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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
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La necesaria participación joven para ayudar a los mayores en la cuarentena

La necesaria participación joven para ayudar a los mayores en la cuarentena

El programa municipal "Voluntariado en tu cuadra" integrado por 148 jóvenes de la ciudad, acompaña con diferentes acciones solidarias a más de 500 personas mayores desde inicios del aislamiento social y obligatorio.


Yamila Butallo, coordinadora del área de Juventud, expresó "desde el primer día estamos junto a los jóvenes participantes, descubriendo cada día las infinitas formas en las que podemos ser solidarios con nuestros vecinos y vecinas mayores que son quienes hoy más nos necesitan".

El Programa está destinado a jóvenes entre 18 y 30 años (no excluyente si superan los 30 años) que estén dispuestos a generar lazos solidarios con las personas mayores de su cuadra, respetando las medidas sanitarias y de distanciamiento social.

Sobre este acompañamiento de los jóvenes, Butallo dijo a EL ARGENTINO “en la práctica, ellos están atentos a las personas mayores que viven en su cuadra. Cuando cada joven voluntario recibe su credencial, va al domicilio de esta persona mayor, a la que por lo general conoce del barrio, le cuenta de su trabajo y le entrega unos folletos en los que se explican las acciones para las que pueden contar con este voluntariado, como hacer compras al almacén, la farmacia, brindarle números telefónicos, acercarles un libro, etc.”

“Los chicos van cargando en un formulario online lo que van haciendo y ahí descubrimos que además de las acciones propuestas por nosotros, surgen muchas más en la práctica, como ha sucedido, que se organizaron con cuatro adultos mayores de su cuadra y por zoom comenzaron a hacer pan casero”.

“Otra chica hace videollamadas con los adultos mayores de su cuadra y junto a sus hijos, realizan coreografías para un público que se divierte viéndolos”.

 “Esto es mucho más que hacer un mandado”, destacó.

Butallo dijo con satisfacción “con estos gestos se genera un lazo solidario, un vínculo de amor que creo, va a perdurar. Hay adultos que aprendieron a utilizar la tecnología, porque los voluntarios les enseñaron; tenían la posibilidad de hacerlo y no sabían enviar audios. Ahora lo saben.” 

“Cuantos más voluntarios haya, menos personas solas vamos a tener” dijo al terminar, para recodar que la inscripción continúa vigente a través de: www.comunidadsolidaria.com.ar, o al WhatsApp: 3446- 516675. Instagram: área juventud Gualeguaychú.

 

Dos testimonios

 

Entre tantas cosas que comenzaron a utilizarse, está la receta electrónica. Para esto, los voluntarios jóvenes son de gran ayuda.

Daiana Martínez (30) vino hace unos meses de Buenos Aires, luego de terminar su carrera de Despachante, y la cuarentena la hizo quedarse en casa de sus padres.

Mientras espera que la llamen para la entrega de su título, ocupa su tiempo haciendo este voluntariado, sumamente necesario, como veremos.

“Antes de tener el carnet ya me había presentado a los vecinos ofreciendo mi ayuda -contó, para agregar sorprendida, “hasta hoy no pueden creer que esto sea gratuito. Cada vez que voy a su casa Marta (que vive con su hijo Antonio, también mayor) me pregunta “¿Cuándo me vas a cobrar?”, como si no pudiera creer que mi trabajo es voluntario”.

Con Marta, su hijo y María, otra vecina, tiene para ocupar su tiempo en varias cuestiones, pero de manera especial, para conseguir las recetas para las dos, porque como contó “dimos un montón de vueltas hasta conseguirlas”.

Es que la cuarentena apuró la implementación de la receta electrónica, a lo que hubo que acostumbrarse.

Más allá de las idas y venidas, lo importante es que las consiguió y sus vecinas mayores tuvieron sus medicamentos.

Daiana está ayudando digamos, de manera oficial, desde fines de abril, cuando recibió el carné del área de juventud que la acredita como voluntaria, lo que le da el respaldo municipal.

- ¿Por qué te hiciste voluntaria?

“Cuando vi esta posibilidad, me llamó la atención. Y es impresionante cómo te trata la gente, su agradecimiento. Esto te llena el alma. Es muy gratificante. Y al mismo tiempo, me enojo cuando veo que les cuesta encontrar un medicamento, una receta e incluso, que hay gente que no les tiene paciencia. Y he visto situaciones en algunas recepciones que me han dolido y molestado mucho, una forma de dirigirse a los adultos que es intolerable. Por eso me gratifica aún más conseguir lo que ellos habrían dejado de buscar, cansados de que los manden de vuelta.”

David Ledesma tiene 28 años y es trabajador autónomo. Y reivindica con orgullo su pertenencia al Barrio “Las pulgas”, contiguo al Molinari.

Él decidió sumarse a ese voluntariado porque para él, ayudar a la gente es algo “de siempre”, como dijo.

“Estoy acostumbrado, porque de chico participé mucho en grupos scouts -el Sagrado Corazón y el San Juan Bautista- desde los 10 hasta los 24 años. Incluso fundé el Grupo scout “Jesús Redentor” en mi barrio, pero duró cuatro años, poco tiempo”

“Y esto del voluntariado me gustó, porque mis vecinos son todos mayores y me conocen desde chiquito, desde que nací. Por eso decidí ayudarlos. A mi cargo tengo cinco adultos mayores, y paso dos o tres veces por semana por sus casas, para verlos y saber qué necesitan. Esto es algo que hago de chico, como trabajar, porque así me criaron”.

En su caso y dada la familiaridad que tiene con sus vecinos, también le han pedido pagar boletas del teléfono o la luz, “porque me conocen de toda la vida. Esto es más como vecino, porque también varios son clientes míos”, agregó, refiriéndose a los pequeños arreglos que le solicitan. Es que hace años está registrado para una suplencia de ordenanza de escuela, en 2019 hizo un par de suplencias “y este año, con la pandemia, no tuve suerte. Por eso sigo autónomo”

David vive con sus abuelos, a los que primero socorre, como es de imaginar.  Y al mencionarlos, contó que ellos leen EL ARGENTINO todos los días. De manera que hoy leerán con más detenimiento una nota que verán publicada…

En cuanto al voluntariado implementado por la cuarentena, seguramente en su caso continuará, porque como dio “siempre estoy para dar una mano”.

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