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Convivir con el coronavirus: distanciamiento responsable y cuidados universales

Convivir con el coronavirus: distanciamiento responsable y cuidados universales

El Comité de Organización de la Emergencia Sanitaria (COES) tiene tres niveles: el general, que es a nivel nacional y lo componen los Ministerios, el segundo es a nivel provincial que tiene una similar organización y, el tercero, casi en espejo los Municipios constituyeron el suyo.


Por Nahuel Maciel

EL ARGENTINO

 

Sobre el COES local EL ARGENTINO dialogó con el director del hospital de Gualeguaychú, el Dr. Martín Roberto Piaggio, quien es a su vez la máxima autoridad sanitaria en el departamento y en la región.

“La participación en el COES regional integra a todos los efectores públicos y privados de la Región Sanitaria IV, que comprende a los Departamentos Gualeguaychú, Gualeguay e Islas del Ibicuy. Al principio las primeras tres o cuatro reuniones las hicimos de manera presencial, pero luego por la dinámica de la pandemia y la experiencia de la cuarentena y la necesidad de mantener las distancias sociales, continuamos haciendo encuentros virtuales. Nada extraño porque es la misma dinámica que adoptó la Nación con las provincias y la Provincia con los Municipios”, explicó Piaggio y aclaró que “a nivel COES local sí nos venimos juntando”.

 

- ¿Quiénes integran el COES local?

-El hospital con la participación y el aporte de varios servicios. Los voy a enumerar de memoria y puede que me falte alguno: Terapia, Clínica Médica, Departamento de Enfermería, Infectología, Pediatría, Neumonología, Salud Mental, la Guardia, Laboratorio, Farmacia, Administración, Asesoría Legal, entre otros. A eso se le suman los efectores del primer nivel que son los nueve Centros de Atención Primaria de la Salud más los dos del nivel Provincial, en total once CAPS; además se suma el de Pueblo General Belgrano (aunque esa localidad que venía participando del COES regional, ya conformó uno propio) y los efectores privados (San Lucas, Cooperativa Jeannot Sueyro y Pronto). También se suman los Colegios y Círculos profesionales como el Colegio Médico, el Círculo Bioquímico, el Círculo Farmacéutico y el Colegio de Psicólogos.

 

-El COES está integrado por quienes ofrecen servicios de salud.

-Así es. Pero a nivel local hemos planteado desde el origen que nos tienen que percibir como un área sanitaria que está dentro de un paraguas mucho más amplio que es la Defensa Civil y que preside el intendente; y que para dar respuesta a esta pandemia es necesario un trabajo intersectorial del que forman parte muchos otros actores. Por eso se articula con Educación, con las Fuerzas de Seguridad, con la Justicia, entre otros. Es decir, son muchas más las instituciones con quienes articulamos, aunque no participen directamente del COES, pero todos estamos participando dentro de Defensa Civil y desde ahí proponemos y canalizamos las correspondientes necesidades de apoyo y colaboración. Es decir, en Gualeguaychú se le da respuesta a la pandemia desde un trabajo articulado en el que aportan muchas Instituciones de nuestra comunidad. Insisto, una parte de todos esos sectores es la sanitaria, que en nuestro caso estamos organizados a través del COES. No me quiero olvidar del trabajo que se hace con el Servicio Penitenciario, con las casas funerarias y todas las otras áreas municipales. Todos esos actores, en este escenario de crisis, de pandemia, estamos bajo Defensa Civil.

 

- ¿Cuántas veces se han reunido?

-En los primeros días de marzo participamos del COES Provincial en Paraná e inmediatamente nos constituimos a nivel local y fue el 16 de marzo. En ese mes nos hemos reunimos dos veces. En abril seis veces; en mayo otras cinco veces y en junio nos hemos reunido hasta el momento el 1° y el 9. En la actualidad nos estamos reuniendo con una frecuencia de dos veces por semana, generalmente los martes y viernes. En este marco quiero expresar mi agradecimiento por el compromiso que cada sector, sin excepción, asumió con mucha responsabilidad y constancia.

 

-Al principio el COES nacional implementa las medidas que son aplicadas en la Provincia y desde la Provincia hacia los Municipios a través de los COES locales. Pero con el correr de la cuarentena y la necesidad de flexibilizar el distanciamiento social, el COES local tiene iniciativas propias y eleva hacia la Provincia el análisis para habilitar determinadas actividades.

-Así es el funcionamiento. El COES local siempre aplica lo ordenado a nivel provincial y nacional y en esa participación hace aportes protagónicos para su comunidad. En primer término, es bajar a nivel local las disposiciones adoptadas por las autoridades y todo lo que se implementa a través de Protocolo, debemos adecuarla a nuestra realidad. Y ese ha sido en gran parte el trabajo en el que estuvo inmerso el COES local.

 

- ¿Puede dar un ejemplo?

