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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Policiales

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Homicidio de Cabeza: dictaron a los dos imputados 45 días de prisión preventiva

Homicidio de Cabeza: dictaron a los dos imputados 45 días de prisión preventiva

Momento de la audiencia donde se dictó la prisión preventiva a los imputados por el homicidio de Silvio Marcelo Cabeza.


El juez Mauricio Mayer presidió la audiencia en la que se definió la prisión preventiva de los imputados por el crimen de Marcelo Cabeza.

 

La audiencia de Garantías se desarrolló el sábado pasado, ante el juez Mauricio Mayer, en el marco de la causa del homicidio de Marcelo Cabeza. Aunque la Fiscalía, la querella y los defensores de Alan Ávalos y a Matías Rodríguez presentaron un acuerdo para que ambos permanezcan en prisión preventiva por 60 días en la cárcel de Paraná, el juez Mayer resolvió que la medida sea de 45 días.

Al resolver la prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, el juez valoró la prueba presentada por la Fiscalía y la querella con la cual se sostienen las sospechas sobre los detenidos como presuntos coautores del crimen. Al mismo tiempo, tuvo en cuenta la gravedad del hecho y los riesgos procesales que implicarían que permanezcan en libertad. No obstante, en lugar de los 60 días propuestos dtodas las partes, ordenó que la medida sea por 45 días, para avanzar "de modo urgente" con la investigación.

Ávalos estuvo asistido legalmente por el defensor ernando Callejo, subrogante de la defensora oficial Fernanda Álvarez; en tanto que Rodríguez estuvo acompañado por el abogado defensor Claudio Berón.

Por su parte, el abogado Marcos Rodríguez Allende actuó como querellante, en representación de los familiares de la víctima. También actuó como querellante el abogado Boris Cohen.

El homicidio de Silvio Marcelo Cabeza, de 49 años, quien se desempeñaba como chofer del Ministerio de Salud, conmocionó a nivel provincial. El cuerpo de la víctima fue hallado calcinado en el interior de un Renault Clio que era propiedad de su hermana y al cual incendiaron con el cuerpo en su interior. Además, le habían cortado las manos, las cuales fueron halladas en el Volcadero municipal de Paraná.

 

Contexto

 

Los dos detenidos por el homicidio de Silvio Marcelo Cabeza estarán los próximos 45 días en la Unidad Penal N° 1 de Paraná, mientras avanza la investigación cuya imputación los podría llevar a permanecer allí el resto de sus vidas.

Las evidencias expuestas por la fiscal Melisa Saint Paul permiten ubicar a ambos relacionados con la víctima en los días y horas previas, y en el lugar del crimen, y señalan circunstancias violentas que los comprometen.

Los acusados son Matías Gabriel Ramón Rodríguez (de 20 años), quien trabaja en la construcción. Dice vivir en calle Churruarín al final de la capital provincial, pero testigos lo señalan residiendo en la casa del barrio Santa Rita donde presuntamente ocurrió el homicidio; y Alan Joel Ávalos, alias “Chino”, de 22 años, ayudante de albañil, y domiciliado en calles Echagüe y Santa Fe, de San Benito.

 

El rompecabezas

 

El hecho imputado, según pudo ser reconstruido por la fiscal, es: “Aproximadamente entre las 20 del lunes (1º de febrero) y las 2 del martes, en el interior de la vivienda de calle Gianelli, habitada por Rodríguez, actuando en connivencia y común acuerdo con Ávalos, dieron muerte a Cabeza con un disparo de arma de fuego cuyo calibre no pudo ser precisado, que impactó en la zona cráneo facial y ocasionó su fallecimiento. Luego procedieron al corte de las manos de la víctima, sin poder saber ahora si fue antes o después de la muerte, y las arrojaron en un contenedor municipal. Trasladaron el cuerpo de Cabeza en el vehículo Renault Clío propiedad de la hermana de Cabeza, que estaba en poder de la víctima, hasta calle Virrey Vértiz entre Los Jacarandaes y Los Yaros, iniciaron un foco ígneo que provocó la destrucción del total del rodado y la carbonización del cadáver”.

