Juventud renació en la última fecha y dio un gran paso hacia la salvación

Juventud Unida llegaba a la novena fecha de la Reválida con la obligación de ganar para seguir en carrera, ya que estaba al borde la zona roja y en la última jornada quedaba libre, por lo que solo un milagro salvaba al elenco albiceleste si no ganaba anoche.

Sabiendo que era la última oportunidad para no perder la plaza en la tercera categoría del futbol argentino, el Decano lo jugó como una verdadera final ante un equipo con mejor presente que Juventud y sin la presión de jugar por el descenso.

La visita buscó ser un equipo equilibrado desde el inicio y no darle opciones de ataque a su rival, pese que en el primer cuarto de hora puso en su arco a la visita. Pero con el correr de los minutos, el Albiceleste fue creciendo desde el orden y aprovechó algunas falencias del dueño de casa para arremeter contra la valla del ex Juventud Unida Emilio Rébora, aunque le faltó profundidad en los metros finales durante el primer tiempo.

Encima, en el inicio del complemento, la visita encontró la apertura del marcador y los fantasmas de las dos últimas derrotas volvieron a aparecer, ya que el equipo se desmoronaba por completo cuando le hacían un gol. Lautaro Ceratto aprovecho una serie de rebotes en el área y puso el 1-0.

A sabiendas que no había mañana, en esta oportunidad el gol en contra no fue un mazazo si no le dio más fuerza desde lo anímico para ir a buscar el resultado. Pero la clave estuvo en el banco, en los cambios que dispuso el entrenador Miguel Fullana, quien apostó por Leandro Fernández y Franco Lonardi para tratar de romper la última línea del rival.

Fue a partir del desequilibrio de estos dos, cuando el “Juve” comenzó a crecer y con un golazo del “Lechu” Fernández encontró la igualdad, tras una gran jugada de Lucas Fiorotto apilando rivales.

Juventud fue pura garra, entrega y corazón en el segundo tiempo y tuvo su merecido premio a los 38’, cuando nuevamente Fiorotto se vistió de asistidor, esta vez para bajarle de cabeza la pelota a Franco Lonardi, quien definió el gol para desatar la euforia de la delegación albiceleste.

Tras dar vuelta el resultado, el Decano aguantó con sufrimientos los embates del local y con espacios iba a sentenciar la historia por intermedio de Guillermo Villalba, otro que ingresó desde el banco, en tiempo cumplido y volver a desencadenar la algarabía de todo el elenco visitante.

Enorme reacción y triunfo de Juventud Unida, que estaba en terapia intensiva, al borde de desaparecer de la esfera nacional y renació con su última vida.

Con este triunfo, los de Gualeguaychú terminaron con 27 puntos, condenaron al descenso a Atlético Paraná por la Zona B y como peor escenario jugarán un desempate por la permanencia con Deportivo Roca, ya que el equipo de Rio Negro es el único equipo de los que se ubican en zona de descenso por la tabla acumulada que puede alcanzar la línea del Decano. Pero para eso deberá ganar los dos partidos que le restan, caso contrario Juventud se mantendrá en el Federal A.