Mercedes Tamashiro

Es kinesióloga egresada de la UBA en 1996 y especializada en rehabilitación neurológica.

Para esto viajó a Japón, país de  sus padres,  donde estudió neurociencias.  

Su kinesiología la practica “desde otro lugar” como dijo aludiendo a la sanación pránica,  que alterna con su trabajo en una conocida Clínica del dolor de Escobar.

 “El sistema nervioso me parece fascinante por su plasticidad  y recuerdo que en Japón me impactó saber que las emociones tienen repercusión a nivel neurológico. Somos un todo, no podemos separar lo emocional del cuerpo físico   Me llamó mucho la atención ese mecanismo del bienestar”, compartió  Mercedes Tamashiro, que desde 2014 está en Gualeguaychú, con su esposo Manuel y sus trillizos Juan, Sol y Manuel.

“Fui a Japón becada para estudiar mecanismos fisiológicos del sistema sensorio motor y me asignaron un trabajo relativo a los circuitos de motivación. Y aquí entra lo emocional, porque la fisiología dice que uno tiende a hacer las cosas que te hacen sentir bien”.

“Los niños son una clara evidencia de esto, porque tienden a repetir lo que les gusta.  Los adultos, con una programación cultural, social, familiar, estamos acostumbrados a hacer  lo que no nos gusta, de manera que   ese mecanismo está totalmente desadaptado”.

 

- Pero si es trabajo, es por necesidad...

“Sí, pero cuando se empieza a entender que la emoción que genera, en algún momento repercute en el cuerpo físico, hay que contemplarlo al momento de negociar la propia salud. Hay que disponer de la mente para cambiar la estrategia. No estoy diciendo que no se trabaje, sino que tiene que ser sin negociar la salud. Ese es mi concepto de salud hoy”.

 

- Y para corregir esta desadaptación, proponés la sanación pránica...

“En realidad, lo estudié primero neurológicamente; conociendo los circuitos de motivación, sé que a veces los dolores se generan porque hacemos cosas que nos hacen sentir mal. Y ahí quedan,  porque no escuchamos al cuerpo, que es tan importante como la mente o lo dejamos de lado”.

 

- ¿Qué es la sanación pránica?

“Para que haya vida hay energía, una fuerza vital que nos sostiene”, comenzó a contarnos. 

“Si esa energía no estuviese, no estaríamos vivos. El Maestro Choa Kok Sui dedicó su vida a investigar  qué es esa fuerza vital. Porque no somos sólo un cuerpo físico sino que hay más. Sentimos emociones, ¿y dónde están?”, preguntó y sin esperar  respuesta, continuó “no tienen un lugar físico. Todos sabemos que pensamos y ubicamos los pensamientos en la cabeza. Pero hay un cuerpo energético de la mente y un cuerpo energético espiritual, porque el ser humano es esencialmente espiritual. Y no hablo de religiones, porque la espiritualidad la practica el surfista en comunión con el mar...”, afirmó. 

“Hay una energía espiritual  que afecta a este cuerpo energético, nuestro bienestar y nuestra salud también”, retomó, para explicar  “Choa Kok Sui describe que alrededor del cuerpo físico hay un cuerpo energético que  la ciencia puede demostrar, porque esto se mide con la fotografía  Kirlian.  El cuerpo físico tiene a su alrededor materia en estado gaseoso,  con partículas positivas y negativas. Para la ciencia occidental es el cuerpo bioplásmico.El Maestro también dice que las enfermedades y dolencias están primero en el cuerpo energético emocional y después tienden a fisicalizarse”, esto es, pasar al cuerpo que conocemos. 

“El concepto es que así como el cuerpo físico se ensucia y uno se baña, el cuerpo energético también requiere limpieza de emociones y pensamientos negativos. Es un nuevo paradigma, muy nuevo y efectivo. Como kinesióloga, debo estar antes que el proceso se dé en el cuerpo físico o si ya ocurrió, asegurarme que dispone de energía para reparar eso”.

“Siempre digo a mis pacientes, cuando acusan un dolor que no se ve en imágenes “mejor así, porque el problema no se fisicalizó. Está en otro lado. Limpiemos eso”.

 

-¿Cómo es el proceso, qué hacés?

“Como es algo nuevo, me tomo un tiempo para explicar  lo que estoy contándote. Y como es científico, porque está validado, lo objetivo. Le pongo un número al dolor.  Pregunto ¿cuánto le duele?” dijo acerca de la escala que puede comenzar con un 8 y luego bajará, hasta llegar a 0, como afirmó.

“Por supuesto,  si el proceso está en el cuerpo físico, que sientas mejoría no significa que hayas sanado. Por lo pronto, no habrá dolor. La idea es que esa zona lastimada disponga de energía para reparar”.

 

-Después de explicar, el paciente va a la camilla y comienza la sesión... 

“Sí, pero desde otra mirada, a través de la sanación pránica... La diferencia es que no trabajo en el cuerpo físico, sino en el energético. Además, trabajamos los chakras, que son centros de energía situados en el cuerpo humano, y si funcionan bien, cada órgano se provee de energía adecuada para funcionar. Pero a veces el estrés, la tensión, la irritabilidad, la falta de tolerancia afectan el plexo solar. Entonces  nos duele la panza porque el estómago o el intestino no tienen energía para funcionar. Si hacés una limpieza, enseguida se alivia”.

“Hace ocho años empecé  investigar sobre la medicina oriental y comencé a tener otro panorama de la salud y el bienestar. No es que la medicina occidental no los contemple, sino que se amplía el panorama. Hoy no me alcanza con que mis pacientes estén bien físicamente”, resumió. 

 

Mercedes también es instructora desde el año pasado y sobre esto afirmó “en veinte años de carrera siento que hay algo que vale la pena enseñar. Tengo trillizos de 11 años, mi primeros pacientes. Cuando tuvieron otitis, fiebre, dolor de panza,  les hacía sanación y pasaban el proceso mucho mejor. Pensé que tenía que enseñárselo a todas las mamás, porque da resultado. Claro que esto no reemplaza a la medicina -aclaró-  sino que la idea es que podamos complementar. No hay que fanatizarse: hay que dar el ibuprofeno y hacer la sanación”.

 

“Lo importante es tomar conciencia de que uno puede sentirse mejor. La mirada de la medicina oriental es así, uno puede cultivar la energía para sentirse cada vez mejor. Y hay algo más, y es la generosidad de Choa Kok Sui,  porque cualquier persona mayor de 18 años puede aprender a aliviar su cuerpo energético”.

“Esto está en todo el mundo” dijo al finalizar, y agregamos que ella  lo aplica y enseña en Gualeguaychú.

 

Silvina Esnaola

EL ARGENTINO