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La Facultad de Bromatología cumplió 48 años adaptándose a la modalidad de las clases virtuales

La Facultad de Bromatología cumplió 48 años adaptándose a la modalidad de las clases virtuales

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La cuarentena, que todo lo ha alterado, hizo que pasara desapercibido para la comunidad -aunque no para la gente que la hace y la vive- el 48° aniversario de la Facultad de Bromatología-UNER.

 

Desde allí un ayuda memoria nos dice que el 5 de mayo de 1972 se realizó el primer acto académico de la Escuela Superior de Bromatología: una clase magistral del Dr. Jorge Mullor.  El 8 de mayo comenzaron las clases en la sede académica que en sus inicios, fue el Instituto Magnasco.

El 23 de agosto de 1986 la Asamblea Universitaria aprobó la creación de la Facultad de Bromatología.

El 4 de mayo de 1991 se inauguró su edificio propio, en 25 de Mayo y Pte. Perón.

Y este año, 2020, será inaugurado el complejo educativo el Polo Educativo Gualeguaychú.

Este edificio iba a comenzar a funcionar el 16 de marzo pasado, cuando se suspendió el dictado de clases de todos los niveles en el país.

Y los encuentros virtuales se volvieron cotidianos también para estudiar.

Bertha Baldi Coronel, Decana de la Facultad de Bromatología, contó a EL ARGENTINO “con la cuarentena no estamos yendo a la Facultad, las clases presenciales y las actividades de investigación y extensión fueron suspendidas, aunque seguimos trabajando de manera virtual”.

“El personal no docente, el docente y los estudiantes nos adaptamos rápidamente a la nueva modalidad de trabajo.  Y si bien los estudiantes que ingresaban tenían muchas expectativas respecto de la vida universitaria, debieron amoldarse a las clases virtuales”.

“En el campus virtual de la Universidad -siguió- nosotros ya teníamos horarios hechos para todas las materias. Entonces cada docente tenía día y horario para entrar y trabajar. Hay diferentes herramientas, que se emplean según las distintas actividades, y además se pueden hacer video conferencias. Cuando han sido pocos han usado este sistema y ha resultado como si hubiese sido una clase común. También han usado el Google Meet (la nueva aplicación de videoconferencias) que permite subir un power point, escribir en un pizarrón y enfocarlo, etc.  Es decir, herramientas para hacer las cosas hay muchas, pero debimos adaptarnos. Es más: todavía estamos haciendo capacitaciones para el uso del campus virtual que permite muchísimas actividades”.

“Todas las clases se siguen dando -remarcó la Decana, agregando “lo único que no podemos hacer son las prácticas de laboratorio y nuestras materias, en su mayoría, tienen estas prácticas. Entonces decidimos modificar el calendario académico: corrimos un poco el inicio del segundo cuatrimestre, cuando suponemos que podremos volver a la Facultad, para que nos quede un tiempo en el que podrán hacer una práctica de laboratorio intensiva de todo lo correspondiente al primer cuatrimestre”.

“Esto sería desde la finalización de las vacaciones de julio hasta mediados de septiembre, cuando pensamos que podremos comenzar el segundo cuatrimestre, con sus materias establecidas”.

“El cuatrimestre se alargará un poquito, pero hay que adaptarse y esta ha sido la forma en que le encontramos la vuelta”, dijo Baldi Coronel.

 

 

#Las evaluaciones, parciales, ¿cómo se evalúa en este contexto?

Respecto de cómo será la evaluación, Bertha Baldi Coronel dijo “los secretarios académicos están trabajando con la gente de Rectorado para establecer en la UNER un sistema de evaluación.   Aun no está decidido cómo será. Igualmente, hemos comenzado a realizar pequeños exámenes con el método de múltiple choice y creo que los finales serán a través de Meet, dando un horario a cada alumno para conectarse con el docente”.

También se refirió a la vuelta a casa de varios alumnos que, provenientes de otras ciudades, optaron por hacer la cuarentena en su casa al tener la posibilidad de no perder el ritmo académico con las clases virtuales.

“Hubo chicos que emigraron al no tener clases presenciales, que volvieron a su casa a pasar la cuarentena, al poder estar conectados en forma permanente. Y para quienes tienen problemas de conectividad, la Universidad creó un programa que se llama “UNER conecta” y consiste en proporcionarles los elementos para que puedan hacerlo. Hoy se está becando a 335 estudiantes de la UNER, y dentro de este número, nosotros tenemos unos 80 alumnos en esta condición. Se busca que no tengan que abandonar el estudio por no poder conectarse, al no poder hacerlo en forma presencial”, consignó.

“Además, ya teníamos un sistema de tutorías de permanencia, con tutores que tienen asignados grupos de estudiantes. Ellos se comunican en forma permanente con los estudiantes, apoyando, resolviendo cuestiones. Este trabajo, si era importante con los alumnos en clase, lo es mucho más ahora, en esta situación”, consideró.

Al finalizar la charla, cabía preguntarle a Baldi Coronel por el nuevo edificio de la Facultad en el Polo educativo, a lo que respondió “Cuando se decretó la cuarentena estábamos listos para mudarnos, con la Biblioteca embalada, por dar un ejemplo. Y en el Polo, ya estaban armadas todas las aulas, todo estaba limpio y listo para comenzar las clases el 16 de marzo. El traslado de las oficinas se había demorado por las conexiones de telefonía e internet y había gente trabajando en el armado de las mesadas de los laboratorios y las bajadas de los servicios a éstas.  Eso se paró con la cuarentena y ahora se está reactivando lentamente”.

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