Luego, Saint Paul refirió cómo fueron los pasos de la investigación para llegar a los imputados. En medio del desconcierto de las primeras horas, los efectivos de la División Homicidios fueron relacionando fotos y testimonios, con los datos que tenía la causa.

Primero, un familiar de Cabeza mostró una foto de una red social de la víctima publicada el 25 de enero. Se observaba a Cabeza junto a dos jóvenes (uno de ellos con un vaso de plástico en la mano y otro con una gorra con las letras NY, propiedad de la víctima) en una playa, con el hashtag #VillaUrquiza. A la familia le pareció extraña esa publicación, por lo que trabajaron para identificar a esas dos personas, publicó el diario Uno de Paraná.

Dos oficiales buscaron cámaras de vigilancia en la zona de Anacleto Medina, y encontraron una vivienda con tres dispositivos de seguridad en calle Selva de Montiel. La dueña les permitió observar los videos y pudieron ver el paso del auto por calle Gutiérrez de Este a Oeste, a la 1:25 del martes 2 de febrero. El hijo de la dueña de casa, al ver las grabaciones, les comentó a los policías que había visto ese vehículo pocos días antes. Les dijo que el 31 de enero estaba en su casa con unos amigos, fue a un kiosco en calle Montiel y mientras compraba vio pasar a gran velocidad un auto Renault Clio color crema y se detuvieron en el kiosco. Se bajaron dos personas, (uno de rulos y otro más alto) y otra se quedó adentro mirando el celular.

También contó que mientras compraban, uno de ellos dijo que necesitaban “un fierro” porque iban a una joda en La Floresta, donde tenían problemas con otras personas.

Luego, los investigadores entrevistaron al kiosquero, quien recordó a aquellos clientes, uno de los cuales mencionó: “Esos locos se merecen un corchazo”. Además, esos mismos jóvenes habían ido a comprar unos días antes y le comentaron que estaban cansados porque habían ido a la playa de Villa Urquiza. Al ver la mencionada foto, el testigo reconoció a los jóvenes que aparecen junto a Cabeza como aquellos clientes.

El personal de Homicidios siguió recorriendo la zona y hablando con vecinos. Una joven dijo que conocía los de la foto, y que uno de ellos vivía en Anacleto Medina. Conocía a la novia de uno de ellos, y al revisar la página de Facebook de esa chica pudieron finalmente identificar a Matías Rodríguez en una fotografía. Era el mismo que aparecía en la otra imagen junto a Cabeza. En otras fotos ubicaron también a una persona con los mismos tatuajes que el de la foto publicada por la víctima, a quien luego identificaron como Ávalos.

Además, establecieron que la casa de Rodríguez se encontraba a 200 metros de la casa de una mujer en cuyo porche habían arrojado documentación personal de la víctima.

 

Las pruebas

 

La Justicia autorizó los allanamientos a las viviendas de los apuntados. La fiscal mencionó como resultado el “secuestro de elementos de trascendental interés”, y entre lo hallado en la casa de Rodríguez mencionó anillos de acero quirúrgico de similares características a los que usaba la víctima, muestras de sangre del interior de la vivienda (de la mesada, la cocina, el piso, el tapial del patio trasero), calzados, remeras, pantalones con manchas de sangre, objetos como una tapa de lavarropas, Lisoform, tapa de Coca Cola, guantes de hule, todo con manchas aparentes de sangre. También secuestraron cuchillos, vainas de balas calibre 22 y 16, plásticos color crema que guardan vinculación con el Renault Clío; además de un botiquín de plástico y un compresor portátil de neumáticos, que serían del auto de Cabeza.

En la casa de Ávalos incautaron una mochila con una gorra con las letras NY, ropa con manchas de sangre que llevaba puesta Ávalos al momento del allanamiento, un celular y zapatillas.

Otra prueba incrimina seriamente a Ávalos: una huella en la puerta trasera derecha del vehículo, que obtuvo correspondencia dactiloscópica con su índice derecho.

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