Ezequiel Macías y la dura realidad que atraviesa el arbitraje: “estamos tirados”

Los encargados de impartir justicia en el básquetbol argentino se encuentran desamparados frente al escenario pandémico que lleva más de cinco meses y encima con un panorama aún incierto de cara el futuro.

Los árbitros del deporte de la naranja saben que cuentan con trabajo fijo a lo largo de ocho meses, tiempo estimativo que duran  las temporadas en los diferentes torneos rentados  del país, pero este año la competencia se cortó faltando tres o cuatro meses y esa situación repercutió notoriamente en el bolsillo de los  ‘pitos’.

“Estamos tirado. Se terminaron las ligas y los jugadores y entrenadores tienen contratos, mientras que los árbitros no”, expresó el gualeguaychuense Ezequiel Macías en declaraciones al programa La Barra Deportiva por Radio Máxima 94.5.

Además, la irrupción de la pandemia, y por ende el párate de la actividad, se dio cuando los torneos nacionales transitaban las últimas jornadas de fase regular, que por lo general cuentan con una seguidilla de partidos muy provechosa para los árbitros.

Al respecto, Macías contó: “Yo tenía una gira en el sur de tres partidos por Liga Argentina,  con los pasajes sacados y me quedé sin los juegos. Ahora nos toca pelearla, remarla e intentar vivir una situación que nadie imaginaba”.

Sin poder utilizar su herramienta primaria de trabajo, el silbato, muchos tuvieron que reinventarse para poder ganarse el mango y el réferi de la ciudad fue uno de ellos.

En tiempos sin coronavirus, Macías alternaba su labor de árbitro con la de profesor de educación física, pero ahora tuvo que encarar un emprendimiento familiar para poder subsistir.

“Es ínfimo el sueldo de un docente en comparación a lo que puede ganar un árbitro de elite, pero me tuve que adaptar y buscar otras alternativas. Hago y vendo salames y además comercializó bandejas sanitizantes. Así estamos la gran mayoría de los árbitros, que de un día para otro dejamos de percibir nuestro salario habitual”, graficó.

Consultado si han tenido algún tipo de aporte gubernamental o de los entes que rigen los destinos del básquet argentino, el hombre de 38 años indicó: “Hace un año tiene personería jurídica el sindicato de árbitros que se llama SArCoTeBa. El secretario general, Cristian Díaz, está trabajando con las autoridades de la Asociación de Clubes y de la CABB, pero hasta ahora no le han dado soluciones a los árbitros, que necesitan plata”.

 “Cuando recién surgió la pandemia apareció un aporte de la Asociación Argentina de Árbitros. Algunos colegas lo aceptaron y otros no, porque esa plata después hay que devolverla con partidos arbitrados. Además se nos descuenta un 10% de cada encuentro dirigido, 5% van a los sindicatos y otros 5% para las capacitaciones obligatorias que tenemos que realizar durante el año”, acotó.

Sin embargo, en este contexto aclaró que: “Este año la Asociación nos devolvió ese 5% para darnos una mano,  ya que  hay muchachos que le están pasando realmente mal”. 

En ese sentido se busca que para la próxima temporada los árbitros tengan firmado el convenio colectivo de trabajo con SArCoTeBa (Sindicato de Árbitros y Comisionados Técnicos de Básquetbol), dado que hasta ahora rige el suscripto por SADRA, que es que nuclea a los árbitros de diferentes disciplinas deportivas”.

Por lo pronto, el deseo de Macías y de sus colegas es que llegue noviembre y enero, fechas tentativas para el regreso de la Liga Nacional y Liga Argentina respectivamente, dado que necesitan de las competencias ya que para muchos es su única o principal fuente de trabajo.