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Opinión

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Ay patria mía

Ay patria mía

Días tristes, futuro sombrío, gente que sufre, más pobrismo, menos democracia.


Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

Días feos, días grises, pero no por lo azul del cielo sino por el ambiente que nos rodea. Algo deprimido no porque me falte algo o porque tenga algún familiar enfermo. Agradezco a Dios todo eso y pido todas las noches por mi familia, mis semejantes y amigos, pocos, pero amigos.

Es un sentimiento difícil de explicar, aunque trataré de hacerlo mediante el único medio que puedo más o menos manejar que es la palabra escrita, mi diario, mis editoriales, mis comentarios. No se hacer otra cosa. Seguro que ustedes comprenderán mi estado de ánimo.

Siempre trato de ser objetivo, opino con verdades ya que con ellas ni ofendo ni temo como diría don José Gervasio de Artigas.

El país me duele, el país se desangra. Cuan actuales resultan ser las palabras “Ay patria mía” que en su lecho de muerte dijo don Manuel del Corazón de Jesús.

No hablo de ninguna agrupación política, sino que critico a todos los argentinos, quienes estamos asistiendo al genocidio más importante de estos últimos años, al desprecio por el ser humano pocas veces visto en nuestra patria, a no reaccionar por la flagrante violación de los derechos humanos del pueblo formoseño, incluido los indígenas, mal llamados pueblos originarios por los que no han leído nuestra Constitución Nacional.

Hoy en 2021 existen cárceles en Formosa para recluir a positivos de Covid junto con negativos, junto con asintomáticos, y el Gobierno nacional, el secretario de DDHH que visitó la provincia y las organizaciones de DDHH siempre prestas para hablar, nada dicen, solo callan.

El Congreso Nacional conformado por representantes de las 24 jurisdicciones y todo el pueblo argentino ausente con aviso ante las violaciones que se están cometiendo en esa provincia, en tanto el gobierno le echa la culpa como siempre a los medios y algunos lo politizan. No ven la realidad que se está usando esa provincia como prueba piloto para lo que quieren hacer en todo el país. No se olviden de estas palabras. Cuando reaccionemos lamentablemente será tarde.

La Corte Suprema debió amparar a un medio para poder transmitir lo que allí sucede. No nos lo cuenta ningún canal de televisión perteneciente a la derecha o financiado por la oposición, lo vemos en vivo y en directo. Mujeres que se esconden en el monte para parir sus hijos evitando así que se los quiten.

A ellas les ligan las trompas y las encierran en custodia en lugares tipo cárceles y con los niños no se sabe que hacen. Nosotros suponemos que los venden, que los comercializan cual si fueran objetos. Las organizaciones de DDHH y el Gobierno nacional callan y nada dicen.

El gobernador eterno de Formosa amén de gobernar hace 25 años esa provincia, tiene un 50% de pobres, un 85% de gente sin cloacas, mismo porcentaje de empleados públicos temerosos de hablar para no perder su sustento y los pocos jóvenes que se animaron son vigilados por la adiestrada policía cual criolla Gestapo. Las organizaciones de DDHH y el Gobierno nacional callan y nada dicen.

Los vacunatorios por debajo de la mesa siguen apareciendo, pero poco o nada se dice. La justicia temerosa intenta justificarse pidiendo informes o allanamientos tardíos donde poco o nada encontrarán. En tanto las organizaciones de DDHH y el Gobierno nacional callan y nada dicen.

Que tristes días, que depresión, que impotencia que nos abruma. Rogamos nos llegue pronto la vacuna salvadora que otros se la robaron, aunque dicen que no es delito y seguro nada pasará.

Formosa, la hermosa, la más hermosa según los conquistadores. Te pedimos perdón por callar.

 

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, columnista de radio y director del diario digital El Censor Online que se publica en la red de Facebook.

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