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Diario El Argentinojueves 25 de abril de 2024
Policiales

Juicio a Nahir Galarza: se inicia la ronda de testigos de la defensa

Juicio a Nahir Galarza: se inicia la  ronda de testigos de la defensa

  El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy retomará hoy a las 8:30 el cuarto intermedio dictado el jueves pasado en el juicio oral y público que se le sigue a Nahir Galarza (19 años), imputada por el crimen de su pareja Fernando Pastorizzo (20 años) ocurrido en la madrugada del 29 de diciembre del año pasado.


 

Se trata de la séptima audiencia (de nueve programadas: las otras dos están previstas para mañana y el jueves).

La víctima Fernando Pastorizzo (20 años) falleció en la madrugada del 29 de diciembre del año pasado como consecuencia de dos disparos de arma de fuego, producidas por una pistola 9 milímetros que manipuló su pareja hasta ese entonces, Nahir Galarza (19 años): el primer disparo fue por la espalda y el segundo en el pecho cuando Fernando yacía indefenso en el suelo.

Por este hecho, la Fiscalía la acusa de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la relación de pareja no conviviente, tal la conclusión a la que abordaron el fiscal Sergio Rondoni Caffa (quien llevó adelante la Investigación Penal Preparatoria) y el fiscal general coordinador Lisandro Béhéran.

Por su parte, hay dos querellas particulares: la de los doctores Sebastián Arrechea y Juan Carlos Peragallo vinculado con los intereses del padre de la víctima, Gustavo Pastorizzo; y la que ejerce el abogado Rubén Virué en representación de los intereses de la madre de Fernando, Silvia Mantegazza. Ambas querellas adhirieron a la postura de la Fiscalía e introdujeron en su alegato de apertura un tercer agravante: la alevosía, esto es, cuando quien agrede lo hace sobre seguro y sin riesgos, mientras la víctima se encuentra en absoluta indefensión e incluso sin posibilidad de ser auxiliado.

A su vez, la defensa particular de la imputada está representada por los abogados Horacio Dargainz y José Ostolaza y su teoría del caso no ignora que Nahir manipuló el arma de fuego, pero argumentan que ambos disparos fueron productos de un accionar involuntario. Y encuadraron la situación en un contexto de violencia de género, en los términos de la Ley N° 26.485, especialmente en los Artículos 4° y 5°.

El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy está integrado por los doctores Mauricio Derudi (quien lleva adelante la dirección del debate), Arturo Exequiel Dumón y Alicia Vivian.

 

Las audiencias

 

En la primera audiencia realizada el lunes 4 de junio, además de los alegatos de apertura declararon los dos primeros testigos: los padres de Fernando.

Tanto Silvia Mantegazza como Gustavo Pastorizzo hicieron una descripción del carácter de su hijo y confirmaron la relación de pareja que mantenía, con intermitencias, con Nahir.

 

Segunda audiencia

 

En la segunda audiencia (realizada el martes 5), declararon siete testigos en una jornada que comenzó a las 8:55 y finalizó a las 14:15.

Los siete testigos –todos amigos y conocidos de Fernando como de Nahir- fueron: Manuela Anahí Basaldúa; Kevin Eckerdt; Agustín Nicolás Ladner; Lucas Ladner; Juan Cabrera (quien es primo de Nahir); Juan Jara y Elbio Pereyra; mientras que todas las partes desistieron de la testigo Luciana Cabrera.

Este grupo coincidió en reconocer el vínculo de pareja entre Fernando y Nahir, de que esa relación llevaba varios años con sus intermitencias e incluso que la víctima viajó como invitado de la familia Galarza a vacacionar al Brasil, lo que describe un conocimiento y aceptación más allá de una relación ocasional.

El testigo Juan Cabrera (el quinto en declarar ese día), reconoció que era amigo de Fernando, pero también primo de Nahir Galarza. El Tribunal le hizo saber que a raíz de esa relación de parentesco podía abstenerse de declarar, pero pidió hacerlo igual.

Cabrera explicó que su amistad con Fernando nació por vivir en el mismo barrio y que sabía de la relación que mantenía con Nahir, a la que caracterizó con muchas peleas.

