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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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En los almacenes de barrio bajó el consumo y algunos tuvieron que cerrar

En los almacenes de barrio bajó el  consumo y algunos tuvieron que cerrar

La crisis del consumo que se vive en el comercio de la ciudad, también golpea con fuerza a los almacenes de barrio, que viven un momento complicado por los altos costos fijos y la caída en la recaudación por la venta de alimentos esenciales de poco margen de ganancia.


La venta en los almacenes de barrio ya venía golpeada desde hace meses, pero ahora con la prolongada cuarentena, que provocó pérdida de empleo y caída en el ingreso de los salarios de los trabajadres.

El tesorero del Centro de Almaceneros de la ciudad Gerardo Almada, explicó a El Argentino que “la tendencia que se está dando en el país con el consumo de alimentos, disminuyó en altos porcentajes e impactó duramente en los comercios que tienen gastos fijos que no son posibles de achicar, como aquellos propietarios que tienen trabajadores registrados, alquileres o el mantenimiento de grandes estructuras, como son los supermercados que hoy están muy golpeados”.

Valoró que: “Esto se debe a la baja en el consumo a través de tarjetas de créditos que desapareció por los altos intereses finacierosde los bancos, la falta de poder adquisitivo del consumidor y la falta de claridad sobre lo que pasará en la economía en los próximos meses. Hoy la persona que se quedó sin trabajo no sabe si lo va a conseguir.

Sabemos que aunque hoy se descubra la vacuna contra el Covid y comience a aplicarse, la recuperación económica y la actividad industrial no será inmediata, llevará tiempo”, agregó  y en el proceso se tardará en reactivar el consumo mientras no se recupere el empleo en el sector privado.

“Sabemos que la pandemia está originando y lo seguirá haciendo, cambios de hábitos muy importante en la sociedad en cuanto a la forma de consumir. En lo inmediato tenemos una caída masiva en el consumos de artículos de almacén, que se redujo al mínimoesencial, no se gasta una moneda de más”, remarcó.

Las cerca de 6 mil tarjetas alimentar que se repartieron a principio de este año en la ciudad y ahora el Ingreso familiar de emergencia (IFE), trajo un poco de alivio a los almacenes de barrio, pero si con el tiempo los montos de la ayuda social no se actualizan por inflación, la capacidad de compra de los beneficiarios de esos planes se irá reduciendo mes a mes, por el incremento de los alimentos básicos.

“Entendemos que en los próximos meses el consumo va a estar orientado a la supervivencia, en este aspecto podrían beneficiarse los comercios de cercanía, pero siempre la venta se enfocará a alimentos esenciales(harina, arroz, aceite, fideos) pero nadie va a venir a comprarnos 100 gramos de bondiola”, describió.

Este contexto hace que sea difícil la supervivencia comercial de los almacenes, “tenemos impuestos altos, ventas en baja y ahora se está discutiendo aplicarle el IVA a la leche, esto golpeará al más pobre porque son alimentos que necesitan a diario. Para poder enfrentar esta situación en la que cada día más gente se empobrece, el Estado tendría que sacar el IVA a una determinada cantidad de productos de la canasta básica alimentaria, para bajar el costo de los alimentos”, reclamó.

 

Los alimentos

más demandados

 

Al consultarle cuáles son los artículos más demandados en los almacenes de barrio por los consumidores, Almada enumeró: “Lo que más se consume son las salchichas y hamburguesa de baja calidad, aumentó el consumo de los farináceos, es decir todos los artículos derivados de la harina, fideos, pan, galletitas y hay una demanda moderada de arroz. Por otro lado vemos que disminuyó el consumo del huevo al ser un producto que sufrió aumentos considerables”.

En cuanto a la leche, el consumo se mantuvo, no así el resto de los productos lácteos con más valor agregado considerados no esenciales.

Al referirse a lo laboral, Almada destacó su preocupación por “la cantidad de comercios que cerraron en el rubro almacén, sobre todos aquellos que alquilaban local, tenían empleados, el consumo cayó y de repente el almacenero se encontró que ni siquiera podía pagar la factura de luz y tuvo que cerrar”, maniefató.

“El panorama hoy es complicado y va a estar más complicado, no vemos que esto se vaya a estabilizar pronto, porque una vez que salgamos de la cuarentena y comience a evaluarse el desatre económico que causó, recién ahí vamos a saber la dimensión del problema. Hoy nadie quiere tener peso en el bolsillo y se destruyó la capacidad de ahorro de la gente, por lo tanto el futuro no será muy bueno”, concluyó.

 

 

 

 

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