Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Colaboraciones

.

Lo que se hace en vida, repercute en la eternidad

Lo que se hace en vida, repercute en la eternidad

Resulta inaceptable que el trámite de este juicio demande 26 años y que a Carlos Menem, el responsable mayor de esa masacre quedara impune con su muerte.


Murió el expresidente Menem y con él se cerró un capítulo penoso de nuestra historia. Durante sus mandatos tuvo aciertos y errores. Los errores más profundos aún quedan sin aclarar y probablemente jamás se aclaren.

 

Por Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

 

Con su muerte se cerró el capítulo de la explosión en la Fábrica Militar de Río Tercero. Era el único imputado que quedaba y debía ir a juicio oral el 24 de febrero por la voladura que en 1995 dejó siete muertos, más de 300 heridos y enormes daños. Todo para tapar la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia.

Resulta inaceptable que el trámite de este juicio demande 26 años y que al responsable mayor de esa masacre no se le hubiera iniciado antes el juicio oral ni tampoco quedara detenido debido al fuero que tenía. Eso da la pauta de lo mal que está la justicia y la tergiversación que se hace de esa protección parlamentaria, usada como escondite por la lenta e ineficiente justicia y la complicidad del Poder Legislativo.

Fue por tal motivo que el intendente de Río Tercero decidió no adherir al duelo nacional en señal de protesta contra el expresidente por ser “el principal responsable” de las explosiones en el predio militar. Eso implica que Menem murió en la impunidad en forma deliberada.

Y también quedó impune su involucramiento, su desidia, y su conspiración en el ataque terrorista a la Embajada de Israel en 1992 que causó 22 muertos y 242 heridos. El atentado fue investigado por la Corte Suprema de Justicia, sin identificar sospechosos y sin que hasta la fecha se haya elevado la causa a juicio oral. Otro hito de la vergonzosa justicia y de este expresidente.

Este atentado se relaciona con la bomba a la AMIA donde murieron 85 personas y hubo cientos de heridos.

Después de años de investigación, el fiscal a cargo acusó a Irán de planificar el atentado y a Hezbolá de ejecutarlo.

Irán negó estar relacionado con el atentado. La justicia argentina imputó a ocho funcionarios iraníes y un libanés de ser los autores, y ordenó alertas rojas de captura.

Durante los primeros años, la justicia argentina con apoyo de funcionarios del gobierno de Menem, encubrió el atentado armando una causa para imputar falsamente a expolicías de la provincia de Buenos Aires que permanecieron diez años presos. El llamado "primer juicio" se inició en 2001 contra 22 acusados de ser la conexión local y haber facilitado la camioneta con explosivos. Durante el mismo los expresidentes Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner eximieron a los agentes de inteligencia de su deber de guardar el secreto de las operaciones al momento de declarar como testigos, dejando al descubierto un amplio encubrimiento en el que habían participado el juez de la causa, dos fiscales, altos funcionarios del gobierno de Menem y los servicios de inteligencia.

En 2004 el tribunal dictó sentencia absolviendo a todos los acusados y ordenando su liberación. Como consecuencia del fallo fueron destituidos el juez Galeano y los fiscales Barbaccia y Mullen por las irregularidades cometidas, especialmente el pago ilegal de 400 mil dólares a Carlos Telleldin facilitador del coche bomba.

En 2004 Néstor Kirchner creó una fiscalía especial para el caso AMIA y designó para dirigirla al fiscal Alberto Nisman. Nisman, luego de reexaminar toda la causa y cruzar cerca de 300 millones de llamados telefónicos, aseguró tener nuevas pruebas. Entonces el nuevo juez de la causa por el atentado, Canicoba Corral, volvió a ordenar la captura de los siete exfuncionarios iraníes y un miembro del Hezbolá.

Desde entonces los distintos gobiernos argentinos han requerido a Irán sin éxito, la extradición de sus ciudadanos acusados por el ataque.

En 2013, el Congreso ratificó el Memorándum de entendimiento Argentina-Irán, firmado por el gobierno argentino con el supuesto fin de destrabar la causa estableciendo un mecanismo para tomar declaración indagatoria a los iraníes acusados en su país. Sin embargo, en enero de 2015 el fiscal Nisman, presentó una denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el excanciller Héctor Timerman y otros funcionarios, considerando que el Memorándum constituía parte de un plan delictivo orientado a encubrir a los iraníes acusados en la causa. En marzo de 2018 se elevó a juicio la causa.

El lunes 18 de enero de 2015, horas antes de tener que presentarse ante el Congreso para informar sobre la denuncia presentada, Nisman fue encontrado muerto de un disparo en su departamento de Buenos Aires. La muerte de Nisman aún sigue en trámite y en el actual gobierno no se ponen de acuerdo si fue un suicidio o un crimen. Nada pasará ni nada se aclarará.

Pocos meses después de la muerte de Nisman se inició el segundo juicio de la AMIA en el que el principal acusado era Menem. En febrero de 2019 se dictó sentencia siendo condenados por encubrimiento y corrupción el exjuez de la causa Juan Carlos Galeano, el exjefe de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy, el reducidor de autos Carlos Telleldín y otros funcionarios del Estado argentino. Menem y el expresidente de la DAIA, Rubén Beraja fueron absueltos. Los exfiscales fueron condenados por incumplimiento de los deberes de funcionario público, resultando absueltos de todos los cargos formulados por Nisman.

En mayo de 2019 comenzó el tercer juicio, nuevamente contra Telleldín acusado de ser partícipe necesario del atentado, por haber entregado la camioneta que fue utilizada como coche bomba, que terminó el 23 de diciembre de 2020, con la absolución de culpa y cargo.

Para la AMIA y la DAIA, que participaron del juicio como querellantes, la decisión de los jueces consagra, de manera vergonzante, el camino de la impunidad prohijado por Menem y secuaces.

El fracaso de esta búsqueda es no sólo el fracaso del Poder Judicial sino también del Estado argentino todo, que pretendió y aún pretende resolver un verdadero crimen político por la vía judicial. Por eso no se esclarece ni se esclarecerá, por estar involucrados todos los órganos del poder. Se trata de un crimen imputable al Terrorismo de Estado en democracia y estos atentados se construyeron de forma deliberada desde las más altas esferas del Estado con el expresidente Menem y demás funcionarios.

Murió Menem, por eso no hubo ni duelo en Río Tercero ni en la DAIA ni en la AMIA ni en las familias de los 112 muertos en esos viles atentados y muchos argentinos pensamos que lo que se hace en vida repercute en la eternidad.

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, conductor de radio y director del periódico digital Grupo de El Censor de Gualeguaychú, que se edita en la red social.

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar