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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
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La memoria compartida se cuenta con el corazón: “El caballo del pueblo”

La memoria compartida se cuenta con el corazón: “El caballo del pueblo”

Por Amalia Doello Verme (*) EL ARGENTINO


¡Bienvenida nostalgia! Ella nos ha permitido reunirnos en un mismo recuerdo: los domingos; las hípicas y las familias.

Mis hermanos y yo coincidíamos en que los domingos lo vivíamos como una fiesta.

Los protagonistas; los caballos, eran presentados con la pulcritud que merece “un pura sangre”. La manta blanca que el peón había “plisado” con esmero; la crin enrulada y el pelaje brilloso denotaba la buena cepillada que le habían dado.

Después del medio día las familias comenzaban a poblar los amplios espacios, lugar ideal para la recreación, el hipódromo era la cita amistosa por excelencia… nacían nuevas amistades, noviazgos.

Las diferencias aparecían por las preferencias de los competidores; se enfervorizaban los ánimos, cuando en la recta final se vislumbraba el posible ganador.

Pero hubo en esta época dorada (según nuestra nostalgia), un caballo cuyo magnetismo y performance, hicieron acortar las diferencias porque verlo correr era un placer, despertaba emociones, gritos, aplausos y lágrimas. Cruzaba el disco con solvencia.

¡Nanino!, fue el caballo más querido de su época… lo llamaron el caballo del pueblo.

Se dice que un buen caballo, conducido por un mal jinete no tendrá futuro. No fue el caso de Nanino, que cruzo treinta y dos veces el disco triunfal, haciendo gala de su estirpe conducido por jockey que le ponían corazón (y muñeca).

Bienvenida nostalgia… que no nos hace sufrir, sino rememorar los domingos con el hipódromo repleto de familias.

Nanino cruzando a ganador el disco, su peón y cuidador saltando de alegría y la familia Mousou sumaba chapas para el historial del noble animal.

En rueda de amigos amantes de las hípicas y memoriosos, coincidimos en recordar que la época del 60’ en adelante, las estadísticas muestran a nivel nacional a dos gigantes que no dejaron nada sin ganar y convocaban a miles de simpatizantes.

 

Penni Post: embrujo y encomienda

 

Yatasto: Padrillo británico Selin Hassan y Madre Yucca yegua argentina.

Volviendo a nuestra pista, varios nombres se nominan con excelente performance; Maruyo, Maquiro (ganador del Provincias Unidas – La Plata). “Mal mirado”, pero el que se llevó todos los votos es Nanino y se esgrimieron todos fundamentos para que fuera llamado “el caballo del pueblo”.

Nanino: por Suñiga y Postumia.

Nacido en el Haras “El Diablo” propiedad de los hermanos Néstor y Luis María Moussou (producto del año 64).

Su debut fue el 3 de febrero. Carrera para todo potrillo de dos años. Por lo tanto, tomaban parte, machos y hembras.

Fueron anotados once productos.

Nanino anotado en yunta con la potranca Amarillita. Esta con la monta oficial del Stud, Alfredo Zabale; el compromiso de dirigir al potrillo, recayó en el eficaz Carlos López.

Esta carrera fue ganada por el potrillo Don Celín, al cuidado de Ángel Degui. Llevado al triunfo por Alfredo “Tico” Larrea. Completando el marcador en segundo puesto, Amarillita y tercero Nanino.

En la segunda presentación gano con total solvencia, deslumbrando lo que sería su reinado en la generación.

Lo cual lo llevo a hacer un record de triunfos oficiales, treinta y dos en total.

Tenía tantas bondades corredoras destacándose en todas las distancias que corrió.

Otra mención para destacar fue la de haber ganado tres carreras en una semana, en tres hipódromos diferentes. Concepción del Uruguay, Concordia y Gualeguaychú.

Ni los viajes con los caminos en mal estado pudieron mermar el poder locomotor, del caballo del pueblo.

Fue tanto lo que Nanino le dio al público, que el público lo amo.

 

(*) Amalia Doello Verme decidió en esta pandemia traer e la memoria “muchas de las historias vividas, y me pareció que sería bueno compartirlas con los vecinos que fueron protagonistas de estos relatos”, sostiene la autora y agrega: “Mi intención es sacarles una sonrisa y hacerlos viajar en el tiempo para revivir de alguna manera momentos dramáticos y otros humorísticos”.

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