El sobrepeso y la obesidad afectan a cuatro de cada diez chicos

 

Por Silvina Esnaola

EL ARGENTINO

La médica especialista en Nutrición y Diabetes, Analía Obeziuk integró en septiembre pasado el equipo de profesionales que realizó, desde el Comité de Epidemiología de la Sociedad Argentina de Diabetes el Estudio DIOSES (Distribución de Obesidad en Escolares), en varias regiones de la Argentina con la dirección de la Dra.  Valeria Hirschler, un trabajo a nivel nacional, del que participó Gualeguaychú y que se publicó en una revista internacional.

La idea fue determinar la incidencia de sobrepeso y obesidad en los niños en edad escolar.

En la charla con EL ARGENTINO, Obeziuk consignó, respecto de las conclusiones del trabajo “encontramos más del 21 por ciento de los chicos con obesidad y el mismo porcentaje de chicos con sobrepeso. Es decir que cuatro de cada diez chicos están en estas dos condiciones”, advirtió.

 Esto se asocia con los hábitos alimentarios pero tiene que ver con las bebidas (jugos, gaseosas) que ingieren, el tipo de desayuno que tienen, si lo hacen o no, la porción de vegetales y frutas que consumen por día, cuánto tiempo veían tele en la cama, cuánto estaban con la Tablet, para determinar el sedentarismo”.

Para realizar el estudio, Obeziuk solicitó permiso de la Dirección departamental de Educación,  y el listado de escuelas para que epidemióloga seleccionara las que iban a participar, para  enviar a los padres el consentimiento informado de cómo era y para qué se haría el estudio, y después pactar el día para hacerlo.

En Gualeguaychú se trabajó en  las escuelas Gervasio Méndez y Guillermo Rawson, con la presencia de la Dra.  Valeria Hirschler y La Dra. Alicia García.

 “Se midió y pesó a los niños. La idea era hacer un perfil metabólico, con medición de colesterol y glucemia. Se ofreció hacer el laboratorio, pero para esto no hubo consentimiento de los padres de forma que  sólo pudimos analizar a dos niños. Y al ser tan escasa las muestras, no pudimos participar con esos datos”, explicó.

Tras esto indicó “La forma clínica de hacer un diagnóstico es utilizando medidas establecidas desde el punto de vista antropométrico, para determinar si el chico, en este caso, está en bajo peso, peso normal, sobrepeso u obesidad.

“Se buscaron niños que  tenían sobrepeso y/u  obesidad. Se determinó también que llevaban un estilo de vida poco saludable, salteando desayunos, con una ingesta inferior de leche respecto de los chicos con peso normal”, remarcó, para advertir “en general, los chicos que saltean el desayuno tienen mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, que los llevará a corto o largo plazo a tener complicaciones cardiovasculares: hipertensión, diabetes, infarto, ACV.”

“Me gustaría agradecer a los padres que permitieron que sus hijos participaran del estudio,  a los chicos, por su entusiasmo y al personal  docente, que nos dio todos su apoyo para hacer esta jornada de trabajo con ellos, que fue muy linda y productiva, dijo Analía Obeziuk. 

 

 Lo que se puede hacer hoy

 

En 2019, cuando se hizo el estudio, no había pandemia, no obstante, había falta de actividades al aire libre, a la exposición al sol, y como dijo la especialista “el 52 por ciento pasaba dos horas sentado frente al televisor, quietos y probablemente comiendo, aburridos”.

-Como médica diabetóloga, qué se recomienda en este momento que los hicos tienen que quedarse en casa?

“Depende si el niño está en departamento o casa. Si hay un  patio, hay que estimularlos a que tengan sus actividades allí. Pero ya que ellos hacen tanto uso de tecnología, podemos aprovecharla, buscando por ejemplo clases de zumba, o juegos, muchas opciones que hay en internet que los chicos pueden hacer, que los hace estar  en movimiento y que requieren mucho más que un juego para el que tienen que mover un dedo”.

“Además, aquí los chicos pueden salir a caminar -la entrevista es previa al último ASPO decretado-también se puede estimularlos a que ayuden en la casa, o en la jardinería. Lo importante es sacarlos de la tablet, la compu, la tele.  Los chicos tienen que jugar y tener actividades, un poco a la mañana y otro tanto a la tarde, como la bicicleta, el monopatín y quienes quieran bailar, pueden tomar las clases de internet”.

“Estos niños nacieron con la tecnología en la mano. No podemos pelearnos con eso, pero sí enseñarles a usarla para hacer desafíos, como cuántos pasos hacen por día o cuántos kilómetros con la bicicleta, bajar una clase de baile, en definitiva, la idea es que estén en movimiento”.

 “Además -continuó- hay que enseñar a los chicos a comer, porque los chicos con sobrepeso no pasan de la papa, el arroz, la pasta y la milanesa. Si la mamá tiene cambio de hábitos, los chicos lo tendrán, porque comen lo que ven en la mesa y aprenden a aceptar el alimento que está allí”.

“La adiposidad en niños -explicó- está asociada a hábitos de vida poco saludables, con alto riesgo aterogénico y bajas concentraciones de hierro o anemias. Los niños con sobrepeso u obesidad tienen un incremento de riesgo de anemia y de enfermedades cardiovasculares. Este tipo de estudios   se hacen para tomar una intervención a largo plazo, porque si sabemos que estos niños tienen un riesgo cardio metabólico, los tendré de pacientes a los 40 ó 50 años o quizá antes. Por eso habrá que intervenir antes”.  

Planteado el kiosco saludable como posibilidad en los tiempos de escolaridad presencial, la especialista dijo “es una idea fantástica, pero no se en cuántas escuelas funcionan. También las huertas sustentables son una buena elección, tanto en la escuela como en casa. La educación en nutrición debería ser una materia”, afirmó.

“Esta pandemia nos demostró que tenemos que tener nuestros alimentos, por ejemplo, nuestra huerta en casa. Más aún cuando podemos hacerla en macetas”.