Las bibliotecas populares en época de pandemia: Biblioteca Sarmiento

De acuerdo con el artículo 2° de la Ley de Bibliotecas Populares 23.351, su misión es la de “garantizar el ejercicio del derecho a la información, fomentar la lectura y demás técnicas aptas para la investigación, la consulta y la recreación y promover la creación y difusión de la cultura y la educación permanente del pueblo”.

 

¿Qué es una biblioteca popular?

Una biblioteca popular es una asociación civil autónoma creada por la iniciativa de un grupo de vecinos de una comunidad. Ofrece servicios y espacios de consulta, desarrollo de actividades culturales, extensión bibliotecaria y espacios de lectura.

Las bibliotecas populares son dirigidas y sostenidas principalmente por sus socios y brindan información, educación, recreación y animación socio-cultural. En la Argentina hay 1017 bibliotecas populares nucleadas por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

En la ciudad de Gualeguaychú hay cuatro bibliotecas populares: Biblioteca popular Sarmiento, Biblioteca popular Francisco López Jordán,  La Biblioteca Popular Manuel Belgrano y La Biblioteca Popular Rodolfo García. En esta ocasión, EL ARGENTINO dialogó con la bibliotecaria de la Biblioteca Popular Sarmiento, María Andrea Petroccelli,  sobre la situación de la biblioteca en contexto de pandemia, sus actividades y también los proyectos a futuro. 

 

¿Cómo fue el año 2020 para la biblioteca Sarmiento? 

Petroccelli relató que desde el mismo día del decreto (aislamiento preventivo y obligatorio por COVID-19) la biblioteca cerró sus puertas. En el mes de julio  pudieron abrir algunos días, pero tuvieron que cerrar nuevamente. En septiembre del 2020 pudieron retomar las actividades de manera permanente, sin embargo tuvieron que hacer reducción horaria y adaptarse al horario comercial. En este contexto,  mientras la biblioteca estaba cerrada, los socios pagaron la cuota regularmente  “los socios se portaron re bien, entendieron la situación” expresó María. 

Luego del receso en el mes de enero,  el primero de febrero de este año (2021) con mucha alegría,  abrieron sus puertas de manera permanente.  A pesar de que la biblioteca cuenta con todos los medios para aplicar el protocolo, no posee autorización para que los socios puedan usar el edificio,  se pueden acercar a hacer una consulta rápida o retirar material, pero no permanecer en el establecimiento.

Avanzada la entrevista, la bibliotecaria expresó que Educación Popular  se encarga de hacer una bajada de protocolos basados en los que estipula la provincia, estos expresan cómo debe ser el distanciamiento y el uso del barbijo, también cómo proceder cuando se devuelven los libros, el tiempo de cuarentena de los mismos, entre  otros aspectos “Estamos a la espera de la autorización para poder permitir que los socios puedan  quedarse” expresó María Andrea.

Ayudas económicas

La biblioteca recibe la ayuda mensual de la municipalidad, ayuda de la provincia y  también de la CONABIP. La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares le propone a la biblioteca proyectos anuales que deben tener propósitos, objetivos y luego ser justificados. Dichos proyectos tienen el objetivo de cubrir gastos, actualizar dispositivos tecnológicos, realizar refacciones, entre otras cuestiones afines.

El año pasado, con el proyecto ofrecido por la CONABIP se compraron puertas para las estanterías donde se colocan los libros, para preservarlos de los daños, los cambios de temperatura y el polvo. También se renovaron las computadoras y se está poniendo en marcha la “bebéteca” ( fue necesario comprar un  equipo de audio y libros blandos de tela), esta consiste en un espacio para que los más pequeños – a partir de los 8 meses- puedan tener un primer contacto con los libros y disfrutar un momento de  descubrimiento junto a sus mamás. Este primer contacto es de suma importancia para los niños  ya que contribuye al desarrollo social, emocional y cognitivo del niño.

Otro de los objetivos de este nuevo espacio es que los niños desde su temprana edad sepan que en la biblioteca van a tener acceso a libros de una manera fácil y accesible. También, se generó un proyecto para acondicionar la biblioteca en tiempos de pandemia, la biblioteca cuenta con mamparas que separan a los usuarios de las computadoras.

María afirmó que desde la provincia y el municipio  “Estuvieron atentos a lo que se venía y a los gastos que iba a generar la biblioteca, los cuales no iba a poder cubrir”. También enfatizó en la idea de que las ayudas sociales son para los proyectos y acondicionamiento del edificio, que su sueldo se paga con la cuota de los socios. Cree que es de suma importancia que la gente sepa cómo subsiste una biblioteca popular.  

 

Importancia de las bibliotecas populares 

 Hoy en día, los costos de los libros se han elevado, por tal motivo  las familias suelen recurrir a la biblioteca para sacar dos o tres libros por vez, de una manera fácil y accesible. Para las familias es una ayuda económica (la cuota es de $150 mensual). Los estudiantes pueden recurrir para buscar los libros que piden en la escuela, para las familias es un alivio económico, ya que una novela corta oscila los $500. Afirmando lo dicho María manifestó que “es importante que la gente sepa que las bibliotecas populares están, que trabajan para estar actualizados” 

 

Un poco de historia 

La Biblioteca Popular Sarmiento cumplió 151 años en contexto de pandemia. Fue la primera biblioteca popular fundada  en Gualeguaychú y en la Provincia, y a su vez fue la tercera en todo el país.  El 31 de mayo de 1869 abrió sus puertas por primera vez con el nombre de “Del educacionista argentino”. 

El origen de la Biblioteca Popular Sarmiento aparece como una demanda de la sociedad, esto se ve reflejado en una carta fechada el 21 de mayo de 1869  que escribió Olegario Víctor Andrade al Secretario de la Comisión Protectora de la Educación, donde se resalta la necesidad de una biblioteca que sirva de estímulo a la población.