Luisa Dumón de Agesta: De chiquita, iba a escuchar cuentos a la Biblioteca de la que hoy es vicepresidenta

Silvina Esnaola

Llegó a la entrevista haciéndose un hueco en su agenda (es una mujer organizada) y trayendo un regalo que dice mucho sobre su sentimiento hacia la institución de la que es vicepresidenta: “Historia de la fundación de la Biblioteca Popular Sarmiento”, de Hugo Daroca.

Luisa Dumón de Agesta tiene una fuerte ligazón con este espacio educativo.

-¿Desde cuándo está ligada a la educación?

“Desde que me recibí de maestra en el ´59. Soy maestra normal nacional, de las antiguas. En el ´60 empecé a trabajar y lo hice hasta el 1999, cuando me jubilé. Trabajé en algunas escuelas provinciales y en 1961 ingrese en la Escuela Normal, donde hice toda mi carrera. En el año 1968, siendo secretaria de la ENOVA, me ofrecieron la secretaría del Instituto Superior de Enseñanza María Inés Elizalde, INES por entonces porque éramos nacionales”, cargos que dejó con la jubilación.

Al año siguiente, Luisa se incorporó a la comisión de la Biblioteca Sarmiento, para ella de importancia singular “porque es la Biblioteca de mi barrio. Viví en Bolívar y Alberdi y ella está en San Martín y Alberdi. Era asidua concurrente a las tardes de cuentos que se hacían todos los viernes, tan es así que recibí premios por mi asistencia perfecta”.

-De chiquita, además de escuchar cuentos, ¿retiraba libros para leer en casa?

“Sí. En mi familia siempre fueron socios de la Biblioteca. Mis hermanos estudiaron con sus libros. Yo también. No era época de fotocopias...”

-¿No han quedado rezagadas por internet?

“Sí, pero hay docentes que todavía dan fotocopias que extraen de distintos textos, para facilitarles el trabajo a los chicos...”, comentó poniendo en duda la efectividad de este sistema, que no permite un aprendizaje al no posibilitar un anclaje, porque son pedacitos de conocimiento que van sumándose, como cuando copian y pegan tomando de la computadora. Pero no sedimentan.

Por esta razón, Luisa se entusiasma con el trabajo de los docentes “que piden a sus alumnos investigaciones en textos, que trabajen con libros y elaboren un trabajo con una conclusión. Algunos van acompañados por sus docentes, otros lo hacen con su padres”, compartió, dando muestras de su permanencia en el lugar, que le permite este tipo de observaciones.

aquellos años de usuaria de la Biblioteca a hoy, hay toda una vida vinculada a ella. ¿Qué trabajo hace como vicepresidenta?

“Secundar al presidente en todo lo que realiza. La mayoría de los integrantes de la comisión somos docentes jubilados. Muy pocos están en actividad. El presidente -Pedro Darchez- lo está. Es lógico entonces que a veces no pueda cumplir con ciertas obligaciones y nosotros lo reemplacemos”.

-En este momento, ¿cuál es el fuerte de la Biblioteca?

“Aparte del uso de los libros, de internet -que es gratuito excepto que se imprima un trabajo- y las consultas a la hemeroteca, la Biblioteca abre sus puertas a distintas actividades. Tenemos un taller de lectura que está coordinando Luis Castillo, un taller de teatro a cargo de Silvina Miró, las Abuelas cuenta cuentos, un proyecto municipal a cargo de Sonia Luján y el salón de actos, que alquilamos porque debemos afrontar gastos de electricidad, calefacción, limpieza y demás”.

Luisa afirma que la Sarmiento es de lo más activa “y por el hecho de vivir en la misma cuadra soy a veces el comodín, la persona que se encarga de abrir cuando van los grupos a ensayar, porque hay que desactivar la alarma. Y cuando terminan, me ocupo de activarla y cerrar”, dijo contenta, demostrando que esto de ser el comodín no le molesta para nada.

“Me gusta comprometerme con las instituciones donde trabajo. Por eso me integré a la Comisión directiva recién cuando me jubilé. Antes no podía hacerlo”

¿La familia acompaña?

“Sí, siempre acompaña. Y está involucrada con la Biblioteca”.

-¿Cómo es la situación de la Biblioteca hoy?

“Somos una ONG que está sufriendo lo problemas que sufre todo el país”, afirmó y dando un ejemplo de esto, contó “en marzo debimos afrontar el arreglo del techo, porque había filtraciones. Apenas tuvimos el presupuesto de los materiales y la mano de obra empezamos a pedir ayuda por todas partes pero al día de hoy, nadie nos ha contestado en forma efectiva. Se dispuso entonces de un dinero que la Biblioteca tenía para otra cosa y el monto se completó con dinero que pusimos los miembros de la comisión. Y todavía estamos esperando ayuda...”

Los que no esperaron fueron los miembros de la comisión, azuzados por los 150 años que cumple la Biblioteca o mejor dicho, por los festejos a causa de este aniversario.

“Veíamos que se acercaba el aniversario y tendríamos que hacer el acto de los 150 años con goteras en el salón de actos. No podíamos permitirlo. Teníamos que empezar sí o sí con los arreglos”, afirmó, y le dijimos qué suerte tener gente así entre nosotros, lo que reiteramos ahora.

Ya se conoce la agenda para este mes, con charlas los días viernes y la celebración principal el 31 de mayo, cuando como todos los años, la comunidad de la Biblioteca se reunirá en la Misa de la Catedral, para luego compartir en el salón la proyección de un audiovisual que reflejará su historia, al que le seguirá el brindis con torta.

“La celebración será austera”, dijo Luisa, aclarando que también será abierta a todo el que quiera concurrir.

Y al día siguiente, sábado 1º de junio, por gestiones de la Biblioteca Sarmiento se presentará en el Teatro Gualeguaychú la Banda de la Policía de la provincia, con entrada gratuita, como parte de los festejos.

“Tenemos que hacernos cargo del sonido y de la cena de los integrantes de la Banda, sesenta personas”, dijo compartiendo las corridas y malabares que deben hacer.

-¿Cómo podemos hacer para colaborar con ustedes?

“Quien quiera hacerlo puede comunicarse de 16 a 20 con la Biblioteca al teléfono 422702 o escribirnos a [email protected]”, respondió confiando en la ayuda que llegará, confianza que le permite vivir este aniversario “con mucha expectación”, como dijo, “porque hay mucha gente que tiene muchas ganas de hacer cosas”.

Como Vicepresidenta de la Biblioteca Sarmiento, Luisa tiene mandato hasta 2020. Y espera poder seguir ofreciendo su trabajo.

Algo que no sorprendería a quienes la conocen, que saben que Luisa no es de las que pueden quedarse sentadas...