“Fuimos enemigos ahora estamos en paz”, resaltó Héctor Pereyra

Hace apenas nueve días en que el suboficial (R) Héctor Pereyra, fue contactado por royal marine Andy Damstag por las redes sociales, anunciándole que lo estaba buscando desde hace tiempo para devolverle su casco.

Andy lo tomó prisionero a Héctor y su compañero en la batalla de Monte Harriet durante la noche del 11 de junio, lo custodió y lo protegió durante la batalla que continuó hasta las 4 de la mañana del 12 de junio, hasta que fue evacuado en helicóptero. Nunca más se vieron, como tampoco ambos sabían si habían sobrevivido a la guerra.

Andy se llevó el casco de Héctor como trofeo de guerra, y 37 años después, pese a que podría venderlo a coleccionistas privados y hacerse de un buen dinero, el soldado británico, quiere devolvérselo.

“Ante todo tengo que dar gracias a esta agrupación de ex combatientes británicos que es muy similar a los centros de veteranos de Malvinas en nuestro país. Fue gracias a esta comunicación que se dio y la necesidad de devolver algo, lo que le llevó a Andy Damstag a intentar contactarme”, expresó Héctor a EL ARGENTINO.

“Después de tantos años de aquella batalla en Monte Harriet, en la que fuimos enemigos con este royal marine y combatimos, él siempre quiso saber qué fue de mi vida, que era de la persona que poseía en ese momento el casco que el hoy tiene en su poder.

Una vez que bajamos de la montaña, en la que yo estaba herido y luego de revisarme para saber si no era un hombre bomba, me custodió y me cuidó toda la noche hasta que el combate terminó, yo estaba herido, los paramédicos británicos me asistieron y fui evacuado en helicóptero. Él siguió combatiendo hasta entrar a Puerto Argentino. Luego de esa noche nunca más vi a Andy, ni siquiera sabía si había sobrevivido a la guerra”, recordó.

“No tengo idea de cómo nos vamos a encontrar, aún estoy sorprendido, no puedo creer que alguien quiera devolverme algo que yo estuviera utilizando en ese momento. Me enteré por las redes sociales que Andy me estaba buscando el domingo primero de septiembre. Él me manifestó mientras estábamos chateando que sentía la necesidad de saber si estaba vivo y si me había salvado. Quería saber el destino del dueño de ese casco que el atesoraba desde hace tiempo y es por eso que comenzó a averiguar a través de su agrupación de veteranos en Inglaterra que están contactados con nuestros centros de veteranos, para tratar de localizarme.

Después de la guerra de Malvinas, él siguió ocho años más en la Marina Británica, y me contó que en cada misión llevaba mi casco como un amuleto de la buena suerte, hasta que sintió la necesidad de devolverlo”, expresó.

“Tengo que agradecer el trabajo de una mujer malvinera de corazón, Marta Ranas, de Buenos Aires que se dedica a encontrar historias como esta e intentar contactar a los ex combatientes para mantener viva la gesta. Ya hay un montón de lugares donde la causa Malvinas es como que ya está, se dio por terminada, en mi experiencia no es así, participo siempre con mis compañeros de Monte Caseros y Curuzú Cuatía, como también en Gualeguaychú, la gesta de Malvinas se vive de forma diferente”.

-¿Cree que algún día veteranos británicos podrían estar en Gualeguaychú reuniéndose con los ex combatientes de Gualeguaychú?

- No creo. Me refiero a que la comunidad no lo aceptaría, porque para la gente todavía son enemigos. Para los ex combatientes a 37 años por distintas circunstancias combatimos contra una fuerza muy superior, pero fue una guerra declarada y creo que aún la comunidad no está preparada para una situación así, en cambio el veterano sí, piensan como yo. Fuimos enemigos y por supuesto que lo fuimos, nos hicimos mucho daño, nos matamos porque así es la guerra. Ya transcurrieron muchos años, por qué no sentarnos todos juntos en una mesa y decirnos, fuimos enemigos ahora estamos paz.

casco para mi hoy significa una unión con lo que hicimos con mucho esfuerzo, que fue defender la patria. La devolución de ese casco es un símbolo para todos los argentinos que combatimos. Hay recuerdos de Malvinas que solo están en mi cabeza y quedarán allí por mucho tiempo”, concretó.