 

 


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