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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Policiales

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Piden penas de seis a ocho años y medio de prisión para un grupo de nogoyaenses por narcotráfico

Piden penas de seis a ocho años y   medio de prisión para un grupo de   nogoyaenses por narcotráfico

El fiscal General del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, José Ignacio Candioti, acusó formalmente el lunes pasado a un grupo de nogoyaenses por actividades de narcotráfico. Las penas que pidió el representante del Ministerio Público Fiscal van de seis a ocho años y medio de prisión.


Las personas que están siendo juzgadas en Paraná conforman un grupo liderado por César López, que ya tiene dos condenas por narcotráfico. La hipótesis acusatoria logró establecer que la banda se abastecía en la capital entrerriana del conocido narcotraficante José Roberto Sterz, conocido como “El Viejo” o “El Ruso”. Los nogoyaenses compraban cocaína y la revendían en Nogoyá.

Por eso, se pidieron ocho años y medio de prisión para López, considerado organizador de actividades vinculadas al narcotráfico. Para la Fiscalía, el acusado creó una estructura funcional que le permitió abastecerse dela droga y hacerla circular a través de vendedores por toda la localidad de Nogoyá. Se hizo hincapié en la calidad de la cocaína secuestrada en un allanamiento, publicó Análisis.

Como cabecilla, López contaba con varios colaboradores como Pablo Salcedo que estaba en cargado de guardar la droga. De hecho, en su domicilio se encontró un kilo con 200 gramos de cocaína de muy buena pureza. Para Salcedo, la Fiscalía pidió seis años y medio de prisión.

Se acusó también a Mariano Alfaro, que resguardaba dinero en su vivienda, para quien se solicitó una pena de seis años y medio. Asimismo, contra Mariano Giménez, considerado mano derecha de López se solicitaron también seis años y medio de cárcel. Tanto Salcedo como Alfaro y Giménez fueron considerados coautores de la comercialización de estupefacientes agravada por la participación de tres o más personas.

 

Ramificaciones

 

La estructura funcional tenía ramificaciones menores dedicadas a la venta de la droga. Por ello se pidió condena de seis años de prisión para Washington Graizzaro, Pablo Balbuena, y Marcos Giménez (hermano de Mariano Giménez). Por último, José Luis Gómez fue acusado por vender droga, pero con una entidad menor que el resto, por lo cual se solicitó que sea condenado a cuatro años de prisión.

La banda se abastecía de droga en Paraná. López organizaba los traslados y decidía a quién vendérsela. El acusado ya tiene dos condenas del TOF de Paraná y está casado con Beatriz Ortega, también condenada por narcotráfico por el mismo Tribunal.

La prueba valorada fue la investigación realizada por la División de Toxicología de la Policía de Nogoyá. El resultado de los allanamientos con secuestro de droga y escuchas telefónicas y mensajes donde los imputados hablaban de la venta de estupefacientes en una manera no encriptada, por ejemplo, diciendo “te vendo de la más rica”, “te la vendo en piedra”, “te la doy sin estirar”. Eran mensajes y escuchas sin encriptar, publicó Análisis.

La Fiscalía consideró que se trataba de una organización importante y logró acreditar que sólo se movía en Paraná (donde adquirían el estupefaciente, acreditado por secuencias de comunicaciones), y en Nogoyá donde se distribuía a través de vendedores y donde el propio López hacía de “delivery” con su camioneta Land Rover. Concretamente, en el asiento de ese vehículo se encontró una balanza.

 

La investigación

 

En la edición del 22 de febrero pasado de EL ARGENTINO se informó que se daba comienzo al juicio contra la banda de César López, quien ya tenía dos condenas por narcotráfico (https://www.diarioelargentino.com.ar/noticias/203935/comenzo-el-juicio-a-la-banda-de-cesar-lopez-quien-ya-tiene-dos-condenas-por-narcotrafico).