Todos los testigos varones eran parte de un grupo que compartía además algunas salidas y por eso también referenció –al igual que los demás- que Nahir actuaba como si Fernando era de su propiedad e incluso siempre intentaba apartarlo de ellos.

Juan Cabrera también dio cuenta que Fernando lo llamó en la noche de Navidad para avisarle que había sido agredido por Nahir y una amiga. En ese marco, dijo que llamó a su prima para recriminarle por qué lo había agredido e incluso exhibió al Tribunal el registro de su celular que daba cuenta de ese llamado realizado a las 8:52 del 25 de diciembre y que duró quince minutos.

Como primo de Nahir Galarza, Cabrera referenció que la casa de la abuela de ambos (ubicada en inmediaciones de calle General Paz al 500) queda ubicada en una cuadra donde hay muy pocas viviendas y que se trata de una calle oscura, casi sin tránsito. Este dato seguramente será valioso para la querella particular, porque formaría parte de la escenografía elegida por la imputada para ultimar a Fernando y de ese modo no pudiera recibir ayuda, tal la tesis para reforzar el tercer agravante: la alevosía.

Además, Cabrera aportó como dato que Fernando no había contado mucho sobre aquella agresión en la noche de Navidad, porque la imputada lo había amenazado que lo iba a denunciar por violencia de género.

La defensa técnica de Nahir Galarza objetó esa declaración y pidió que Cabrera sea encuadrado en el Artículo 275° del Código Procesal, esto es, “falso testimonio”. Ahora el Tribunal tendrá que decidir si lo concede o no.

 

Tercera audiencia

 

La tercera audiencia se realizó el jueves 7. La primera en declarar fue la testigo Sol Martínez (19 años), amiga de Nahir desde la secundaria, aunque de entrada tomó distancia al sostener “que era amiga hasta que ocurrieron los hechos”.

Se trató de una testigo relevante –además fue la única civil de la jornada, porque los otros tres testigos fueron funcionarios policiales- y manifestó que nunca supo en los casi tres años de noviazgos que Fernando hubiera sido violento con Nahir.

Sí contó un único hecho de violencia, registrado el 25 de diciembre del año pasado dentro de un boliche bailable.

En la reunión previa a esa salida, las amigas notaron que Nahir presentaba heridas en la pierna y en el brazo y les contó que se las había provocado Fernando.

Ya en el boliche observó que Nahir y Fernando estaban discutiendo, entonces ella intercedió para separarlos y fue en ese momento que le dio un puñetazo en el ojo derecho a la víctima, mientras le recriminaba por haber lastimado a su amiga. De manera enfática aclaró que en ese instante Fernando se largó a llorar, y que le dijo que nunca había golpeado a una mujer ni tampoco lo haría.

Luego explicó que ella no participó de ningún otro altercado, aunque manifestó sentirse amedrentada porque los entornos sociales la culpaban de haberlo agredido a Fernando junto a Nahir; situación que la desmintió categóricamente.

Ella misma aclaró que tras el crimen del 29 de diciembre se distanció de la amistad con Nahir por lo que había hecho. También expresó de manera categórica que durante todos los años de relación entre Fernando y Nahir (que la ubicó en la coordenada del tiempo desde 2015), nunca supo de alguna agresión por parte de él hacia la imputada.

Al igual que los amigos de Fernando, Sol Martínez caracterizó esa relación con intermitencias, “iban y venían todo el tiempo”, pero se mantenía con el tiempo.

 “Es lamentable, pero estaba con una asesina y no me daba cuenta”, sostuvo conmovida para agregar: “Nahir estaba loca” y aclaró que pensó eso luego de saber que había confesado que había cometido el crimen.

Esta jornada finalizó con los aportes de funcionarios policiales: Jalil Córdoba, de Criminalística, quien realizó el levantamiento de rastros en el lugar de los hechos; y Daniel Antonio Suárez, la licenciada Gabriela Laiño y Alejandro Cardozo, quienes explicaron al Tribunal sus diferentes actuaciones.

 

Cuarta audiencia

 

La cuarta audiencia se realizó el lunes 11, y se produjo el segundo pedido de falso testimonio, esta vez por parte de ambas querellas.

