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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Opinión

Don Ruperto un maestro del 2x4; de PI=3,1416 y de SO4H2

Don Ruperto un maestro del  2x4; de PI=3,1416 y de SO4H2

Estimados lectores, esta vez recordaremos con mucho cariño a otro convecino, entrañable amigo y eximio docente de música, de matemática, de química y otras ciencias: el profesor don José María Ruperto Gelós.


Por Jorge Pedro Jurado

(Colaboración)

Quienes ya peinamos canas ya hace tiempo nos acordamos mucho de su casa de la calle Rocamora, enseñando matemática y a la vez tocando el bandoneón. Que mezcla tan rara pero a la vez tan extraordinariamente mística.

De chico yo era medio duro para la matemática y mi madre me mandaba a clases particulares a la casa de don Ruperto. Allí entre pizarrones en el patio tratando de descifrar algún teorema quien esto escribe prefería deleitarse escuchando un tangazo interpretado magistralmente por el profesor Gelos.

Nació en Basavilbaso (o Baso como a veces se le dice a esa ciudad) el 27 de marzo de 1915. Sus padres fueron José María Santos Gelós y Catalina Pérez. Cursó sus estudios primarios en la escuela municipal Beata Maria Crescencia Pérez, 4to y 5to grado en la Escuela Rocamora y 6to grado en la Escuela Guillermo Rawson y los estudios secundarios en el Colegio Nacional Luis Clavarino.

En Paraná estudió el Profesorado de Matemática, Física y Química en la Escuela Normal José María Torres egresando en 1937 y allí conoció a quien sería su esposa y con la cual se caso siendo ambos muy jóvenes.

Fue el mayor de siete hermanos: Carmen Rosa, Nicolás Bartolomé, Salvador Rafael, Marcela Catalina, Nieves Mariana y Enrique Ramón.

El matrimonio con doña Erna Naín Londero tuvo tres hijos: Sara Catalina Rosa, Ana María y el pequeño Gustavo lamentablemente fallecido a los seis meses de edad. La familia Gelós fue bendecidos con muchos nietos ya que Sara les regaló a Gabriela, Celeste y Pedro; y por su parte Ana brindó a José María, Erna y Elisa. Luego vendrían los bisnietos.

Como la mayoría sabe don Ruperto era amante de los números y la matemática desde pequeño. Dio clases en el Colegio Nacional Luis Clavarino y también en la unidad penal de Gualeguaychú a los internos allí alojados.

Fue presidente del Club de Pescadores, fundador y vicedecano de la facultad de Bromatología de la UNER siendo en ese tiempo y por muchos años la única en América del Sur, profesor de Matemática y Astronomía, músico, eximio pescador, gran consejero y entusiasta colaborador del Club de Pescadores, en especial de su querida Comparsa O’Bahia junto a su señora.

Jugaba muy bien al fútbol y era una de sus pasiones junto con la música. Fue campeón en Black River de Gualeguaychú en 1933 y también jugó en Patronato de Paraná y llegó a ser presidente de Black River.

En el patio de su casa enseñaba a sus alumnos particulares, como le consta a quien esta nota recordatoria escribe. En tres grandes pizarras que había y siempre decía que si sus alumnos salían mal en el examen no les cobraba un peso. Creó también la Asociación Musical de nuestra ciudad, en la cual un salón lleva su nombre.

De joven su padre lo ayudaba con el estudio como así Ruperto lo ayudó siempre con su bandoneón. Iba a casas de familia a tocar.

Tanto su yerno Pirincho Peverelli y su nieto José María antes de morir le prometieron que el Club de Pescadores levantaría una escuela con su nombre. Hoy en día esa escuela, la n° 208, tiene nivel primario y secundario. El edificio cuenta con tres pisos y con mucho orgullo se llama - tal la promesa - Profesor José María Ruperto Gelós. Sus allegados lo apodaban Cototo. Fue un hombre muy bueno, simple, excelente padre, abuelo y bisabuelo. Tranquilo como agua de pozo y con una paz que irradiaba donde y con quien estuviera. Inteligente, sagaz, memorioso, un buen amigo, didáctico para enseñar, sutil y soñador para interpretar el bandoneón.

Por esas cosas feas de la vida, don Ruperto falleció en nuestra ciudad el 6 de junio de 1998.

Tenemos mucho orgullo en recordarlo, y personalmente debo manifestar que sentía una profunda admiración por Ruperto Gelos, su bonhomía, su don de gente, su inteligencia. Muchas veces escucho en mis silencios sus palabras transmitiéndome sus conocimientos y esa maravillosa música que rondaba el aire de la vieja casona de la calle Rocamora. Como desearía volver a escuchar la voz de mi madre diciéndome: Jorge hoy debés ir a tu clase con Ruperto.

Agradecemos a Ana y Sarita Gelós y a Elisa, Erna, José y Antonio Peverelli la inestimable colaboración para esta nota. Muchas gracias. Hasta pronto queridos lectores si Dios quiere.

(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires y Director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.

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