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La Municipalidad marcó en las veredas de los bancos la distancia social
En Larroque la distancia entre demarcación es de 1,60 metros para resguardar a la gente que va al banco BERSA.
Tras las largas colas que se vieron el viernes a la mañana, por falta de cajeros suficientes para atender la demanda de personas que van en busca de efectivo al Banco Nación y al Bersa, el sábado a la mañana una cuadrilla de trabajadores municipales demarcó la distancia que deben tener las personas que esperan ingresar a los cajeros. En Larroque tomaron la misma medida.
En el marco de la emergencia sanitaria que atraviesa el país por la pandemia COVID-19, la Municipalidad realizó ayer el pintado de líneas en las veredas de los principales bancos de la ciudad para que los vecinos y vecinas que se acerquen a los cajeros automáticos tengan presente la distancia que debe haber entre cada uno.
Es importante remarcar que una de las indicaciones para evitar el contagio de COVID-19 es mantener una distancia de entre un metro y 1,5 metros entre las personas.
En Larroque
La Municipalidad de Larroque decidió demarcar la distancia que deben respetar las personas en una cola en este período de cuarentena y del “aislamiento social, preventivo y obligatorio” decretado por el Gobierno nacional.
La medida comenzó en la sucursal local del Banco de Entre Ríos, donde funciona la única boca externa que cuenta con dos cajeros en su interior.
“La idea es organizar la distancia aconsejable en este período de cuarentena, y lo establecimos en 1,60 metros entre cada línea a los efectos de resguardar posibles contactos no deseados, según se ha aconsejado ante posibles contagios”, explicó el intendente Leonardo Hassell.
En el caso del Banco “no solo se realizaron las marcas para la propia cola en el cajero si no para que no se superponga con la de los comercios vecinos, donde también se forman colas, por eso se demarcó el trayecto desde la puerta hacia calle Iglesias”, acotó el presidente Municipal.
No obstante “la medida se extenderá a aquellos comercios que tienen muchos clientes que deben esperar en la vereda para ser atendidos”, explicó Hassell, acotando “solo es cuestión de sentido común, agudizar el ingenio en estos tiempos y colaborar con al bienestar de los vecinos”.