Muertos por Covid, por aborto, por hambre ¿Qué Más?

Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

Si, es un genocidio, por la ineficacia de los funcionarios y sus erradas proyecciones, por la falta de responsabilidad de la gente, por los que se murieron del corazón por quebrar sus negocios o perder sus trabajos, por los que murieron de tristeza por no poder ver a sus hijos o nietos, por los hacinados en geriátricos, por la falta de testeos que hubieran ayudado a disminuir los decesos, por los que murieron de otras enfermedades y las achacaron al Covid o no pudieron atenderse por miedo al contagio o rechazo en los hospitales.  Caraduras son Alberto Fernández cuando dijo que si hubiera ganado Macri tendríamos 10.000 muertos o el incompetente del ministro de Salud Ginés González García que afirmó que el virus nunca llegaría a la Argentina.

Ocho meses en cuarentena para esto. Sin trabajo, sin escuelas, sin perspectivas, contradiciéndose entre ellos, echando culpas a terceros y no reconociendo errores propios.

Y esto aún no terminó ya que esta pandemia seguramente vendrá con una segunda ola, y sufriremos lo mismo que hasta ahora más los dramas de la ineficiencia que presentará la vacunación aún no aprobada porque estamos gobernados por verdaderos inútiles.

Recordemos que el presidente Fernández quiso privilegiar la salud a la economía y fue un desastre en ambos. No saben gestionar y se jactan de ser un gobierno de científicos. Prometieron poner en pie al país y estafan a los jubilados.

Basta de mentiras. Reconozcan que se equivocaron en todo, que solo relatan una falsa imagen destinada al grupo de votantes que poseen cautivos, sea porque son ignorantes, vagos, militantes o empleados públicos. Jóvenes que nunca estudiaron e ignoran la siniestra historia del peronismo. Planeros que entre todo lo que perciben, ganan más que un maestro, un policía, más que dos empleados de comercio o dos jubilaciones mínimas de alguien que aportó toda su vida.

 

Ahora van

por la Justicia

 

Les cayó mal el fallo de la Corte que confirmó que el ex vicepresidente Amado Boudou es un delincuente, un ladrón que se robó la máquina de hacer billetes y con la complicidad de la AFIP que le dio una moratoria para que pagara sus deudas. Los militantes que sacaron una solicitada acerca del “lawfare” se les debería caer la cara de vergüenza ya que es pura cháchara y encima hay gente que les cree. Tres fallos firmes más la Corte diciendo que Boudou es un delincuente y siguen hablando de presos políticos. No tienen vergüenza.

Ahora quieren seguir distrayendo con la ley del aborto que  ya tiene media sanción de Diputados para legalizar la muerte de bebés, la del cambio de Procurador, el impuesto a la riqueza, la nueva movilidad jubilatoria en desmedro de la que se dictó durante el anterior gobierno y sin embargo no vimos que tiraran toneladas de piedras al Congreso como sí lo hicieron ellos.

Tambien están nerviosos que la justicia haya confirmado la figura del arrepentido y la descerebrada de Donda quiere impulsar en el INADI un proyecto para que los niños varones concurran una vez al mes vestidos de nenas para que puedan comprender lo que es ser mujer. Basta de estas locuras.

Se robaron los ingresos de coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires para sostener otros gastos en lugar de bajarse los suyos, sabiendo que millones de personas del GBA vienen todos los días a la gran ciudad y usan sus medios de transporte, su seguridad, sus instalaciones sanitarias y pretenden que las paguen los porteños. Sorprende la ofensiva de los gobernadores y del Gobierno nacional para suspender las PASO ¿Tienen temor de perder las elecciones acaso? No creemos que sea para ahorrar.

Como era de esperar Alberto Fernández evitó pronunciarse sobre las elecciones legislativas en Venezuela, declaradas ilegales por 16 países latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otras naciones. Y las causas de los cuadernos que no se caen y ella que se pone cada día más nerviosa y se dedica a escribir cartas echando culpas a otros.

Volviendo a la ley de despenalización del aborto, engañan, confunden, mienten. El aborto está despenalizado desde 1921 cuando es producto de una violación, o es una menor o una incapaz. Lo que quieren despenalizar es el asesinato u homicidio de una personita por nacer y los legisladores que lleguen a aprobar esa ley en contra del 70% de la población que se opone, serán considerados responsables, coautores, cómplices de crímenes que bien se podrían evitar con solo hacer prevención, educación sexual, cuidarse, usar preservativos y anticonceptivos. Como bien dijo la Dra. Chinda Brandolino en la presentación que realizó ante el Congreso, quien decide interrumpir un embarazo está asesinando a un ser, sea el método que utilice, un veneno para que se muera el bebé o el tradicional raspaje donde el médico lo va asesinando arrancando sin poder ver dentro del útero, primero las piernitas, luego los brazos y después le aprieta la diminuta cabecita. Si eso no es un crimen, no hay otra cosa más atroz. Impresentables asesinos sean legisladores o médicos, madres y padres, dan vergüenza, a nosotros, al ser humano y al Creador con independencia de cualquier religión.

Dios quiera que el Congreso se cubra del mismo color celeste que ilumina nuestro cielo y basta de tantas muertes evitables.

 

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, conductor de programas de radio y director del diario El Censor que se publica en la red social Facebook.