La audiencia se inició a las 9 y finalizó a las 15:25, con el aporte de siete testigos, sin contar a Meliana Korch (hermana de la mamá de Nahir Galarza) quien hizo uso de su derecho de abstenerse de declarar por su grado de parentesco.

Los testigos que sí declararon ante el Tribunal fueron: Joaquín Osorio; Exequiel Silveyra; Esteban Raúl Benetti; Rafael De Steffano; María Inés Correa; y los peritos Fernando Ferrarri (bioingeniero) de la Procuración y Jorge Gabriel Reyes de Criminalística de Gendarmería Nacional. La quinta persona en prestar testimonio fue una vecina de Nahir Galarza, identificada como María Inés Correa; quien manifestó haber visto cómo Fernando agredía a Nahir en varias oportunidades, incluso que el 29 de diciembre portaba una pistola en la cintura, a la altura del ombligo y que ambos andaban en una moto sin casco. Las querellas particulares solicitaron al Tribunal que instruya al Ministerio Público Fiscal por el posible falso testimonio, enmarcados en el Artículo 275° del Código Penal.

Pero la jornada tendría un episodio relevante al final. Cuando el Tribunal había abandonado la Sala, Nahir Galarza regresó al recinto y se dirigió al fiscal Sergio Rondoni Caffa, recriminándole –erróneamente- querer exhibir un video íntimo registrado a través del celular de Fernando Pastorizzo.

“Si usted muestra ese video va a ser el responsable de que yo me suicide”, le reprochó Galarza a un sorprendido Rondoni Caffa.

Luego la situación se calmó, aunque la tensión quedó flotando en el ambiente de una sala que había estado en tensión durante casi las seis horas y media que duró el debate.

Para varios observadores de esa escena, Nahir tuvo hacia el fiscal la misma actitud que mantenía casi siempre con Fernando: la amenaza.

 

Quinta audiencia

 

La quinta audiencia se realizó el martes 12 y fueron casi siete horas y media de debate: se inició a las 9:05 y finalizó a las 15:35, y participaron ocho peritos, todos contundentes en sus informes.

El primero en declarar fue el médico forense, Marcelo Benetti, que tuvo a su cargo la autopsia del occiso en la mañana del 29 de diciembre.

Luego le siguió Mariela Lilian Sánchez, bioquímica, que presta servicios en Criminalística de Paraná, quien analizó si la víctima tenía restos de alcohol en sangre y orina, lo que descartó de manera rotunda. La perita María Silvina Taleb, también bioquímica, realizó el estudio sobre restos de tóxicos u otros estupefacientes, lo que también dio negativo.

La cuarta persona en brindar testimonio fue el perito Mariano Iván Zabala, experto en accidentología vial, quien también fue concluyente al afirmar que la moto en la que se desplazaba Fernando Pastorizzo y Nahir Galarza por calle General Paz al 500 en esa fatídica madrugada del 29 de diciembre, transitaba a muy baja velocidad o estaba detenida.

El quinto perito fue el comisario inspector Marcelo Leonhardt, de Criminalística de Gualeguaychú, quien determinó en su informe balístico realizado luego de las correspondientes planimetrías, que el disparo que ingresó por la espalda de la víctima tuvo una trayectoria que finalizó a 50 metros del cuerpo, incrustado en la pared de una vivienda. Además de dar cuenta que en el lugar se encontró una vaina servida y un plomo perteneciente a una pistola 9 milímetros.

El sexto perito, tal vez el más categórico, pedagógico y concluyente fue el de Lázaro Javier Azcué, especializado en balística, quien brindó un pormenorizado informe sobre cómo se utilizó el arma que dio muerte a Fernando Pastorizzo y también fue contundente cómo ocurrió la secuencia de los dos disparos.

Su informe determinó que tanto la vaina como el plomo encontrado en el lugar del hecho correspondían a la pistola secuestrada en el hogar de los Galarza y junto a otros estudios que se realizaron determinó que el primer disparo fue a escasa distancia y por la espalda; y el segundo (el que ingresó por el pecho) fue a una distancia no mayor a cincuenta centímetros, tomando el arma y el cuerpo de la víctima como parámetros.

