El Centro de Salud Juan Baggio trabaja con normalidad y se adapta a la pandemia

Antes, el Centro tuvo las gestiones de Jorge Roko y Juan José Cuenca, que mantuvieron un cruce de denuncias en los medios de comunicación locales.  Acerca de éstas, Zapata  expresó  a EL ARGENTINO “al momento de asumir no encontré ningún faltante y tampoco, ninguna denuncia oficial ante la justicia. Es decir, que asumí sabiendo lo mismo que la comunidad, informado a través de lo escuchado o leído en los medios de comunicación”.

 

-¿Cómo están trabajando con las limitaciones que impone la pandemia?

 “Se ha conformado en la zona un trabajo en conjunto con el CAPS municipal de Villa María, como se ha hecho en toda la ciudad, que se han unificado los centros para que uno pueda seguir haciendo las atenciones habituales y el otro funcione como un lugar donde derivar los febriles, es decir, pacientes sospechosos de Covid”.

“Por ejemplo, en la puerta del Baggio se realiza un triage (un sistema de selección y clasificación de pacientes que permite una gestión del riesgo clínico para optimizar la atención y la seguridad de las personas), se toma la temperatura a la gente y se le pregunta si tuvo algún síntoma. En el caso de presentar alguno que pueda ser vinculado al Covid, se deriva a la persona al CAPS de Villa María, que está a cuadra y media de nosotros”.  

“En este Centro de Salud se atiende con normalidad en   Clínica médica, Pediatría, Psicología, Nutrición, Farmacia, Laboratorio, Ginecología, Obstetricia y Enfermería; la excepción es Odontología que sólo está atendiendo urgencias, porque requieren de un protocolo especial”. 

 Zapata agregó “el Juan Baggio cuenta con un laboratorio de prótesis dentales que si bien por una serie de reestructuraciones no estaba funcionando previo a mi llegada, a partir de la semana pasada comenzó a trabajar nuevamente y lo hizo por los casos de dos chiquitos con labio fisurado y hendidura de paladar (defecto congénito que se conoce como labio leporino, aunque los profesionales prefieren no utilizar esta denominación) para que puedan succionar. No es una urgencia odontológica de las habituales, con dolor, pero sí de otro tipo, porque esos bebés no pueden mamar ni tomar la mamadera sin esa prótesis que cubre la fisura del paladar”.

 

-¿La gente concurre como antes de la pandemia?

“Concurre menos, como ocurre en todos los efectores  de salud, porque   sale menos, porque tiene miedo,  porque al no haber tanta actividad en la calle se generan menos accidentes. Pero quienes asisten son atendidos normalmente”. 

  -¿Cuáles son los cuadros habituales por los que se consulta?

“Las consultas por  recién nacidos, niños, vacunaciones, también se hacen las atenciones  gineco obstétricas  que deben mantenerse y lo mismo sucede con la clínica médica. Todos los pacientes que consultan por cuestiones no vinculadas al Covid son atendidos con normalidad”, respondió.

-Respecto de los equipos de protección especial que requiere el personal de salud, ¿cómo están provistos?

“Estamos bien provistos por la Dirección de Atención Primaria del ministerio de Salud de la provincia. Los que por ahí tienen equipos más sofisticados de protección personal son los odontólogos, pero todos los que necesitan un EPP lo reciben del Hospitalito sin inconvenientes. Es más: cuando asumí, pedí para tener más barbijos a la Dirección de Odontología de la provincia y a las 48 horas los tenía aquí”.

Zapata dijo, en referencia a los casos de Covid del área geográfica del Centro de Salud provincial “la distribución de casos en la ciudad es homogénea. En el caso de nuestro barrio, hicimos el trabajo del Programa Cuidar, yendo casa por casa, hablando con la gente, derivando los casos sospechosos al CAPS de Villa María”.  

“Hemos tenido gente aislada en su casa,  que ha sido contacto estrecho de un paciente positivo y se les ha pedido que se queden en su casa. En esos casos, tomamos contacto con la familia, preguntamos si necesitan algún tipo de ayuda, y para el caso que quien provee los ingresos deba  aislarse, se articula con   Desarrollo social municipal y se busca la manera de proveer alimentación, apoyo psicológico y demás”.

Nuestro entrevistado consideró necesario aclarar “hasta hoy no me ha pasado tener que aislar personal. Esto es muy dinámico, por eso la realidad nuestra puede cambiar. Pero hasta hoy no he pasado zozobra. Estamos bien, trabajando en equipo. Tenemos disminución de personal porque hay gente que son personas de riesgo, pero nos estamos arreglando muy bien, con muy buena predisposición de todos los empleados, porque hay un equipo humano importante que ayuda a suplir estas ausencias del personal que presenta comorbilidades”.

 Tras esto consignó que en el lugar se están realizando arreglos y que se propone, entre otras cosas, “mejorar el arancelamiento, el control de stock, hacer inventarios, poder lograr que los servicios trabajen -hoy estamos limitados- cumpliendo  con todos los horarios y conseguir que el hospitalito comience a atender los sábados a la mañana, porque hoy lo hacemos de lunes a viernes de 7 a 19. También quisiera conseguir ampliar algunos espacios físicos que hoy tienen deficiencias”, finalizó.