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El bombero Mauricio Bugia, le salvó la vida a una beba que casi muere por asfixia 

El bombero Mauricio Bugia, le salvó la vida a una beba que casi muere por asfixia 

El bombero Mauricio Bugia, agradece el entrenamiento recibido en el Cuartel de Bomberos de Ceibas que le permitió actuar sin dudar. 


Mauricio Bugia (47) es Bombero Voluntarios en el Cuartel de Ceibas desde hace cinco años pero vive en Gualeguay, donde en la tarde del martes, logró salvarle la vida a una beba de 6 meses que se había atragantado con un envoltorio de galletita.

 

El cabo de Bomberos Mauricio Bugia trabaja en su taller mecánico en la ciudad de Gualeguay donde vive, y el martes por la tarde salió de su taller para dirigirse hacia el lugar de trabajo de un colega a un km, con el fin de pedirle una herramienta que necesitaba para desarrollar una tarea específica.

Al llegar al taller de su amigo que está sobre la RN 12 Km 230,5 en plena zona urbanizada de la ciudad ingresó para pedirle la herramienta que buscaba y luego se quedó charlando unos minutos sobre carreras motos de competición, pero la conversación se interrumpió repentinamente tras los gritos de una mujer.

“En ese momento veo a una joven madre que sale a los gritos con un bebé en brazos pidiendo ayuda”, manifestó a EL ARGENTINO.

Mauricio al ver el panorama, le comentó a su amigo: “Me parece que el bebé tiene dificultades para respirar, entonces crucé la ruta y le pido a la mamá que me la de para poder hacerle masajes y pudiera respirar. La puse boca abajo, comencé a masajearle la espalda y en ese momento vomita un pedacito del envoltorio de un paquete de galletita que se había tragado en un descuido de su madre, seguí masajeándola hasta que por fin largó el llanto.

Luego la reincorporó, y traté de tranquilizar a su madre que estaba muy angustiada, luego se la di la tomó en sus brazos y la comenzó a abrazar fuerte sobre su pecho por la emoción.

"Tuve que decirle que no hiciera eso porque le sacaba el aire, dala vuelta que la nena respire bien, le dije”.

La beba se comenzó a reponer, y cuando la miré, me maravillaron sus ojos celestes, y me regaló una sonrisa, fue el mejor gracias que tuve. Luego le pedí que la llevara a un médico para que pudiera ser revisada”, manifestó el cabo.

Mauricio se despidió sin saber cómo se llamaba la madre y la beba, “no tengo datos y estamos tratando de contactarla para saber cómo está”, manifestó.

El cabo, es casado, padre de dos hijos e ingresó al cuartel de Bomberos de Ceibas como agradecimiento a esa institución por haberle ayudado a juntar dinero con el fin de costear el tratamiento médico de una enfermedad crónica de uno de sus hijos.

Al ser mecánico se ofreció a colaborar con el cuartel, y desde entonces participó de todas las capacitaciones. En febrero del 2019 participó de un curso en Rosario junto a su hijo de primer respondiente en emergencia médica, cuyos conocimientos adquiridos le permitieron actuar con la mente fría y con determinación para ayudar a una joven madre desesperada por la vida de su pequeña hija.

Solo la “divina providencia” logró que todas las piezas encajaran, Mauricio nunca solía quedarse a conversar con su amigo para no molestarlo en su horarios de trabajo, pero ese día intercambiaron algunas palabras, lo que lo retuvo algunos minutos, lo suficiente para que pudiera salvar la vida de una pequeña beba.

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