Solidaridad a flor de piel: la historia de una vecina que disfruta de ayudar al otro

Luego de realizar una campaña para juntar donaciones para una familia entera -y conseguir todo lo necesario- actualmente brinda su ayuda a dos mujeres que necesitan cualquier tipo de donación, pero sobre todo pañales y leche para sus hijos.

En diálogo con EL ARGENTINO, Del Valle precisó: "Por ahora donaron leche en polvo y un poco de ropa".

"Con lo que se pueda ayudar está bien, ella no tiene prácticamente nada", sumó, haciendo referencia a una de las mujeres a las que ayuda.

Por otro lado, expresó: "La otra chica está sin trabajo y necesita leche y pañales. Su bebé está por nacer y el papá está preso. Ella tiene una familia numerosa y muy humilde", detalló y agregó que cualquier donación sirve: "Hasta algún alimento para que pueda alimentarse bien y así terminar de llevar su embarazo".

Para brindar apoyo a estas madres, pueden comunicarse al número personal de Del Valle: (03446) 15373850.

 

 

Su historia

 

A su corta edad, las vivencias de Del Valle le demostraron que dar a quien lo necesita es una de las acciones más nobles.

"Mi mamá nos crió sola", recordó. Debido a su numerosa familia, Del Valle aseguró: "Nos echaron de la casa de mi abuela  porque mi hermano y yo, que éramos chiquitos, no nos portamos tan bien".

De la manera que pudieron, se convirtieron en una especie de nómades junto a su madre y así transitaron por numerosos hogares: “Ella jamás nos abandonó, siempre siguió adelante con nosotros", reconoció.

Seis años atrás la familia consiguió un rancho, pero fueron brutalmente expulsados del lugar: "Mi hermano se metió en una pelea con un chico, como cualquier adolescente. Pero luego de eso nos corrieron de ahí con machetes y golpes".

En ese momento, la familia no pudo llevarse nada de lo que tenían en su hogar: "Mi mamá justo había comprado una tele nueva, muebles y bicis para todos, había salido adelante como la gran mujer y madre que es", se lamentó.

Pero lo que más le dolió a Del Valle en ese momento fue perder todos los recuerdos de su fiesta de quince años, que su familia logró festejar luego de mucho esfuerzo.

"Nos prendieron fuego la casa, perdimos todo y asimismo mi mamá nos sacó adelante de nuevo, pero en esos momentos la gente nos ayudó y mucho: recibimos ropa, colchones, y elementos de cocina", expresó con agradecimiento.

"Estoy agradecida con Dios, porque aunque hemos pasado por valles de sombra y muerte, él siempre nos guardó", aseguró.

Y, por otro lado, reconoció: "Hoy, después de muchos fracasos en mi vida amorosa, porque conviví con un chico que me pegaba, conocí a un misionero llamado Matías, con quien alquilo un hogar y nos vamos a casar pronto", se entusiasmó. 

Incluso, y para finalizar, Del Valle está segura de que todo lo que pasó en su vida tiene un fin: ayudar a quienes lo necesiten. "Hoy en día entiendo que esto fue propósito de Dios, entonces siempre que pueda ayudar me gusta hacerlo, me hace feliz".

"Esta es mi manera de devolver un poco de lo que Dios hizo por mí. Y es sólo una parte porque él me sacó de muchas cosas malas y no me alcanzaría la vida para agradecerle", concluyó.