Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Opinión

.

Domingo del buen Pastor

Domingo del buen Pastor

.


Waldemar Oscar von Hof

 

Nuestros cultos y misas en este domingo arrancan con el salmo 23. “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. La reflexión gira alrededor de la imagen de Dios como un buen pastor que cuida sus ovejas. Aparece en la memoria y en la mente esa ilustración de un hombre vestido con túnicas y con un cayado en sus manos acompañando un redil de ovejas. Muchas veces esa imagen se complementa con un pequeño cordero en los brazos de este pastor. En las culturas pastoriles la imagen es elocuente. Es el que guía, acompaña y cuida de las ovejas, cuida de este grupo de inocentes animales que necesita de un guardián y de quien los guíe hasta donde están los prados de pasturas o los abrevaderos donde puedan calmar su sed. Por siglos esta imagen ha servido al pueblo de Israel como perfil de su Dios, de Yahvé. Pero también como el paradigma que debía cumplir un buen gobernante en relación a su pueblo. Visión y cuadro reforzado por esa imagen del rey David, que en su infancia fue precisamente pastor de ovejas pero que en el imaginario del pueblo ha quedado como un buen pastor que supo cuidar de la nación israelí, como a sus ovejas.

El evangelio del domingo[1] nos cuenta que Jesús asumió, hizo suyo este perfil. “Yo soy el buen pastor” les dice a sus discípulos, el que entrega su vida por las ovejas, haciendo alusión a toda la historia pascual. No deja de estar ausente el concepto del cordero que es sacrificado en la fiesta pascual para ser alimento por un lado y para ser señal de los que han de partir de una situación de esclavitud a buscar una nueva tierra de libertad. Por siglos el pueblo de Israel repite este ritual inaugurado por Moisés en la noche de fuga con su pueblo[2], y que después se repite a modo de celebración. La celebración pascual, a partir de Jesucristo, es absoluta, es universal, recordándonos la integración al reino de Dios que está establecido entre nosotros de una vez y para siempre. Por medio del buen pastor, Jesucristo, que nos viene al encuentro en el bautismo, cada uno de nosotros ya somos parte de este grandioso proyecto que se llama Reino de Dios.

La figura del buen pastor seguramente desde siempre nos ha sido tan cercana, tan sensible como palpable, por la profesión que ella implica. El pastor de ovejas es un trabajador, ha sido común en las comunidades nómades y siguió vigente en las culturas asentadas. Aún hoy tenemos pastores en el mundo, pastores de rediles de ovejas peregrinando libres por los campos en oriente y los pastores de ovejas y de chivas en nuestro noroeste. Pero también en cierta forma es una profesión idílica ya que la relacionamos con la libertad y lo apaciguo de su trabajo. Quiero resaltar la figura del pastor como ícono del trabajador y ligarlo a nuestro día del trabajador, celebrado este 1º de mayo. El pastor guía, busca caminos, hace caminos al andar, pero también acompaña, cuida y arrea a sus ovejas. Hace un trabajo integral, ya que alimenta, cuida y hasta se juega la vida por sus ovejas. Es una profesión arriesgada, trabajo en su plena concepción. Cuando el pastor está acompañando a su redil no tiene pausas ni descanso, es una profesión a tiempo completo. Sobre todo es un trabajo que implica ponerle el cuerpo de una forma real. Veía la película en estos días de estrenos en la televisión, donde todo un pueblo semi pastoril, entre los cerros en Jujuy, era puesto en jaque por un puma que andaba rondando. Ya nadie dormía y la desesperada búsqueda para calmar a este ser luminoso que vino a desequilibrar el orden cósmico y a acechar a las majadas era conmovedor. 

Que este domingo nos sintamos acompañados por este buen Dios, por Jesucristo y por el Espíritu Santo, verdaderos pastores de cuerpo y alma que están a nuestro lado para que no nos falte el fresco alimento y al agua limpia que necesitamos para nuestra sed. Que también este buen pastor nos guíe para tener la mirada clara hacia adelante y poder superar nuestro encierro, nuestra cuarentena y por qué no, esta pandemia que nos acecha.

 

  • Pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata
 

 

 

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar