La Escuela Técnica N° 2 cumple cien años educando en valores y cultura del trabajo

POR DIEGO ELGART

EL ARGENTINO

 

El sentido de pertenencia de los estudiantes y docentes de esta institución, perdura a través de los años. Hoy su rector César Timone, fue alumno y docente de la escuela técnica, y con 40 años de edad, pasó ya más de la mitad de su vida en la institución como estudiante y docente.

Aquella pasión que tuvo el presbítero José María Colombo para ser parte de la fundación del Colegio Luis Clavarino, en octubre de 1915, también la puso para cinco años después una escuela de oficios con internado. El comienzo del siglo XX era esperanzador para la ciudad con hombres tan pujates como Colombo.

Ese espíritu aún perdura en cada aula taller, los patios y cada rincón de la escuela que creo ladrillo a ladrillo el padre Colombo junto a la ayuda de la comunidad.

Hoy la fe teológica que alguna vez impartió el presbítero, se convirtió en una fe laica, para que una nueva generación de técnicos encuentre un esperanzador camino en un país quebrado en lo económico y en sus valores morales.

En cada aspecto de nuestra sociedad pareciera que el asistencialismo estatal lo resuelve todo, impidiendo aquel valor humano fundamental y que dignifica a toda persona, que es el de poder cambiar su destino y el de su familia a través de sus propias manos.

Esto es lo que los directivos y docentes inculcan cada día en cada aula y cada taller de electromecánica, carpintería, construcción y computación de la centenaria escuela.

La necesidad humana, despierta la creatividad, esa creatividad nos lleva a superar las fronteras de nuestra propia imaginación y así poder cambiar nuestro entorno para siempre.

EL ARGENTINO entrevistó a parte del equipo directivo y pedagógico de la institución escolar, el rector César Timone, la  vicerrectora Marisa Martinelli Corina Aguet.

“Hoy vemos que no hay cultura de trabajo, todo lo tiene que resolver el Estado, pero en nuestros alumnos nuestros vemos que hay esa virtud de querer cambiar su realidad. Vemos que hay chicos que invierten sus ahorros en herramientas para poder tener su taller cuando egresen. Uno no ve al resto de los adolescentes realizando ese tipo de acciones”, dijo el rector de la escuela técnica.

“Ser parte del centenario de la Escuela, me pone muy feliz, porque muchas personas dieron su vida a esta institución con su afecto y dedicación y uno de ellos fue el presbítero José María Colombo que en 1919 tuvo la brillante idea de crear la escuela y un internado para poder albergar a los niños humildes que no tenían casa. Gracias a la acción de aquellos fundadores hace que la escuela sea lo que hoy es”, expresó la vicerrectora.

Timone valoró que: “Hoy tenemos una lucha interna constante en trasmitirle a los jóvenes el concepto de responsabilidad y el esfuerzo. Esto también sucede con la familia, es por eso que creemos firmemente que dentro de estas paredes esos valores aún perduran.

“Por esa misma lucha es lo que produce también que muchos estudiantes decidan cambiarse a otra institución, es algo que sucede en todas las escuelas técnicas, porque los estudiantes tienen una carga horaria a la mañana y a la tarde. Tienen que venir a engrasarse, a soldar a cortar madera y ese ideario de esfuerzo choca con lo que hoy se vive en la sociedad, en la que todo se resuelve con ayuda social”, expresó.

“En este ciclo lectivo aumentó la matrícula de primer años, pero vemos un quiebre generacional en la familia. Observamos que muchos padres se formaron en un contexto diferente, y nos pasa que los padres quieren a toda costa que los chicos estén en esta institución, porque tienen parientes que son técnicos electromecánicos, y logró conseguir trabajo enseguida y pudo levantar su casa y quiere este tipo de educación para su hijo, pero los chicos a veces no quieren estar tanto tiempo en la escuela porque quieren estar con sus amigos”.

Remarcó que: “En el ciclo superior, donde hay carreras de grado, tenemos mucha gente adulta que viene a estudiar, que alguna vez fueron alumnos de esta institución durante su adolescencia y decidieron dejar. Luego tenemos gente que dejó sus estudios y a la larga se arrepintieron, porque esta institución le podría haber dado mejores herramienta a la hora de pelearla en el mercado laboral”.

La salida laboral  

Actualmente la escuela tiene tres orientaciones: técnico Maestro Mayor de Obra, Técnico Mecánico Electricista y Técnico en Computación, actividades demandadas por el sector secundario y de servicio en nuestra ciudad.  

“Lo que vemos es que los egresados de las tres orientaciones son demandados por el mercado laboral. El técnico mecánico electricista se ocupa mucho en la industria, tenemos promociones completas trabajando en el Parque Industrial. Otros trabajan por su cuenta y en lo que respecta a la orientación de maestro mayor de obra, trabajan en la modalidad de autónomo, tanto en la construcción como en el sector de dibujo técnico y haciendo mediciones para nivelar terrenos.

En cuanto a los técnicos en computación, tenemos un porcentaje que se dedica al servicio técnico y otros siguen estudiando carreras universitarias. Ahora tenemos un porcentaje elevado de egresados que siguen estudiando la tecnicatura en Mantenimiento Industrial en el nivel superior y el Profesorado de Educación Técnica”.

En la actualidad, hay 700 estudiantes en el nivel secundario y cien en el nivel superior. En ambos niveles trabajan 210 docentes en total.

Los alumnos participan en la Feria de Ciencia, las Olimpiadas de Programación, las Olimpiadas Electromecánicas y la competencia de los autos eléctricos. La participación optativa de acuerdo a su interés de aprender e investigar nuevos conceptos.

El proyecto del

nuevo edificio

 

El proyecto del nuevo edificio constituirá una inversión de 200 millones de pesos, contará de un edificio de tres plantas en el sector donde antes funcionaba la escuela técnica N° 3 “15 de Noviembre”, donde ahora está el taller de Construcciones y hay un depósito de materiales.

Una vez terminado, la mayor parte de los talleres pasarán al nuevo edificio. Una vez en funciones, la obra comenzará en las históricas instalaciones de calle 9 de Julio, la cual sufrirá una restructuración interna del espacio académico y administrativo.

“Cuando comience la obra en las instalaciones historias de la escuela, tendremos que evaluar si vamos a poder seguir dando clases de acuerdo a la matrícula escolar que tengamos en ese momento”, dijo.

En tanto el rector, señaló el esfuerzo del Centro de Estudiantes de la institución escolar para que este proyecto pudiera ser posible y contar con el presupuesto, pero la pandemia, puso en duda el inicio de obra este año.

“Por ahora tenemos fecha de inicio de manera extraoficial y la primer etapa comenzaría a mediados de julio. Poder contar con un edificio nuevo sería un broche de oro para toda la comunidad”, remarcó Timone.

Al consultarle cuáles será los desafíos hacia el futuro, el docente expresó: “Es poder incorporar tecnología. El año pasado incorporamos tres impresoras 3D, y avanzar con el concepto de la electro movilidad. Los chicos hoy pueden tener conocimiento de esta tecnología en el establecimiento en las tres orientaciones y queremos seguir apuntando a eso”.

 

Un poco de historia      

Por César Timone

 

Transcurría un 20 de junio de 1920 cuando el presbítero José María Colombo daba inicio a una obra que, quizás sin darse cuenta, marcaría la vida de decenas de generaciones, no solo de nuestra ciudad, sino de otros rincones de la provincia, de provincias vecinas  e incluso de la vecina República Oriental del Uruguay.

Movido por la Fe y entendiendo que la Educación y el Trabajo son valores que debían combinarse para cambiar el futuro y la vida de miles de jóvenes, entre los que se encuentra quien escribe estas líneas, ideó una obra que perdura y se proyecta con la flama del estudio y del trabajo como pilares que forjan el progreso de hombres y mujeres. En estos 100 años nuestra querida escuela ha pasado cada día, mes y año, manteniendo esos valores, y hoy están aún muy presentes en cada uno de nosotros.

 Yo he visto a muchos de esos hombres y mujeres curtidos por la vida y el trabajo, “pintar un lagrimón” cuando recuerdan esos años de vivencias donde aprendizajes, amistad y recuerdos se mezclan en una mixtura que se llamó felicidad. He visto emocionarse hasta las lágrimas, a hombres de todas las edades cuando recuerdan sus días en la Escuela de Artes y Oficios, la Escuela Fábrica, la ENET, la Escuela de Educación Tecnológica o la Escuela de Educación Técnica o simplemente “la técnica”, todas ellas un mismo sentimiento, que atravesó los vaivenes de un país hermoso, vertiginoso y sufrido como nuestra amada Argentina. 100 años no es nada para una institución tan grande. En ella se han forjado proyectos de vida y destinos signados por el amor al saber y al trabajo. Solamente quienes hemos transitado sus aulas y talleres entendemos el sentimiento que implica ser de esta escuela técnica, de nuestra escuela técnica, la cual nos ha cobijado y enseñado fundamentalmente sobre la libertad que nos da el “saber hacer” de nuestras manos  e inteligencia.

¡Felices 100 años Escuela Técnica!