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Luisa Odila Bacigalupo de Aielo
A un mes de tu partida coincide en un profundo deseo de quienes te conocimos de cerca, rendirte un homenaje con este bello poema de Juan Maiorano; en agradecimiento a todo el amor, sabiduría y profesionalismo que nos regalaste a lo largo de tus pasos por este mundo, como docente, esposa, madre, amiga y como miembro de cada una de las instituciones en la que dejaste impresa tu huella, producto de la noble y comprometida entrega que asumiste en pos de los más indefensos.
ADIOS A QUELA
Qué alegría siente el viento
al jugar con esos rulos
... el sol se les ha agregado …
Y... viven jugando juntos...
El cielo quiso también
ofrecer su propio juego
entonces buscó tus ojos
para anidar sus reflejos...
La blancura de tu risa
era un canto, brisa fresca
que con donaire y finura
daba lustre a tu belleza...
Impecables melodías
el instrumento alumbraba
al sentir manos precisas
que tu talento ordenaba...
El camino no fue fácil
cuándo el amor cayó herido
Y tu ser se hizo coraje...
... que diste en cada latido
Seguro que al despedirlo
parte tuya fue consigo
la otra quedó alumbrando
... amaneceres vacíos...
Quedan los ecos sonoros
y el perfume de tu encanto
parte de mi ... y mi cariño
... acompañan hoy tus pasos...
Juan. M.