El milagro de los Balcanes

Primera parte

Por Jorge Pedro Jurado

(Colaboración)

Estimados lectores, como un sueño casi imposible de creer hace un tiempo viajé con mi nieta mayor María Agustina a Croacia, con el propósito de visitar el Santuario de la Virgen de Medjugorje, vocablo que en croata significa 'Entre montañas'.

Ya había viajado a ese hermoso país pero aquella vez recorriendo las ciudades e islas más del norte y ahora decidimos que el objetivo y centro del viaje fuera la vieja ciudad de Dubrovnik, antiguo Reino de Ragusay el santuario de Nuestra Señora de Medjugorje en Bosnia.

Llegamos a Dubrovnik, desde Barcelona. Les debo confesar que la devoción y ansiedad de mi nieta era enorme y la mía fue subiendo poco a poco.

El lugar era lejos desde nuestro hotel situado cerca de la amurallada ciudad vieja y sumado a lo largo del trayecto debimos transponer doble frontera con el país limítrofe de Bosnia donde se encuentra el santuario, ya que la geografía de la distribución del territorio de la ex Yugoslavia dió como resultado que debimos salir de Croacia y entrar en Bosnia. Luego de unos cuantos kilómetros volver a entrar en territorio croata para posteriormente tras un tramo relativamente extenso volver a pasar la frontera con el fin de entrar definitivamente en territorio bosnio. Les reitero fue un camino largo, un bellísimo paisaje sobre la costa adriática al principio y posteriormente muy árido y montañoso.

Es notable el cambio de escenografía cuando uno deja Croacia y entra en Bosnia, ya que por no estar esta última dentro de la Unión Europea, se ven rutas en mal estado, poblaciones y campiña no muy cuidadas, y sin entrar en mayores detalles el contraste es muy grande.

Lo que nos impactó en el viaje fue un hito que nos señaló el guía durante la ruta y que marcaba la división entre el entonces Imperio Romano de Oriente con el de Occidente. Increíble, es como cuando uno se detiene en la línea imaginaria divisoria del Ecuador o los trópicos, sensación única si las hay. También se podían ver muchas señales del fascismo y cruces esvásticas en carteles y paredes de viejas casonas que se pueden divisar desde la ruta.

Para quienes no recuerdan la historia de estos lugares y con la inestimable ayuda de nuestro guía recordamos que la ex Yugoslavia fue una federación de Estados que se formó tras la Primera Guerra Mundial y luego de la Segunda Guerra quedó bajo el liderazgo del Mariscal Josip Broz Tito, de influencia comunista pero muy respetado por los croatas. Estaba formada por seis naciones: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y Macedonia.

En 1980, luego de la muerte de “Tito” recrudecieron los movimientos nacionalistas y los conflictos bélicos. Se comenzó a hablar de una ‘Gran Serbia’ por un lado y de la independencia de las naciones por el otro. Esto dio inicio a la llamada Guerra de los Balcanes. Eslovenia tras una corta guerra fue la primera nación en proclamarse independiente en 1991.

Luego fue el turno de Croacia, las que solicitaron salir de la ex Yugoslavia. Esto provocó una extensa guerra. Pero más larga y cruel fue la guerra de Bosnia, que culminó en una limpieza étnica tratando de instalar la Gran Serbia. El escenario central fue Bosnia y Herzegovina, que era un estado multiétnico donde convivían muchas religiones y etnias. Estaban los musulmanes, los serbios ortodoxos y los bosnios-croatas (católicos).

Tras la independencia de Eslovenia y Croacia, se impulsó un referéndum por la independencia de Bosnia-Herzegovina. Los serbio-ortodoxos estuvieron en contra pero la casi totalidad de la población votó a favor de la independencia.

En marzo de 1992 Bosnia y Herzegovina se autoproclamó independiente de Yugoslavia, contra la voluntad de la parte serbio-ortodoxa del país. Estos habían amenazado a los musulmanes y bosnios-croatas que, si finalmente declaraban la independencia ocuparían el territorio del país.

Así fue que el 7 de marzo de 1992 nacía la república de los Serbios y comenzó la cruenta guerra que duró hasta 1995.

Fue terrible la masacre cometida especialmente en Kosovo. Le contábamos a nuestro joven guía qué en Argentina, salvando las distancias y con el respeto del caso, aquí cuando algo está caótico y desordenado se usa una expresión tal como “esto parece Kosovo” y no les miento. Aún se notan en Dubrovnik los daños causados por los bombardeos. La historia del intento de formar la gran federación Serbia tuvo consecuencias diferentes en las zonas de la ex Yugoslavia.

En Eslovenia casi no había serbios por tanto la guerra fue corta. En Croacia, al ser un territorio con mayor porcentaje de serbios-croatas, la guerra duró más y con mayor cantidad de muertos. Y en Bosnia Herzegovina la guerra fue muy sangrienta y brutal porque no había territorios étnicos claros.

A mediados de 1992 la ONU llegó a Bosnia para intentar proteger y ayudar a los habitantes de Sarajevo (capital de Bosnia Herzegovina) de las zonas ocupadas y en1995 se firmó el acuerdo de paz.

Solamente quise hacer un pequeño recordatorio del conflicto habido en esta zona. Recordemos además que también la Primera Guerra Mundial comenzó cuando fue asesinado en Sarajevo el archiduque Francisco Fernando que comandaba el Imperio Austro-Húngaro. Por lo que venían tiempos de guerras y cruentas masacres, donde de pronto aparece la madre de Dios con su mensaje de paz. Coincidencias si las hay no creo. Es así. Es lo que deseaba nuestra Madre: que se consolidara la paz.

Volviendo al motivo de nuestro viaje y al cabo de casi largas tres horas de auto desde Dubrovnik y con una temperatura que oscilaba en aproximadamente 38 llegamos a la iglesia de Medjugorje situada en la ciudad del mismo nombre.

En esta localidad cuentan que la Virgen María se habría aparecido en junio de 1981 a seis jóvenes croatas.

La localidad de Medjugorje posee dos grandes colinas, el monte Križevac y el monte Podbrdo, denominado hoy de "Colina de las Apariciones". Este fue el lugar de las primeras supuestas apariciones marianas y allí fue donde subimos luego de un ascenso por un camino muy dificultosamente escarpado y no les quiero contar lo que fue el descenso. El camino es de piedra dura, filosa y resbaladiza con lo cual los aproximadamente doscientos treinta metrosde altura tanto de subida como de bajada debimos hacerlo con sumo cuidado. En la cima nos sorprendió la imponente imagen de la virgen rodeada de un cerco donde los fieles nos arrodillamos a orar. Al pie de la imagen hay una placa recordatoria pidiendo por la paz en Corea del Norte. Todos los que allí estábamos en ese momento quedamos sorprendidos por lo inusitado de esa placa ya que, habiendo tantos conflictos armados en el mundo nos preguntábamos cual habría sido la razón de incluir ese país y no otros en guerra o simplemente haber colocado una leyenda que dijera “Paz en el mundo entero”. En fin cosas sin mayores explicaciones. En el otro monte llamado Križevac (Colina de la Cruz) está ubicada una gran cruz de hormigón de diez metros de altura. (Continuará.)

Hasta el domingo que viene si Dios y la Virgen María lo permiten.

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(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires, columnista en LT 41 y director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.