También fue categórico al descartar que pudo haber ocurrido dos disparos accidentales; aunque admitió que el primero pudo haber sido involuntario o no. Pero fue concluyente que dos disparos involuntarios es imposible de suceder, máxime teniendo en cuenta que en este caso la agresora tuvo que desplazarse alrededor del cuerpo de la víctima con el arma empuñada y efectuar la segunda detonación.

Las dos últimas en declarar; María Barros y María Belén Godoy, de Criminalística de Paraná, explicaron –también de manera concluyente- que los dos disparos se hicieron a una distancia muy corta: el primero a no menos de 20 centímetros y el segundo no mayor a 50 centímetros. Y también confirmaron que entre el primer y segundo disparo hubo un desplazamiento de la agresora, lo que prácticamente descarta la posibilidad de un hecho involuntario.

 

Sexta audiencia

 

La sexta audiencia se realizó el jueves pasado y durante casi cinco horas declararon dos médicos psiquiatras y dos psicólogos.

En esta audiencia, la defensa técnica de la imputada contó con la colaboración de una consultora técnica, la psicóloga Graciela Tobar. Los dos primeros profesionales en declarar frente al Tribunal, fueron la médica psiquiatra Yamila Built; y el psicólogo Nicolás De Battista, quienes trabajan en el área de Salud Mental del hospital Centenario.

Ambos profesionales fueron coincidentes en sus aportes y expresaron que evaluaron a Nahir Galarza el 2 de enero pasado, para saber si había algún criterio que ameritara su internación, lo que fue descartado.

Luego declaró el médico psiquiatra Simón Pedro Gighlione, quien es miembro del cuerpo forense del Poder Judicial, y con solvencia relató que se entrevistó con Nahir Galarza en tres oportunidades para elaborar los puntos de la pericia de acuerdo a lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal, las querellas y la defensa y que para ello empleó una metodología semi estructurada que le permitió indagar sobre la psiquis de la persona.

Gighlione explicó que la imputada “evidencia baja tolerancia a la frustración con tendencia a la irritabilidad y desregulación emocional como rasgos de personalidad”.

Y subrayó que no presenta estrés postraumático (la defensa le había pedido que indague si había sufrido violencia de género) ya que no se observa la presencia de síntomas de reexperimentación del trauma y no presentó síntomas de evitación del trauma.

La última testigo en declarar fue la psicóloga Alicia Yolanda Paday, quien fue convocada por la defensa de la imputada.

Esta profesional reconoció que entrevistó personalmente una sola vez a Nahir durante una hora y media y que le realizó cuatro tests, que le permitieron deducir que presentaba características de haber sufrido violencia de género e incluso fue más allá al señalar que para ella incluso fue abusada en algún momento de su vida, aunque no lo pudo constatar.

Recalcó que uno de los tests tenía más de 600 preguntas, que se lo dejó a Nahir y que al otro día sus abogados se lo alcanzaron. Lo que nadie pudo constatar si las respuestas fueron realmente realizadas por Nahir, aunque ella aportó un dato al respecto: “Al final del test le hice escribir el nombre y la fecha”, dijo.

Aseveró que Nahir venía sufriendo mucha presión psicológica –por lo menos desde hacía un año - y estaba viviendo al límite del desborde emocional y que para ella lo ocurrido esa madrugada del 29 de diciembre pudo haber sido accidental.

Reconoció que esa entrevista de una hora y media no fue video grabada por decisión suya y que la relación que mantenía con Fernando no era de pareja; aunque más adelante dijo que Nahir lo protegía y lo cuidaba y con respecto a la cantidad de años que llevaban relacionándose, lo enmarcó en una cuestión simbólica y no en un compromiso de noviazgo.

Siempre presentó a Nahir como víctima e incluso llegó a aseverar que “la imputada no puede manifestar conductas agresivas”.

La Fiscalía como la querella están analizando sino incurrió en falso testimonio como perito y seguramente lo plantearán en los alegatos finales.

La audiencia de hoy dará inicio a los testigos de la defensa y así el juicio ingresa en su etapa final, camino hacia los alegatos de clausura.

 

Por Nahuel Maciel

EL ARGENTINO


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