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Los incendios afectaron a casi 200 mil hectáreas en el delta del Paraná
De acuerdo al Informe sobre la Situación de Incendios en el país y a datos oficiales del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, en la zona de islas del Delta del río Paraná las llamas afectaron a 198.863 hectáreas, lo que representa un ecocidio y la Justicia Federal de Entre Ríos todavía no tiene siquiera un indicio de sus responsables.
Durante los incendios, se han desplegado a 81 agentes para las tareas que permitan controlar los focos.
El parte diario indica que los incendios afectaron a 198.863 hectáreas de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, según datos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SMNF) dados a conocer ayer, en el que se señala que los focos están “contenidos”.
Para el control de los focos, se comunicó que la Nación había desplegado personal de la Policía Federal Argentina, la brigada Nacional de Manejo del Fuego, tres aviones y dos helicópteros en esta región del país.
Entre las principales especies amenazadas figura el ciervo de los pantanos (en peligro de extinción). Y estas son las comunidades vegetales arbóreas dañadas por el fuego: bosque fluvial mixto (sauce criollo, aliso de río, canelón y laurel, entre otros). Selva en galería o “selva ribereña”, actualmente es relictual (antes fue abundante y ahora está en retroceso) y está compuesta por leñosas como la palmera pindó, el ingá, el anacahuita y el sauco.
¿Qué hay detrás de estos incendios? Intereses productivos e inmobiliarios. Con ellos coinciden los ambientalistas. Estos incendios buscan ampliar la frontera agropecuaria por sobre los humedales, cambiar las reglas de uso del suelo en zonas de bosques, para impulsar emprendimientos de viviendas, acelerar el de desmonte y depreciar el valor de la hectárea, entre otras. Así lo explican al diario La Nación distintos especialistas consultados. Todos coinciden en que estos incendios no tienen una sola causa, pero sí tienen algo en común: la acción del hombre en el inicio del fuego.
“Está claro que hay una sequía y una bajante del río. Pero estos incendios tienen que ver con la intencionalidad. Se atribuye a la quema de pastizales, pero detrás hay una intención de abrir espacio productivo. Por eso es indispensable que se sancione la Ley de Humedales. Y que sea una ley que permita hacer gestión. Que establezca penas a quien provoque incendios”, apunta Andrés Nápoli, director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), que mira con preocupación el mapa del avance del fuego en todo el territorio.
En lo que va de la cuarentena, el desmonte ha crecido más que todo el año pasado. Y no hubo sanciones de ninguna naturaleza.