Tras la corrida el mercado inmobiliario está paralizado
Luego de haberse devaluado la moneda un 35 por ciento del viernes 9 de agosto al lunes 12, los proyectos de construcción en la ciudad se detuvieron y los propietarios de locales renegocian los términos del valor de los alquileres con sus inquilinos que ya venían golpeados por la caída en las ventas.
Con 43 años de trayectoria en el mercado inmobiliario local, Pedro Ramírez, se mostró preocupado por el parate que se está viviendo en el mercado inmobiliario local, al igual que en toda la provincia y el país tras la corrida cambiaria que comenzó el lunes.
“El mercado inmobiliario está parado” y “no se generan nuevos proyectos de construcción”, expresó a EL ARGENTINO.
“En el valor de los alquileres cuyos contratos ya se cerraron no hay variaciones, lo único que hay que tener en cuenta es de cuánto será el ajuste que se va a dar, cuando se renueve o se haga un contrato nuevo, para esto en general se toma en cuenta de cuánto será el ajuste a futuro”, agregó.
“En los últimos contratos celebrados se aplicaba un incremento del 15 por ciento por semestre, pero con este revuelo que se armó en la economía, no se sabe aún cual será el ajuste a aplicar en caso de hacerse un nuevo contrato de alquiler”, manifestó el corredor inmobiliario.
“Hoy por hoy el tema inmobiliario ya había sido afectado cuando el año pasado el Gobierno Nacional hizo una devaluación del 120 por ciento, esto provocó que la renta por los alquileres pasara a ser negativa y todavía se sigue perdiendo, la renta es cada vez meno para el propietario del inmueble si se toma el valor de una propiedad, que para lo único que sirve hoy en día es para el resguardo económico”.
Al referirse a los alquileres de los locales, dijo que “en muchos casos se están renegociando los precios. El análisis que hacen los propietarios es que si tiene un buen inquilino, que cumple con la renta, el locador no le va a convenir que se vaya porque luego le costará mucho poder volver a alquilarlo y es por eso que hoy se está renegociando todo. Hoy los que tienen un negocio no saben qué hacer para no cerrarlo y menos están las condiciones para emprender y abrir un negocio”.
Por otro lado José María Armándola, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Entre Ríos (CCIER), informó que el mercado había tenido una leve recuperación en la semana previa a las elecciones primarias, pero la crisis cambiaria paralizó todas las operaciones. Aseveró que los alquileres no pueden actualizarse con la inflación y que los alquiles generan problemas tanto en los inquilinos como en los propietarios.
“La semana pasada (el mercado inmobiliario) había comenzado a moverse un poco, con intenciones de compra bastante firmes, lo que significaba una mejora con respecto a meses atrás, cuando el mercado estaba muy parado”, consignó Armándola a la agencia APF.
“Cuando pasan estas cosas, como las crisis cambiarias o la depreciación del peso, el mercado entra en duda. No es que no se haga lo que se estaba conversando, sino que (la operación) se dilata en el tiempo hasta ver dónde se encuentra el punto medio”, narró.
Las búsquedas para compra apuntaban tanto a terrenos para construir o casas o departamentos para vivienda. Eran operaciones “de consumidor final, es decir compra para uso. El que está ausente es el inversor” en bienes raíces, relató.
En cuanto a los alquileres, los contratos “se van renegociando, no acompañando la inflación porque es imposible, sino tratando de hallar un punto medio razonable para ambas partes”, detalló. Al respecto, mencionó que con los valores actuales “al inquilino le cuesta mucho pagar y al propietario casi no le sirve la plata, pero todos esperamos que esto pase en algún momento”, afirmó.
Si bien en los principales centros urbanos de la provincia se ven muchos locales desocupados en las zonas céntricas y pululan los carteles de “se alquila”, Armándola puntualizó: “No es que haya demasiados lugares vacíos en el centro; hay, pero no tanto como en otras crisis mucho más profundas. En los barrios la rentabilidad ha bajado mucho y se ven más locales sin ocupar. Cuando hay menos consumo, el comercio se afecta en forma directa”.
“Estamos en año electoral. Hasta que esto no se defina ciento por ciento y no deje de ser un mero cálculo o especulación y no se haga una planificación económica que todos pensemos que tiene una proyección medianamente larga, no podemos mirar más que el día a día”, concluyó.