Los enfermeros de la ciudad marcharon por mejores condiciones laborales

Con la frase “Qué ves cuando me ves”, los enfermeros de la ciudad que trabajan en la salud pública  y las clínicas privadas, marcharon ayer al Hospital Bicentenario, solicitando mejor salario y condiciones laborales. Se realizaron protestas en varios puntos del país.

 

En el Día de la Sanidad, los enfermeros de nuestra ciudad decidieron concentrarse desde las 10,  en el Corsódromo para alrededor de las 10:15 trasladarse en una larga caravana, con bocinazos, carteles y globos por distintas calles de la ciudad hasta llegar al Hospital Bicentenario en donde se cantó el Himno Nacional y hubo una concentración por más de media hora. 

Durante la manifestación, se pidió por mejores salarios y condiciones laborales para los trabajadores de la salud que son esenciales a la hora del sostenimiento afectivo y emocional de los pacientes internados con coronavirus y otras patologías en el Hospital y clínicas privadas.

Por la marcha el servicio de enfermería en las clínicas no se vio resentido, dado que los que llevaron adelante la protesta fueron los profesionales de la salud que estaban de franco. Tras la protesta cerca de las 10:45 comenzó la desconcentración, pero nadie de la Dirección del Hospital salió a recibirlos, como tampoco hubo entrega de un petitorio. La acción de protesta se realizó en el marco del Día de la Sanidad en la cual se realizaron movilizaciones de este tipo en distintos lugares del país.  

 

Las historias detrás de  los trajes de protección

 

Anabela Fernández (33) es enfermera desde hace cinco años y a su vez es obstetra en la clínica Jeannot Sueyro y en estos momentos trabaja como enfermera suplente en el Hospital Bicentenario.

“Trabajo ocho horas en el público y ocho horas en el privado porque el sueldo no nos alcanza. Hoy como tenemos compañeros aislados por contagios también tenemos que trabajar horas extras.  Tengo compañeros que hace más de un año que están como suplentes y no los pasan a planta permanente y es parte del reclamo que estamos haciendo”, expresó.

“En mi caso no tengo estabilidad laboral ni en el sector público ni en el sector privado, a su vez siempre estamos con el riesgo de llevar el virus a nuestra casa, yo ya me infecté y estuve 14 días aislada, fue un momento estresante, porque mi compañera de turno también tuvo que cubrirme a mí. Si bien mi familia no se contagió pero estuvimos separados 14 días.

Vivimos en una situación de estrés permanente, los equipos de protección individual son sofocantes tenemos que utilizar doble barbijo y ahora con la circulación comunitaria es más complicado”, agregó.

Después de haber tenido la enfermedad y vuelto a trabajar no soy la misma ahora me canso más, dentro de todos mis síntomas fueron leves, con un poco de fiebre, dolor en las articulaciones, dolor de garganta y  pérdida de olfato”.

Nerea Zapatini  con ocho años de experiencia laboral, trabaja en el Hospital Centenario como enfermera en el sector de pacientes críticos de Covid, y también en la terapia intensiva del Sanatorio Jeannot Sueyro.

“En el Hospital estoy con suplencia extraordinaria y estoy esperando el nombramiento hace cuatro años. Estar trabajando todos los días con los pacientes de coronavirus, es algo que nos termina afectando emocionalmente y también se siente el cansancio. Es un trabajo intenso,  a veces no tenemos tiempo ni para tomar un vaso de agua. Hay poco personal a veces somos dos por guardia en la sala y no damos abasto”, contó Nerea.

“Los pacientes que están con respiración mecánica continuamente hay que estar monitoreándolos y a veces no se puede hacer un alto, tendríamos que tener un enfermero cada tres pacientes, pero atendemos siete”, agregó.

Patricia es una experimentada enfermera de 23 años de antigüedad que trabaja en la sala de Neonatología del Hospital Centenario.

“Al trabajar en la Neo nos especializamos continuamente en distintos cursos que se realizan en el Hospital Garrahan y con tantos años de antigüedad mi sueldo llega a 40 mil pesos por mes. Con orgullo puedo decir que trabajo en la mejor sala de Neonatología de la provincia. Gracias a Dios no hemos tenido ningún caso de coronavirus, pero si hacemos el reclamo por el reconocimiento que merecemos, nos adeudan francos y muchos compañeros deben trabajar en dos lugares para poder mantenerse, no tienen viviendas propias y deben alquilar”, concretó.