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La ciudad vive una reactivación en la construcción, pero escasean los materiales
El pico de demanda generó en los últimos dos meses inconvenientes en el abastecimiento y en el sector aseguran que algunos productos como el aluminio y el hierro deben pedirse con 90 a 120 días de anticipación. La inestabilidad cambiaria y rumores de devaluación son algunos de los inconvenientes que impulsan el desabastecimiento de algunos productos.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
En la ciudad, como en todo el país se da una gran paradoja. Desde mediados de los 80 nunca fue tan barato construir en dólares, pero por otro lado no se consiguen materiales por dificultades de entrega de las empresas proveedoras.
Para los constructores, conseguir hierro, perfiles, chapa y ladrillos se convirtió en un dolor de cabeza y es la causante de retrasos importantes en algunas obras.
Lo mismo sucede con la construcción de piletas en casas de fin de semana, la demanda se disparó considerablemente, pero hoy cuesta conseguir filtros y bombas para poder terminar el trabajo.
Entre los propietarios de los corralones locales consultados por EL ARGENTINO confirmaron la escasez de algunos materiales y culparon como el origen de la faltante, el incremento de la demanda y una industria que no estuvo a la altura de satisfacer esa demanda a raíz de problemas de productividad por ausentismo laboral debido a contagios de coronavirus en su personal .
La inestabilidad cambiara y los fuertes rumores de devaluación, le agregan más incertidumbre a la actividad.
“El problema que tienen los corralones hoy es que no pueden trabajar con acopios, como siempre se hace, para luego entregar la mercadería a nuestros clientes. Hoy tenemos el problema para abastecer a los clientes que ya nos habían comprado y menos podemos abastecer a los nuevos”, explicó un comerciante local del rubro.
“La situación tenderá a agravarse a medida que el Gobierno nacional haga efectivo su plan de obra pública y cuando llegue el periodo de vacaciones del personal en las plantas productores de insumos para la construcción”, dijo.
Un problema que
sufren los arquitectos
El presidente del Colegio de Arquitectos de Gualeguaychú, Javier Tibault expresó que: “Está faltando todo tipo de materiales. Ladrillos es difícil de conseguir, hay varios corralones que no tienen en stock. Creo que el faltante tiene que ver con que las fábricas vendieron todo su stock y con la cuarentena se le dificultó seguir produciendo y se quedaron sin nada.
Los materiales van apareciendo, no se cortó totalmente el suministro, el tema es que hay mucho más demanda de lo que se tenía previsto producir.
Hace veinte días hice un pedido de ladrillos de tergopol para losa y todavía no tengo fecha cierta para saber cuándo me lo entregan”, remarcó.
“Cuando pedimos presupuesto de materiales en los corralones nos dicen que pueden respetar esos precios dos o tres días sin modificaciones”, expresó.
No obstante, el profesional destacó que pese a todas las vicisitudes que enfrentan con la escasez de materiales y la inestabilidad cambiaria que afecta a la actividad, “la construcción nuca paró, porque hace tres años atrás el metro cuadrado de construcción rondaba los 1000 dólares y hoy ronda los 300 dólares, esto quiere decir que si una persona logró ahorrar 15 mil dólares, le alcanza para hacer una casa modesta. Es por eso que comienzan a surgir dólares de debajo del colchón y esto logró reactivar la construcción, lo que hace que los arquitectos tengamos mucho trabajo de ampliaciones y refacciones de viviendas”.
En tanto el arquitecto Nicolás Fischer, expresó que: “Todos los materiales en general sufrieron una merma importante en la entrega por parte de los corralones. Es un fenómeno que lo venimos viendo desde hace tres meses y cada vez se agrava más.
El poco dinero que tenía ahorrado la gente, lo comenzó a invertir en la construcción, o aquellos que alquilan para turistas durante la temporada, todo esto hizo un efecto embudo de pedidos de materiales y los corralones no pueden hacer frente a esa demanda, pese a que son bastante prolijos en cuanto al acopio, siempre cumplen con las entregas, pero ahora vemos que hay problemas de productividad en las fábricas de Rosario y Buenos Aires.
Hay muchos rumores sobre lo que sucede, uno de ellos es que las fábricas están esperando a que se de una devaluación y poder vender más caro, otros dicen que es por el Covid que dejó a las plantas sin los operarios suficientes, porque si en una línea de producción hay uno o dos trabajadores infectados ya se para la producción por dos semanas”, remarcó.
“Desde hace tres meses, la demanda de materiales en los corralones explotó y lo que reciben de las plantas proveedoras apenas pueden satisfacer la demanda de los clientes que estaban en espera para recibir los materiales.
Es un problema serio porque muchos corralones no pueden seguir renovando su cartera de clientes, no olvidemos que el grueso de los materiales que se necesita para una obra tanto sea chapa, ladrillo, hierro, son pocas las industrias que lo elaboran en el país y los corralones tienen que pagar la mercadería de forma anticipada y las fábricas van entregando cuando quieren.
Un corralón para poder ingresar en la lista de espera, tiene que pagar 20 camiones de ladrillos y luego le van entregando de a un camión por semana, cuando antes recibían tres equipos por semana”.
Demasiadas interferencias
en el mercado
En tanto el contador Diego Fernández, se refirió a las cuestiones que generan los problemas de abastecimiento en los distintos sectores de la economía.
“Lo que sucede en la construcción como en otros rubros es que para poder producir se requieren de muchos componentes importados y cuesta conseguirlo porque no hay dólares en el Banco Central. Para poder conseguir dólares hay que exportar y todas las medidas que está generando el gobierno es para desalentar las exportaciones, con retenciones y cepo cambiario, esto quiere decir que seguirán faltando divisas.
Fernández dijo que: “Las herramientas que debería aplicar el Gobierno nacional para resolver estos problemas de desabastecimiento es la libertad de trabajo, levantar el cepo, libertad de contratación, sacar las prohibiciones de despido de gente.
Después debe haber igualdad ante la ley, no puede haber privilegiados y otros no. Seguridad jurídica y a las personas, el respeto a la propiedad que es sagrada, porque si no hay respeto a la propiedad privada nadie va a querer hacer algo y por último educación. Estos cinco pilares que están en la Constitución Nacional e hizo grande al país hoy no funciona ninguno. Por más voluntarismo político que quieran hacer la economía nunca podrá desarrollarse”, expresó.