-A nivel provincial se habilitó la reunión familiar hasta diez miembros. En un Municipio se puede tener la decisión de no aceptar por el momento esa habilitación porque entienden que no están dadas las condiciones para hacerlo. Pero no puede ser al revés: que un Municipio habilite esa clase de reunión, cuando en la provincia no está permitido. Y en otro plano, por ejemplo, hace aproximadamente dos meses se decidió que las guardias de Pediatría y de Clínica Médica que hacían personas que venían desde el AMBA y la Provincia del Chaco, no la sigan haciendo y ahora la realizan profesionales locales.

 

- ¿Puede trazar algunas de las líneas que se trabaja desde el COES local?

-Básicamente son tres, teniendo en cuenta que a todas ellas las atraviesa una cuarta que es la comunicacional. La primera es la organización del sistema de los servicios de Salud, donde se decidió cómo se atiende a los pacientes leves, a los moderados y a los graves. Cómo adecuamos la red de terapia, cómo hacemos la circulación de febriles por un lado y polivalentes por otro; cómo se organizan los Centros de Salud; las referencias y contra referencias entre el primer y segundo nivel; cómo se organizan los circuitos de diagnóstico: desde extraerle sangre a un paciente sospechoso hasta un hisopado, cómo se aísla, cuál será la logística para enviar las muestras. Y si el resultado es positivo, armar el dispositivo de alojamiento que puede ser un hotel; coordinar todo esto con los efectores privados y los del Departamento y todo esto en medio de una dinámica marcada por la realidad epidemiológica. Y en este contexto de COVID-19, debemos organizar cómo atendemos además al resto de las patologías prevalentes que hay en la ciudad, por ejemplo qué cirugías se priorizarán, cuáles pueden esperar; cómo se organiza la consulta médico-paciente; los turnos programados de modo de no aglutinar a las personas en un mismo lugar; cómo nos hacemos cargo de la población más añosa porque es la que mayores riesgos enfrentan; lo mismo para la población con enfermedades crónicas, oncológicas y cardiovasculares, entre otros. Todas esas situaciones están en una de las tres grandes líneas que trabajamos en el COES local y que es la que más ha demandado desde lo cotidiano.

 

- ¿Y la segunda línea de trabajo?

-La segunda línea también es clave e incluso le venimos dando mucha prioridad en esta actualidad de evolución de la pandemia. Y está vinculada con la barrera sanitaria en el ingreso a la ciudad, a sabiendas que de no existir casos de circulación local van a venir de geografías que sí tienen circulación como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y esto se puede generar porque lo trae alguien que viene a la ciudad de visita o porque alguien de la ciudad fue a ese lugar y al regresar trajo el virus. Esas son las realidades en las que operamos. Y sobre eso, un trabajo de vigilancia y control en términos epidemiológicos para abordar oportunamente cada una de esas situaciones. Ahí surge el seguimiento que articulamos para aquellos que tienen nexo epidemiológico y que tienen indicación de cuarentena; a aquellas personas que están habilitadas a circular y las recomendaciones que les damos; a todos los contactos estrechos de los casos probables y de los confirmados. Esa vigilancia varía todos los días, pero hoy viernes 12 de junio tenemos 67 contactos estrechos que estamos monitoreando. A esas 67 personas se las llama por teléfono, se le hace una serie de preguntas de rigor y se les explican las pautas de alarmas para que se comuniquen sin dilación con el hospital y esa es una atención durante las 24 horas. Luego tenemos por nexo epidemiológico más de 200 personas en seguimiento.

 

- ¿Y la tercera línea?

-La tercera línea, que en este tiempo nos demanda mucho trabajo y está vinculado a ver cómo en comunidad aprendemos a convivir con esta enfermedad nueva. Es el momento de poner en práctica todo lo aprendido sobre normas, cuidados y medidas de bioseguridad. Hemos trabajado con cada sector para diseñar esquemas de vuelta al trabajo a la medida de nuestra realidad para habilitar actividades que luego son monitoreadas de forma activa para que, como sociedad, no tengamos que regresar a una fase ya superada. Todo esto requiere protocolos, y evaluar los riesgos porque se abren compuertas de circulación de personas. Con cada una de las actividades que se van habilitando se van asumiendo nuevos riesgos.

 

- ¿En qué etapa estamos?

-En una primera etapa fue la de organizarnos; luego nos capacitamos y como comunidad logramos ponernos de acuerdo y dotarnos de mayor conocimiento, equipamiento e infraestructura, se hicieron protocolos como hablamos antes y aprendimos cómo se comporta esta enfermedad. Ahora estamos viviendo una etapa de gestión del riesgo. La cuarentena mostró su efectividad, cuanto más se baja la circulación menos riesgo de propagación. En este tiempo aprendimos un paquete de medidas referidas a los cuidados universales que ahora es momento de implementar e incorporar como comunidad. En esta etapa de riesgos compartidos, las personas debemos asumir la responsabilidad de adoptar las normas e incorporar al día a día las medidas preventivas fundamentales como el lavarnos las manos frecuentemente, mantener un distanciamiento responsable de dos metros y utilizar la tapa nariz y boca toda vez que ingresamos a un lugar cerrado. Esta estrategia adoptada busca como objetivo primordial que nuestro sistema de salud no se desborde en ningún momento.

