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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
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El fin del keynesianismo en la obra pública

El fin del keynesianismo  en la obra pública

En medio del temblor financiero y la visita de la misión del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno Nacional decidió finalmente avanzar sobre las retenciones a la soja.


Si bien mantuvo el esquema de rebaja en el poroto, suspendió el previsto para aceites y harinas. Además, redujo fuertemente los reintegros a las exportaciones y elimina el Fondo Federal Solidario, que se coparticipaba con las provincias y tenía un derrame también en las comunas.

Para el municipio de Gualeguaychú significará una merma de los ingresos para obra pública de 23 millones de pesos estimativamente, dinero que mayoritariamente era empleado para financiar programas de mejoras de infraestructura vial en los barrios, ejecutados mayoritariamente a través de Cooperativas de Trabajo, generando empleo mediante un sistema keynesiano.

Esto es una teoría económica propuesta por John Maynard Keynes, plasmada en su obra "Teoría general del empleo, el interés y el dinero", publicada en 1936 como respuesta a la Gran Depresión de 1929. Está basada en el estímulo de la economía en épocas de crisis.

La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos. El interés final de Keynes fue intentar dotar a las instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, método que se llamó política fiscal.

La justificación económica para actuar de esta manera parte, sobre todo, del efecto multiplicador que, según Keynes, se produce ante un incremento en la demanda agregada.

Con el tiempo, se supo que si bien la inversión del Estado generaba mano de obra, por otro lado terminaba destruyendo empleo en el sector privado, al incrementarle el costo impositivo a las empresas y pequeños emprendedores.

Es la inversión del sector privado, que hace que las economías se robustezcan, nunca el Estado podrá suplir ese flujo de inversión y cuando intentó hacerlo, vemos una enorme deficiencia, por sobreprecios, corrupción y obras que nunca se lograron terminar como sucedió con el Hospital Bicentenario, que ya va para el tercer año consecutivo con la obra paralizada por problemas de fondos.

Sin embargo, debemos cuidar a la empresa de la económica social, que desde hace más de 15 años en nuestra ciudad construyó barrios, centros comunitarios, centros de salud, plazas, pavimentos y cordón cuneta.

Se debe buscar la forma para que esos trabajadores calificados, puedan seguir sobreviviendo y convertirse en empresas robustas y con capital de trabajo suficiente para poder salir a competir en el sector privado, con el fin de garantizar su permanencia y con ello la búsqueda de la excelencia permanente en su prestación de servicio


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