En ese artículo se recordó que, a mediados de 2017, César Sebastián López regresó a Nogoyá, luego de pasar varios años en la cárcel de Paraná. Estaba terminando de cumplir una pena unificada de cinco años y medio de prisión, por dos condenas por narcotráfico.

Sin embargo, según la acusación pública, no escarmentó, ya que ni bien pisó la ciudad, retomó el negocio de la droga. Esta vez, quizás por las mañas que se aprenden en la Unidad Penal, juntó a varias personas más y distribuyó roles a cada uno.

Pero, había llegado a la Policía local el dato de que López ya estaba vendiendo droga otra vez, por eso comenzaron a investigarlo. La pesquisa de la División Toxicología de Nogoyá, instruida en el Juzgado Federal de Paraná, duró un año. En mayo de 2018 se llevaron adelante quince allanamientos y detuvieron a las nueve personas que, ahora rinden cuenta ante la Justicia.

En base a publicación del diario Uno de Paraná, se indicó que el juicio se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal de Paraná, integrado por Noemí Berros, Lilia Carnero y Roberto López Arango. La acusación está a cargo del fiscal general José Ignacio Candioti y del fiscal adjunto Leandro Ardoy.

La investigación que denominaron “La Chacra”, comenzó con un estado de sospecha, y advirtió de entrada la actividad ilícita por parte de López y de Mariano Giménez. Se hicieron vigilancias, observaciones e intervenciones telefónicas, en las cuales se constataron numerosas conversaciones entre los integrantes de la banda, quienes hablaban sin encriptación alguna sobre gramos, drogas, fraccionamiento y compra venta de cocaína, principalmente.

Según la imputación fiscal, López (peluquero y comerciante, de 38 años) aparece como un claro eslabón en su rol de organizador, inserto en la cadena de tráfico, coordinando todas las fases: se abastecía de la droga en Paraná, y asignaba tareas a colaboradores, transportistas, almacenadores y vendedores. Desarrollaba tareas de organización y dirección, dando toda clase de órdenes, y se comunicaba con su pareja, Beatriz Ortega, quien se encontraba detenida en la Unidad Penal N° 6.

Mariano Giménez (albañil, de 31 años) era su principal socio o mano derecha. Era también la persona de máxima confianza para coordinar el funcionamiento de “la empresa” y para llevar adelante el comercio de la droga, y a su vez contaba con la colaboración de José Luis Gómez (albañil, de 32 años). En su casa encontraron 35 mil pesos y en su vehículo había 40 gramos de cocaína.

Un rol clave lo cumplía, según la Fiscalía, Mariano Alfaro (de 46 años), un comerciante que tenía dos locales de venta de celulares: uno en Nogoyá y otro en Villaguay. Le imputan el rol de guardador del dinero producto de la venta de drogas, así como la provisión de los chips de celulares para evadir las intervenciones telefónicas, consignó el diario Uno. En este sentido, se destacó que, a lo largo de la investigación, López utilizó doce líneas diferentes, mientras que Giménez hizo uso de otras ocho.

Asimismo, se destacó el volumen de las operaciones narco desarrolladas, advertido, por ejemplo, en una escucha telefónica donde López le pide a Alfaro 180 mil pesos para atender compromisos de la organización.

Además, sostienen que el imputado Pablo Salcedo (albañil y pintor, de 43 años) era el encargado de resguardar los estupefacientes, a quien le encontraron 1,2 kilos de cocaína en su domicilio. Por su parte, Marcos Giménez (hermano de Mariano, de 32 años), habría oficiado de fraccionador y vendedor.

Uno de los vendedores de droga a quien López proveía, era Washington José Graizzaro (ayudante de albañil, de 33 años), quien habría contado con la colaboración de Juan Legras (mecánico y ferroviario, de 36 años). Ellos utilizaban principalmente mensajes de texto para comunicarse con sus clientes.

Pablo Balbuena (albañil, de 35 años) apareció en la última etapa de la investigación, como presunto vendedor de droga que era proveída por Giménez.

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