 

-Se habla de fase e incluso se las tabula: fase 1, 2, 3, 4…

-Hay que comprender que existen realidades epidemiológicas muy distintas. Cada provincia tiene sus particularidades y dentro de una provincia cada región o localidad tiene la suya. Ahora se habla de una fase que se denomina cuarentena inteligente, porque no es lo mismo lo que se vive en el corredor del río Paraná que en el río Uruguay, para dar un ejemplo. Incluso dentro del corredor del río Uruguay no es lo mismo lo que se vive en Colón que en Gualeguaychú o Concordia, para dar otro ejemplo dentro de una misma región. En este marco, no hay que olvidar la relación que tiene Gualeguaychú con el AMBA que concentra casi el 90 por ciento de todos los casos que existen en la Argentina y que son 27 mil. Y hacia el Norte tenemos que observar siempre el desastre que implica Brasil. Pero volviendo a la pregunta, las fases no tienen tabulación numérica, es una manera de enunciar diferentes momentos. Por ejemplo, hoy tenemos habilitadas casi la totalidad de las actividades -quedan muy pocas para articular su habilitación-y si se desmadra, se volverá al momento previo a esa decisión e incluso al inicio de la experiencia con el aislamiento casi absoluto o con circulación esencial. Y eso dependerá de la respuesta ciudadana.

 

-El otro tema vinculado al anterior es el concepto de “pico”. Se entiende que es el mayor número de casos concentrado o sostenido en un lapso determinado. ¿Hay un número establecido para marcar el “pico”?

-No hay un número que lo determine, sino un comportamiento colectivo o social de contagio. Epidemiológicamente existe una definición de brote y en esta clase de enfermedades –como las gripes en general- tienen un comportamiento de contagio que es exponencial, se llega a un pico y luego decae. El objetivo es que la línea de los casos confirmados con coronavirus no sea tan vertical en el tiempo, sino que dibuje una especie de montaña cuyo pico sea más bien aplanado, porque eso estaría indicando que se alargaría en el tiempo y entonces los centros sanitarios estarían en condiciones de asumir la llegada de pacientes. La curva epidemiológica entonces es de suma importancia porque permite prever la evolución de la enfermedad y así poder doblegarla. La cuarentena temprana decidida en la Argentina permitió aplanar esa curva y evidentemente nos dio tiempo y buenos resultados. Por eso no es aplicable comparar linealmente nuestra realidad con la de otros países similares porque no todos tomaron las mismas medidas preventivas y de manera temprana como las adoptó Argentina. Por eso el Municipio de Gualeguaychú a través del COES ha ido dialogando con todos los sectores y gestionando las habilitaciones en aquellos casos que así lo ameritaban, protocolos mediante ya sea elaborados por el sector interesado o con el aporte colectivo de todos. El objetivo es volver cuanto antes se pueda a lo que conocíamos y de la manera más fortalecida posible por las prevenciones aprendidas y los cuidados necesarios que requieren esta clase de apertura. Tenemos que ser conscientes que en este período nada es normal y que del cuidado que hagamos como comunidad dependerá el futuro.

 

-Han analizado la respuesta que se viene dando en Gualeguaychú en cuanto a las recomendaciones en materia sanitaria que permitieron determinadas habilitaciones.

-Es permanente. En líneas generales la comunidad viene respondiendo de manera responsable porque por el momento no tenemos indicadores para regresar a etapas superadas. Si bien es claro que todavía hay actitudes individuales que son preocupantes y riesgosas o que no han entendido la gravedad del momento, en términos generales la población ha respondido muy bien. Incluso las industrias, empresas y comercios han hecho su aporte a través del cumplimiento de protocolos muy estrictos y que requieren de constancia. Por ejemplo, comercios que no admiten en su local el ingreso a determinado número de clientes y el uso de tapa bocas y la desinfección de manos. Otro ejemplo: al inicio de esta realidad nos preocupó mucho la aglomeración que se dio en los bancos cuando se habilitaron determinados cobros y que fue similar en todo el país; y esa postal ya no se vio nunca más al menos en esa dimensión. Los ejemplos son muchos y en todos prevalece la responsabilidad ciudadana de cuidarse; aunque como en todos los campos del quehacer humano, siempre hay quienes trasgreden normas y se pone en riesgo así mismo y a los demás, por suerte son los menos. El comportamiento de la comunidad es para destacar sabiendo que para todos es una experiencia nueva. Antiguamente, el lector de EL ARGENTINO se acordará muy bien, en la escuela primaria los alumnos tomaban distancia extendiendo el brazo. Hoy las personas toman distancias instintivamente, esté marcada o no en la vereda. Entonces el distanciamiento no es algo extraño a nuestras costumbres; aunque hoy algunos crean que es difícil de adoptar.

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